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CANCION DEL PINO A LOS PINARES DE JOCOARA

Manuel Escoto Rómul0 E. Durón

CORO

Soy iu cuna en el pobre bohío; en rnoniañas y riscos, un canio a esíe cielo que en el fondo del río

fransfonna en iu enseña, y el llanio posrrero, y la caja que arropa iu frío cadáver en el camposanto

NI&O

Levantarme del alba a la luz pura, verme envuel±o en el tul de la neblina, enfre flores subir a la colina y el horizonte ver desde su alfura;

peneirar de la selva a la espesura y oír cantar un ave peregrina; sumerginne en la fuenfe cristalina

que, al frescor del pinar, blanda munnura

En la oscura y agreste hondonada

nl6 arrullas con lenia cadencia, o iu carne en hachón transformada,

es caricia y tibieza y esencia

ADOLESCENTE

Ya crecido fu verde follaje

simboliza mi alegre esperanza; pino dulce, la flor del paisaje de Honduras, fraganíe romanza

Rendida la labor, del aislamiento el halago senfir; cerrar los ojos,

en paz, cediendo al sueño el pensamiento;

dejar los días ir en dUlce giro: fal fue :mi vida en ti. libre de enojos; y al recordarlo

I

por volver suspiro

PI N O S

Alfonso Guillén Zelaya

ANCIANO

CANTO AL PINAR DE HONDURAS

Viejo pino, mi fecho, mi abrigo, el que siempre ayudó mi labor; cuando canio canias conmigo

y salmodias también mi dolor.

Con sus ramas, cual manos extendidas presenciaron las luchas fratricidas, con escenas cuajadas de heroísmo

Espirales que se alzan como grüo o gigantes Inirando al infinito asidos a los bordes del abismo

En el confín del horizonte vago que sobre el cielo túrbido se ensancha, tras las dolientes brumas de la tarde dibújanse las áridas monfañas

Ya descendió la noche silenciosa cubriendo con su soznbra la sabana y óyense a 10 lejos los rnugidos con que llenan los vienios las vacadas

Juan Ramón l\iolinn

EN LA SABANA

lOh, verdes sindicatos de mi lierra con raíces y savia esiremecidal IOh, iestigos callados en la guerra

y blasón de la Patda conmovida!

Felipe Elvir Rojas

Nuestros pinos -columnas verlicales– cual perfecta visión de lejanías, enire coros de voces celesfiales son cual monjes humildes de rodillas

El pino es un ejemplo la majestad de un templo.

El pino es horizonte En nuesira vida nene

Ese árbol es iu símbolo El pino es iu bandera, se yergue en iu montaña, se yergue en iu l~dera,

se yergue en tu llanura, se yergue en tus alCores¡

tu sangre, fu heroísmo, fus sueños. fus amores palpitan en la cálida savia de ius pinares con el rumor profético de antiguos avatares

Corno fu propio cuerpo a1fivo y desafiante. como la propia historia de iu opresión sangrante, lleva el pinar las huellas del odio y la metralla: tus pinares han sido un campo de batalla Allí yacen legiones de ±i±anes caídos,

y se quejan al viento tus ramajes heridos; al pinar no fallan bravura ni soldados: pinares legendarios, pii1.ares infinitos. ejércifo de cimas que ofrece a los proscritos en su compacfo bloque de fraterna arrogancia una lección de lucha suspensa en la disfancia

Nobles pinos de Honduras, espejos de grandeza, perpeiuo desafío de la Naturaleza

conira las dispersiones, confra las deslealtades, las derroias, los crímenes y las adversidades

Pinares hondureños, pinares ancesirales, enhiestos, eminentes, serenos, inmortales, bandera de vicforia contra las tiranías;

¡Vendrán los días 'de oro, vendrán los nuevos díasl

Del fondo de los negros precipicios surgen los viejos pinos cual fantasmas y al rumor del galope del caballo se estremecen las breñas azaradas

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