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más que un satén, y que su rol, no es de jugar a las

tortas, sino de despertar y de orientar normalmente

un Cierto número de I cocciones de los ancianos Pe–

lO eso no visible del extel ior para los iniciados

Tenemos aquí dos reacciones contradictorias Una que vie..e del grupo de sintesis exteriorizada por

el animador tel apeuto, y una reacción que viene del

grupo hecha con el personol IIFoyer restourant ll

Encontramos que el papel del animador teropeu–

In, está puesto en dudo por el primer glupO, porque

no ~e ho definido inmediatamente y concretamente,

¡Jorque no es visible a simple vista, y porque él no co–

II€SpondíCl a la ideo que uno tenía

Ll mismo conflictoise encuentro con muchas mós

1 eprecusione~ pOI a el unimauor terapeuta Cuando

56 trclta de consida/or las reacc.icnes que vienen del

exlerior 1:-1 ce<1ho de día utilizaba un "personal

caro

ll es decil, un €qLlipo de especialistas representan–

do L1n gosto d~ funcionamiento muy importante Por consiguiente, las mucciones de justificac.ión son igualnlente impol tontes Por otro parte el ani– mador terapeuta se encuentra frente a una alternati– va difícil, o responden a las reacciones del grupo de $íntesis, o responden a las reacciones del extel ior Así para el grupo de síntesis, se apareció que el papel del animador teropeuta tenia que ser entendido o paJlir del hecho centrol siguiente El animador te– rapeuta en grupos de ancianos llega a ser un IIcentro

de referencia" lo que se explica muy bien, como sien– do la continua<.ión lógica de su actitud de tomar en cuento sin cesar de lo que hemos llamado el l/principio

de realidad" El animador terapeuta es aquí poro presentar la realidad, lo posible y lo imposible, pora reajustarlas sobre, o sub-estimaciones de ellos mismos que hacen los ancianos, enlonces es normal que el llegue o ser un centro de referencia

Por ejemplo, cuando la señora A, se puso a ex–

teriorizar ruidosamente su agresividad, el grupo se dirige hacia el onimadar, para saber cual comporta– miento el ha adoptado y para poder también adaptar ellos mismos su comportamiento, de aquí viene el pri–

mer trabajo del animadcr, su rol, lo más impol tan te,

el cual está en controlar su propia imagen, lo imagen

que el mismo se hace de la vejez, en lo medida que

los ancianos tendrán tendencio

l

concretamente o no a

COI responder a és(o imagen

Pero el principio de realidad, se ha revelado muy rápidamente, como de maniobilidod muy peligrosa , Así sucede que un anciano haya I eorgclI1izado su personolidod alrededor de una folsa visión en lo rea– lidad, eso a fin de protegerse, de defenderse Tronsformor completa y •ápidomente este edifi– cio, serío nefasto, que sea hecho por el onimador– terapeuto, o por una otlO persona, agregando lo pri– mero

En este momento entonces, el rol del animador terapeuta, rnás que solamente un rol de protector, tiene por objeto facilitar una pragreción hacia la realidad, evitando una caída brutol, lo que sería ca– tnstrófico paro el anciano No basta presentar la

II

rea lidad" también se necesito pel mitir (y cado coso es un coso particular) una reorgonización alrededor de este principio de realidad

29

La primero acción, el rol más importante pues el animador, estó ahol a menos visible por el exterior, y

el menos satisfactorio es decir el que COI responde me– nos o las reacciones del extelÍor y de los ancianos Este conflicto desaparece, cuando la reacciones del exterior se reajustan a la realidad Para el exte– rior también tenemos que tomar en cuenta lo que

llamamos el

II principio de realidad"

RESULTADOS:

Uno pruebn del volar de este trabajo, que na ne– cesito muchCls explicaciones es lo siguiente Hemos bajL1do de 25% el porcentaje normal eJe hospitaliza–

ción de esos andanas en nuestro año de trabajo Es decir, que si teníamos durant:? el año 1964, en un gru– po de J 00, 50 que habr,ian necesitaeJo quedarse (por lo menos) un mes en el Hospital, en 1965, durante nuestra acción

l

solamente hemos encontrado 25 en el mismo grupo Eso es significativo sobre toda porque se hizo a pesar de que, el grupo tenía un año más, y

es importante cuando se habla de ancianas

Pero hociendo este análisis prog. esivo del rol del animador terapeuta, hemos encontrado una etapa muy importante de la vejez Lo que llamamos el "Com– plejo de Abraham"

EL COMPLEJO DE EDIPO

En el complejo ele Edipo, encontlamos un trián– gulo famoso, hecho con el padre, la madre, y el hijo

El hijo, en el camino al cariño de su madre, encuent-ra un obstáculo, su padre No es posible conseguir por él solo, el amor de su madre Hay una prohibición, una limitación o sus deseos de amor y de potencia, y

esta limitacián es el padre Integrando esas limita– ciones, aceptándolas, el chico se integto a la cultura, fal ma su super yo, y el conunto de normas y reglas los cuales van o dirigir gran parte de su campO! ta– miento

Más tarde, el hijo conseguirá su libertad, su autonomía, rechazando 01 padre como "Dios ll

,

reali– zando que su padre es solomente un hombre como las demás, y que él también de hijo tiene que ser hom bre, y más tOl de padl e Es en este mometno que el hijo tiene que IImatar" a su padre para liberarse (6)

Nos pOI ece muy interesante de ver que esto eta– pa que acabamos de presentar muy I ápidamente y que se encuentra al pi incipia de la vida, se puede también encontrar en uno forma pao ecida al fin de lo vida

EL COMPLEJO DE ABRAHAM

Muchos autol es han hablado del anciano que llega a ser de nuevo un niño, dependiente de sus pro– pios hijos Eso es muy conocido Pero menos cono– cido es la oposición del podre al hija, y la posibilidad

pOlO el anciano de conseguir mós autenticidad y

adaptación, aceptóndose, y l/matando" a su hijo

(G) (I~:!1 elato que utiliznM"s nquí "mntal" como una ImnE'cn)

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