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lti descansOl un pié, o una ..nano, y entonces comienzan los insultos, coreados por quienes acompúñon 01 vencedor

Estabas en una pla.wleta frente u MOllouua, y allí, te OIdenOlon volver la espalda ti quien ha– bía de insultO! te. Sus pnlahras golpeaban lm tu mIca, dabcJIl en los cortílugos de tus 01 ejos, y los insul– tos de los acompañantes del vencedor nacidos siell1pl e q tus espaldas pasaban silbundo junto u tu cuer– po

Luego el vencedol alabó a los soldados que te hauíun CClpturado, y dijo que tu vida y la de tus otros compañelos, no valía noda

Pero esto no es nuevo, pOI que así hu sido siempr e

El vencedor monta el escenario de su victor iu y hace lo pllIsible pOi a que la fLmción se desclr/

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lIe en lu noche, o en la 11,adlugada El denotado siempre esLá sucio, y solo, aunque lo hagclI1 conCUllir acompañado Unas veces lo visten con un traje a rayas, y le ponen esposas Otras, lo amollan con me– cates

Esta vez a vos te llevaron pálido y flaco, con el unifOl me que nadó los I íos de Chontales, y dUl– mió con vos sable el lodo de la montaña

El vencedor salió, de uno puelto iluminado, CO/1 anteojos neglOs y gLlayobel

(1 blcmco, pero an– tes, desde el segundo piso de su Residencia y protegido por la penumbla de la madrugada, lanzó vatias miradas fUltivas sobl e la plazoleta en que los guardianes te custodiaban a vos, y a los otros pr esos

Siempre hacen eso los vencedor es Miran a los vencidos con curiosidad

Dan vueltas en torno de ellos, se tOCCJIl la cabe:l.:a con los manos victar ioscls, y producen golpeci– tos en el suelo con los tacones de sus zCJpatos

y los vencidos siemple impávidos, acolralados, con los ojos brillantes, lIellos de un fulgul extla ño y cálitlo

No has visto las fotoglafías que te hicieroll esa !loche ?

Te veías como un pobl e animal azotodo pOI LII1 incomprensible cCltaclismo cuyos 01 (genes y ex– tensión no podía abarcar tu mente Estauas allí, haciendo un esfuerzo por endel ezar tu cuel po medio en– corvado, con los ojos bien abiertos y llenos de fuego

Estabas derrotado Estabas solo, absolutamente solo en medio do una tila de jóvenes, solos tam– bién, y derrotados Por eso el vencedor se mostlaba contento, y ladeado de acompañmiies que op!tludían

51.15 palabras flenéticornenle, sin aplausos, pela con flOses violentas de aprobación, y con insultos procaces Es raro que hayan aplaudido sin aplausos, pero así fue, como se aplaude en los funerales

Tú y tus amigos clan minúsculos seles cuyo tamaño iba empequeñeciéndose cadn vez que se al– zaba el tono de la perorata del vencedor Hubo un momento en que la figuro de éste, lecortada soble el fondo de la puel ta iluminada que lo hizo br atar de su escondite, se hacía inmensa, gruesa, como la voz humana en los altavoces de las plazas

Ustedes llegaron a pOlece, hormigas E:xtlaiíos insectos con redondos y relucientes ojos hWll(JIl05

encendidos por un fuego que los hacía contrastar con los anteojos, negr os, pionas, apocas, inexpresivos co– rno una venda, en el lastro del vencedor

Te derrotaron y llevaron tu cuerpo en triunfo Lo redujeron a ploporcionos ínfimas como hucen los jíbaros con las cabezas de sus enemigos, pero 110 pudieron hacer que tarnhién se empequeiíccielo tu alma, la cual quedó, en la derrota de tu cuerpo, intucta

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Eso me he estado diciendo hoy en la tOl de, (JI recordar que el Físcnl dr)1 ClJn'5ejo de Gllello, igual que el vencedor ante quien nos lIevCJIon Ilace meses para que nos illsul Ltn tI, uso en veL de ojos, an– teojos negr os, planos y opacos, que cubren su I ostia como una fúnebr e venda

Acusación

12

Septiembre

1959

4!kU 2 L M

E han acusado de traiciótl a la Patrio Nos llevaron Nacional, quien nos entregó un legajo de papeles En la segunda página estaba escrito

delOllte de un joven oficiol de la GUQldia

CARGO 1 ESPECIFICACIONES

Que Pedro J. Chamarra Cardenal, Reynaldo A Téfel Vélez y Luis Cardenal Argüello plomoviéron

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