This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »Eri este palacio, obra enaltecedora de la. desinteresad,a di,namia del Obispo Fray An<:!t'és de la.s Navas y Quevedo, vivieron por mucho tiempo' una larga sucesión de Obispos, que, con fuerte espírifu de sacri– ficio, presentaron a la posferidad en la fecunda labor de sus obras, una exlensa aportación de cuUura, en el desarrollo es– piritual y material de nueslro pueblo.
La materialidad de sus obras, perdu– ra en lE' piedra en que levaniaron hermo– sos edificios; y profesores del pensan,iell– to, eran reciores y guías, con riqueza de rifrnq infel¡:lctual y de profunda moral Cristiana. Ahí, en ese edificio, pasó so– bre el polvo de sus ladrillos de barro la capa de arrnmo y el manto rojo; y de sus puerlas salió el sombrero tejano, s la con– quista de almas por el Slnor divÍl10. Ahí, con aportaciones de distintos fie:m.pos, se c1icf6 el Código de los cruzados de la fe, y, rienies, alegres y opiimistas,. levan1an su figura en la hisloria de la Palria, aque– llos grandes Obispos cuyos norClbIes vi– ven en un recuerdo inlnortal:
Fray Juan de Rojas y Ausa, (1683 a
1685), que escribe obras con s8p'lencia de sabio; un Fray Nicolás DelgaClo (1688
a 1698), que se enfrenia en defensa de los indios de Subtiava, y a cuya insiancia se forma el Corregimiento de ese pueblo con el honorable Corregidor don Diego Rodrí–
guez lvIenéndez; un Fray Diego Morcillo Rubio de Auñion (1704 a 1709), verbo de elocuencia en la tribuna sagrada; un Fray Benito Garret y Arloví (1711 a 1716) que lucha por la liberiad de los indios de Ni– caragua; un Fray José Jirón de Alvarado
(1721 a 1724), auténtico primer Obispo leonés, que hOI'lra con su talento y su vir–
lud, un Fray Dionisia de Villavicencio
(1730 a 1735), fundador del Curato de la Villa. de Nicaragua, hoy Rivas; Docior Do– mingo Antonio de Saratain, (1738 a 1741),
que :m.uere como fiel soldado de las rni– licias de Cristo en su visila canónica, a pe– gar de su avanzada edad; un Isidro l'Aarín Bullan y Figueroa (1746 a 1748), que po– ne los cin1.Íentos de nuesfra regia e impo–
nente Catedral, un Pedro Agusiín },Ilorel de Sania Cruz (J 749 a 1753), que torna su cayado de PastO! de alm.as y recorre con paternal am.or, todo el ámbito de su diócesis y construye el nuevo Colegio Tri– denlino: ,Jo!)é Anlonio Flores y Rivera (1755 a 1756) que, apenas pudo eniregar su cuerpo con su pre:m.atura rnuerie, a ]a Caledral de León; Fray 1-.1ateo José de Na– via Bolaños y Moscoso (1760 a 1762), otro ahnegaJo cumplidor de sus deberes de Obispo, que Inuere en Granada a su vnel ta de Cosle Rica, la otra parre de su juris– dicción episcC"Jpal; un JualJ Carlos Vílchez
y Cablera (1764 a 1774), nicaragüense,
segoviano de Pueblo nuevo, impulsado r de la cultura in.l:electual; un Lorenzo Este– ban de Tris±an y ESl1l.oneto (1777 a 1783),
apóstol evangélico de los indios moscos y caribes de la Cosfa Atlántica; fomentador de la industria textil en Nicaragua, y por cuyo ilusirado :m.edio se obtiene el libre comercio en la Atnérica Central; un Juan Félix de Villegas (1786 a 1794), evange– lizador de los indIos de Matagalpa; un Fray I\ntonio de la Rueda Caso (1798 a
1803), segundo Obispo hijo de León, que pone muy en alto la enseñanza del Se:m.i– nario, poela elegíaco, un Fray Nicolás García Jerez (1814 a 1825), Gobernador Iniendente de la Provincia de Nicaragua; tomó parie en la proclamación de la inde– pendencia nueslra del poder de España, y a su influjo se dició el "Acta de los nu– blados" I aquellos Vicarios Generales, Ca– nónigo Dr. don Francisco Ayerdi, que hizo florecer las leiras y enriqueció la Univer– ajdad con su propia biblioteca; y el Canó– nigo Dr. don Desiderio de la Cuadra, que gobernó la diócesis hasta 1849, año en que lnurió, y de quien dijo el docior don Pablo Buitrago: "digno cultivador de hu– manidades; aún en la poesía práC±ica, pul– cro en su n1.oralidad, sabio en sus doctri– nas; orador muy patélico, y prudente en el gobierno, tanio que bien puede llamar– se el Bossuei nicaragüense". Su obra en verso, es la historia en décimas del asal– io del cuariel de Granada en 1823; un doc– ±or Jorge Vileri y Ungo (1850 a 1853),
político de verdadera fuerza en su Obis– pado de El Salvador de donde sale desie– nado; figura también relevante en la polí– tica del 41 en Guatemala; y en su Obispa– do de Nicaragua, torna también par:!:e ac– iiva en la política inierna Sobre este eminenle Obispo 1105 dice en sus Memo– rias, e] hisioriador don J erónim.o Pérez, que nluri6 a las nueve de la noche del
5.t5 de Julio de 1853, bajo la presunción de haber sido envenenado por sus enelni~
gas poli ticos liberales de los que era jefe el Lic don Francisco Cas±ellón, "conside– rándoJe core1.O un obsláculo para ciedas nliras 1.llieriores, por su ínfima alianza con el Presidente Cham.orro". Nada pudo ser cOIClprobado nos sjgue diciendo el histo– riador Pérez, a pesar de que el Gobierno ordenó al Prefacio de León, Lie don Pe– dro Zeledón, y en su defecio 2.1 Lic. Zepe– da, que siguieran un sumario en averi– guación de la verdad". "No se compro– bó el crimen con certeza, ni fueron deshe– chas las presunciones qua se abrigaban" Bajo la adminisiración del Obispo Vi– laTi, se llevó a efecio la separación de Cos:lél Rica de la Diócesis de Nicaragua (Tomado esta galería de la Reseña His– tórka del Dr Arturo Aguilc1J ¡
--40-
This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »