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habré en Ul10 dé mis leeuerdos anteriores Me he jJreguntodo Habría leído e( GIO( Zovala

a Hamiltór1~

Por de pronto aconsejo o los parlamentarios sobre todo dé Oposición, estudiarlo con

detenimiento.

D·· .

I$CUTIDO aCá/orodamerite en dos se$ioh~s fué opróbádo el proyectó en el punto reli– gioso sin modificación ninguno E!ito ca.usó romO lo esperaba disgusto a( Presidente provisc1Jrio Grol Juan J Estrada que redamaba el cumpiímiento del Convenio que había ceiebra– do con don Adolfo Díoz y con e( Grol Emiliano Chamarra Trabajamos en el ánimo de él, DíáZ y yo para colmarlo, pero él insistía en renunciar de la Presidencia con una acusación de deslealtad para el Partido Conservador

Pero e( Gral Juan J Estrada no tenía fuer~a en su Poder para obrar directamente con–

tIa la Asamblea Aquí saltó otro error grave, más grave todavía de la Asamblea Constituyen–

te La mayoría era partidaria del Gral Emiliarío Chamorro y desconfiaban del Ministro de la Guerra f,..uis Mena, temiendo que oprimiría a la opinión pública para ser él el sucesor de Estra– da. i;>CJ¡l¡ José Dolores Mondrogón peAsó que etablecienc/o en Nicaragua un sistema semiparla– mentario, se evitaba ese peligro, y presentó lo moción de que cualquiér Ministro del gabinete,

sobré el cuó( recayera un voto dé Censura tendríq que retirarse inmediatamente Fuimos varios los que nos opusimos a esa peligrosa modifiCación de nuestro sistema presidencial, entre ellós el

doCtor Adón Córden,as, él Gral José María Moncáda

Comprendiendo, el éminenté peligro que ElSÓ sir;¡ndiCaría, pués inmediatamente el Gral Mena apoyaría a Estrqdq pqra disolver la Ásomb(éd, IIOrré a don Pedro Joaquín Chamarra que vivía en Granado, Para ql,lé persuodif;!ro () Id mayoría eje lo Asamblea del desga que encerrabo lo moción de Mondragón, A ,cesar de éstar mél' dé SCífL!d inmediatamente llegó a Managua don I'edro Joaquín Traf¡ojó asiduámente e,1~ contra de In moción Mondrogó", pero fueron des–

oídos su saJ;,ios consejos y la moción aprobado por moyoríade votos

Como había trabajado toda In noche en éSas gestiones, y ya de madrugada fracasado y

triste me había retirado a mi aposento, dormía un .boco tarde, cuando llegó Benjamín Cuadra, que era también Diputado, paro decirme que ya iban o proceder a disolver la Asamblea, que estaba firmane/o la Constitución, que me precisara paró llegar a hacer acto de presencia para que no me creyeran cómplice eh el atentado que se iba a verificar As! lo hice y como mi casa estaha cercana a la Asamblea, llegue y firmé como todos

Momento después; invadió el rf;!cinto de la Asamblea una compañía del ejército, mon– dada por el Coronel Alfredo Rivas, ordenando, y ejecutando manu mi/itari, la expulsión del re– sinto de todos los Diputados. Muchos de ellos se llenaron 'de pánico y como siempre e¡emplar de dignidad la actitud del dóctor Adán Cárdenas Su vigorosa protesto, la respetabili– dad de su figuro hicieron que al retirarse, principiando por el propio Coronel Alfredo Rivos, to–

dos, se cuadraron y le rindieran ho,!ores

Mientras tanto un bando solemne recol ría las cafles en todas las cabeceras de (a Repú– blica, publiCando el decreto de disolución de la Asamb/ea, y convocando a los pueblos para elegir otra Así rezaba la esencia del decreto

"El, P;esidenté de ló Repú~lica, Considerando Que lo Asamblea Noc!i0'1dl Constituyen– te, canvocaf/a por la Ley Electora' 'de 1 9 de Noviembre anterior, no hC!J cOf.rf¡sprmdido al man-

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