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CAPITULO XI

CORRESPONDENCIA REBELDE

El Berruguillo, Junio 14, 1927. - Señor Je– fe Político. - Ocoial. - EstÍl'nado Señor:

Tengo mucho gusto en participarle por Inedia de la presente que mientras acepi:o <:). usied corno Jefe Político del Oeo– tal, no aceptarnos a ninguna de las auio– ridades que funcionan oficialrnente en los siguientes lugares: San Fernando, Cuidad Antigua, Telpaneca, Quilalí, El Jícaro, Mu– rra y Jalapa. Nosotros sornas suficientes para dar garanfia a esos lugares y corno todos sus habitan.tes son Liberales no se sienten con garantías siendo Adolfo Díaz el Presidente de Nicaragua. Nosotros no deponemos nuestras armas aun cuando el Presidente fuera susiituído por un Liberal honrado. Yo deseo que esto lo sepa su go– bierno, que 11.uesira actitud es, que si los Yankees quieren desarmarnos estarnos dispuestos a maiarlos a ellos y a iodos los que quieran quiiarnos nuestros rifles que hernos obtenido con honor Los rifles que tenernos se los hernos quitado a los Con– servadores, y si na les gusia, dígales que hagan lo que quieran.

Atentamente, A. C. SANDINO.

LOS COBARDES Y FELONICOS YANKEES SE ESCONDEN TRAS LA MASCARA DE LA HIPOCRESIA, MOSTRANDO UNA BANDE– RA BLANCA PARA MATARNOS POR LA ESPALDA. EN UNA MANO TIENEN UN CRUCIFIJO Y EN LA OTRA UN PURAL.

Todo el pueblo centroarnericano co– noce ya nuesira actitud de sana protesta contra la c:rin,inal invasión yankee y con– tra los traidores a mi patria que corno Boy Scouts vienen en la avanzadilla de los invasores. Por lo tanto, considero con– veniente hacer saber a rnis compañeros Latinoamericanos los úHimos aconteci– mientos que han tenido lugar en el área que está fuera del control de Adolfo Díaz y que con,prende los siguientes pueblos. En el Depar.tarnento de Nueva Segovia: San Fernando, Ciudad Antigua, Telpane– ca, San Juan de Segovia, Quilalí, Muna, Jalapa y Ciudad Sandino, que antes se llamaba Jícaro. En cada uno de los lu– gares tenemos pequeños destacaInenios para mantener el orden público así COInO la organización de nuestra administración basada en la más pura deInocracia, pues– to que aun a nuesiros eneInigos les daInos toda clase de garantías a sus personas e

intereses. Además, lnantenernos sieie pa– .trullas de Inonlaña, cada una con 50 hom– bres, patrullando las zonas arriba men– cionados, teniendo nuestro almacén de guerra en un lugar llaInada El ReInajón, el que tiene una sola entrada, esio es, por el Cerro del Chipoie.

El pasado 11 de julio, yo recibí del llaInado jefe de la maldita expedición in– vasora yankee en el CampaInento de Oco~

fal, el Inensaje ielegráfico que textual– Inente dice: "General Augusto C. Sandi– no, jícaro. No es posible que usied con– tinúe sin considerar los ofrecimientos ra– zonables y a pesar de sus insolenies res– puestas a mis overiuras previas, le doy otra oportunidad para que se rinda. Co– mo usted sin duda sabe, estamos prepara– dos para atacarlo en sus propias posicio– nes y ierIninar de una vez por todas con sus fuerzas y con usted si usied insiste en Inantener su aC±itud presente. Además, si usted tuviera éxí±o en huír hacia Hon– duras o cualquier airo lugar se pondrá un precio sobre su cabeza y usted nunca po– drá volver en paz a su pairia, a la que dice amar fanto, sino como un bandido a quien harían huír sus propios pacíficos con~

ciudadanos. Si usted viene a Ocotal con todas sus fuerzas y entregan sus armas, usted y sus soldados gozarán de aInnisfía. Yo se lo prometo como representante de una gran nación poderosa que nunca ga-: na batallas traicioneramen±e. Así tendrá usted la oportunidad de vivir una vida honrada en su propio país y poder ayudar a sus conciudadanos en el futuro. De otra manera, usied será un exilado y vivirá fuera de la ley COInO los cerdos, persegui– do por doquier y repudiado por iodos, mientras le aguarda una afrentosa muer– íe, la del criminal que merece se le tire por la espalda por sus propios seguidores. Nadie fuera de la ley ha prosperado y muerto sa±ísfecho. Y COInO un ejemplo de hace veinticinco años, hubo alguien que estaba en la misma situación en la que usted está y que vio la luz a ±íempo. Fue Aguinaldo, de las Filipinas, quien des– pués fue un buen aInigo de los Estados Unidos de América. FinalInente debo in– forInarle que Nicaragua ya sufrió su úHi~

ma revolución y que soldados mercena– rios no tendrán más oportunidad de usar sus talentos en el futuro. Estaré esperan– do por usted en Ocotal a las 8 de la ma– ñana del 14 de julio, 1927. Su resolucíón salvará la vida de muchos de sus solda– dos y la suya. Su respuesta debe ser sí o no y espero. que sea sí. D. G. Haffield".

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