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CARL BOVALLIUS

Upsala, Odubre de 1887.

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ft PROLOGO

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y •• ¡.¡ A pesar de que la América Central goza de una situa- ;¡ ¡.¡ Clon que la hace una de las más imporlantes y que debería H

¡:¡ haberla hecho también una de las regiones mejor invesfiga- 1:;

;'; das de la Herra, hasia ahora -como consecuencia de varias :.:

¡.¡ circunstancias concurren±es- ha sido tan poco estudiada que ¡',

:'i grandes extensiones de ella -con eniera razón- :merecen el :::

~ ~ :.: nornbre de Hierrae incognitae". Naturalmente, hOnlbres corno ti

;.: Humboldt, Stephens, Squier, Ber±hold Seemann, Morifz Wagner, " ¡:¡ I'larl Scherier, BeH, y otros más, han viajado a través de partes ¡~

H de estas tierras, pero sus rel aciones en lugar de agotar el rico ¡:'

" material, dan al contrario mayores deseos de llegar a conocer ,.1 ¡:¡ más sobre esta tierra predileda de la naturaleza. ¡.¡

¡:' Por nmchos años había yo tenido el deseo ardiente de r¡

i:~ conocer de cerca la rica naturaleza de los frópicos, cuando en

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... el año de 1880 recibí la beca "LeHerstedtsk" y fue de esta ma- ¡.:

::: nera que estuve en condiciones de realizar mis planes de viaje. i'i i:i Mas antes de comenzar a dar las impresione$ del mismo, es !:i

o', un deber que me es grafo cumplir, el de expresar mis ardien- ,,l !:! tes y sinceros agradecimientos a las muchas personas que de !:!

¡', una manera u otra lo hicieron posible, y sin cuya bondarlosa l:l

f,¡ ayuda hubiese sido imposible dar a este viaje la extensión que ¡',

'.' tuvo y recoger las magníficas colecciones que de él resu1±aron.

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l.l Los Profesores Sven Lovén y F. A. SmiH me procuraron ':' ¡.¡ un rico instrumental para colecciones zoológicas. Este mate- ;!

~: rial fue ampliado por los profesores Wilhelm Lilljeborg, Tycho "

~ ,

~ ;:; Tullberg y Th. M. Fries, los cuales, ademas del Académico ad- ¡:¡

l.¡ junto Dr. John Bjorken como Mecenas benévolo, pertenecien- ¡',

iJ tes todos a la comunidad de Upsala, me procuraron una suma ¡:l l·l de dinero para traer estas colecciones a los museos de la Uni- ,',

:-: 'd d d U 1 f' '.' verSl a e psa a. o',

1·1 El Ministro de la Marina, Baron C. G. von OHer, me acor- ¡~

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..

}! dó grandes facilidades durante mi viaje en la corbeta de Su i1 ¡', Magestad, "Balder". El comandante de la corbeta, Capitán l:l ti

Ansgar Broberg, y su segundo, Capifán Eugene Munck, lo mis- ¡~

¡:; :mo que toda la tripulación, sin excepción alguna, me manifes- ¡:¡

¡.¡ taron la mejor buena voluntad. En el Istmo de Panamá tuve t,

¡:¡ la valiosa ayuda del Cónsul, Gustav Gyllich, del Ingeniero Ale- ¡.¡

¡~ xander Rothe y del Capifán John Dow. En Costa Rica, la del

n

" Cónsul Rohrmoser, en Puntarenas, la del comerciante Stein- ..

¡~ worfh y la del Dodor José Zeledón, en San José, la de los ¡1

¡', señores Müllner y Scháfer, en Siquirres, la del Obispo B. A. Thiel l:¡

:.: y la de Mr. John Lyon, en Talamanca. En Nicaragua, durantei:i ¡:¡ gran parte de mi viaje, tuve la compañía de un buen camarada ¡¡

¡', y servicial amigo Mr. Edward Ridgway, y en la acogedora casa l:¡ ¡:; de Mr. Charles ScoH, en San Juan del Norte, recibí un apoyo ¡:¡

'': efecfivo. En mi viaje de regreso a Suecia y durante mi esta- :.:

~ ~ " día en Inglaterra, recibí grandes pruebas de la bondad de :: ¡:¡ Mr. A. S. Bicknell, de Londres. ¡:¡

-'- Las colecciones que pude reunir :.:

eran tan grandes, que su transpode ¡:¡

hasia puertos del Ailánfico, me causa- ,(.1

ron grandés dificultades que hubiesen o',

sido demasiado insalvables si la Co- ¡::

rona no me hubiesen acordado el apo- '.

• ,¡.',¡ yo necesarIo.

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