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Bastante ha conm.ovido a la población este suceso, . ue no por ser frecuentes los incen<:iios, ha .deja~o

¿e causar pena, pues era uno de los Clnco o selS pnn– cipales templos de la catolicidad sansalvadoreña.

Recibo teJegrama de la Bela en el que me parli– cipa que mi hija ~at.ilde viene acompañando a, Celia Vivas; el mar:l:es prOXlmo, probablemente, llegaran.

ENERO 25

Anoche me dijo Juan J. Cañas que es enorme el contrabando que, con autorización oficial, hacen los magnates de aquí. 1vle citó el nombre, por ejemplo, de un grandote que, al regresar de Eur9pa hace corno seis semanas, trajo de equipaje corno 40 baúles que no fueron ni ablerlos siquiera en la aduana.

Dn. Nicolás l\ngulo --de buena reputaCión - en–

tra al ministerio de la Gobernación; y el dador Salva– dor Rodríguez G. de quien no puede decirse lo mis– mo que del señor Angula, al de Relaciones Ex±eriores.

Visi:f:o por la noche a Da. María Harrison; lUinu– fas después de esiar yo allí llega Da. Mercedes Ulloa de Busiamante, señora muy buena y simpática, nieia de Morazán. Hablarnos de la carla que Don Eugenio Arauja dirije al Presidente, y dice Da. Mercedes: "Pues Bloom es el único que iiene influencia con Figueroa"; a lo que agregó Da. Marí.a: "Hace poco me dijo el encargado de negocios de Méjico que Bloom era aquí el verdadero minisiro de Hacienda".

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Muy negras historias de Dn. Eugenio Arauja me cuenta X. X. refiriéndose a Bloom y a Rafael Severo López, corno ésta, por ejemplo: Pedía la Salvador Railway Company una subvención anual de ;E 18.000; Dn. Eugenio era ministro general mandando Regala– do; y dijo al representante de la Compañía: "Les da– remos ;E 24.000 anuales, pero ustedes entregarán cien mi,l pes,?s al General Regalado,. y otro tanto a mí; ad;e– mas, mlentras duré la conceSlon, ustedes me daré\Il

;E 2.000 anualmente". Así se hizo.

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Vienen de Nicaragua Ildefonso Vivas, su hija Ce– lia y mi hija Ma±ilde. Inmediatamenie se van para Santa Tecla.

Según cuenta Bloom., está D11.. Enrique Arauja eno– jado con él porque pretendía el pailriola Dn. Eugenio que le llevasen en parle al reparlirse las l.rlilidades del empréstito, a lo que se opuso Figueroa. Con su carla al Presidente ha dado Arauja buena ocasión pa– ra que se pongan a escudriñar su fea y hedionda historia.

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Ildefonso y la Matilde vienen de Santa Tecla a la 1 p.m. y en casa se están hasta las 5, hora en que vuelven a aquella ciudad. Cuenta Matilde que fado Granada esfá con:l:entísimo por el casamiento de Joa– quín Pasos con Juanifa Zelaya. Se ve, por lo que Ildefonso y Mafilde refieren, que los granadinos han puesto mucha agua en su vino.

. Se sabe que el gobierno ha dado de alia a varios Jefes militares notoriamente oposicionistas COlnO Nor– berto Morán, Joaquín López, Potenciano Escalón, etc.

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V~enen por segunda vez de Santa Tecla Ildefonso

y Matl1de. No±o que ninguno de ellos me dice con

ab~oluta seguridad que puedo ir completamente fran– qwlo a Nicaragua. Sorpresa me ha causado el saber que Mr. Nicol, a quien tan rico se creía, esiaba COln-

ple:amen:l:e aruínado, lo cual no se averiguó hasia des– pues de su muerle.

Juan ~an1.ón Malina y Adán Caello , con quienes me encontre esía iarde en el parque Dueñas me cuen– tan que Dávila tue elegido Presidente de' Honduras por una.nimidad de votos (unos cuatro mil y tantos); en 1902 sufragaron más de 60.000 ciudadanos. Yo estaba allá entonces, y resultó elegido Bonilla con 43.000 votos.

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No esperaba a Ildefonso hoy, y vino a la hora de cosi.umbre (la una p.m..} a invitarnos a Agustín Bola– ños Ch., a Enrique y a mí, para que vayamos maña– na al casamiento de su hija Celia y al almuerzo que con tal motivo habrá allá en casa de Da. Rafaelita Sánchez, hermana del novio.

Casi resuelto está que nos iremos Enrique y yo el 6 de Febrero en un vapor alemán que llegará en esa fecha a Acajuila. Me im.presiona haber :l:omado esta resolución. Creo a veces que puede :tener para mí terribles consecuencias. .

El'l la noche voy a casa de las Capas a las que les dejo un paquete de carlas del año pasado, que no me atrevo a llevar a Nicaragua.

FEBRERO 1·

Enrique se va a las 6 a.m. a Santa Tecla, r

yo a las 111/2. Hoy se casa Celia Vivas con Dn.•Jose Es– teban Sánchez, emigrado guatemalieco, de las mejo– res familias chapinas. Allá almorzam.os: éramos co– m.o 16 a la lnesal a lní me sentaron junto a Da. Elisa Sánchez de Hall, la madrina del matrimonio, y sobt'Í– na del novio. -Por cierlo que la tiene furiosa el casa– miento de su ±lo José Esi.eban. Según ella me dice, ya anda éste por los 56 años. Hice algunas visitas en Santa Tecla, entre otras

El. la Anita Zelaya que ha vivido en Granada en casa de sus parienies las Ze– layas Bolaños que son vecinas mías en aquella ciudad.

I

A las 7 p.ln. regresamos a San Salvador.

Ismael Fuentes con quien me fuí conversando a la ida en el ±rencllo a Santa Tecla, me habló pestes de Salvador Rodríguez G. nuevo ministro de RR. EE.

FEBRERO 2

Vienen de Santa Tecla, para quedarse ya en esta ciudad, Ildefonso Vivas y la Matilde, quienes se hos– pedan en el hotel Nuevo Hundo. Hasta las 9 de la no.che no recuerdo que hoy hace 28 años que soy

COjO.

(NOTA: Se refiere al atentado de que fue víctima el 2 de Fe–

brero de 1880, en la ciudad de Granada, del que re– imitó con una pierna fracturada qne le hizo cojear por el resto de su vida).

Viene la noticia de que ayer fueron asesinados al rey de Porlugal y su hijo Carlos.

(NOTA: Desde entonces Portug-al pasó de la monarquía a la

dictadura, como le ha pasado a España y a oti'as de las llamadas repúblicas, por de pronto, a Cuba, que de las dictaduras de Machado y de Batista han caído en la anarquía, el demagogismo y el plebeyismo).

FEBRERO 3

Paso la mayor parle del día ocupado en prepa– raiivos de viaje. Fui a despedirme de Figueroa al que hallé conversando con Delfina Aragón, mujer de Ja vida airada. No habló el Presidente diez palabras duranie mi visita que fue corno de cinco minutos. Por la noche llevo a Maiilde a presenfar a casa de Da. María Harrison, y después V9Y solo a la de Ca-

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