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ADOLFO DIAl Y CARLOS CUADRA PASOS

VISTOS POR EMlLIANO CHAMORRO

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ADOLFO DIAZ

De los viejos que participamos en polí– fica, Adolfo píaz, Carlos Cuadra Pasos, algu– nos otros y yo, los amigos Díaz y Cuadra Pa– sos se han ido dejando una huella indeleble en las páginas de la reciente historia de Ni– caragua..

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Creo sin temor a equivocarme que de los ofros parficipantes en nuestra política quedarnos muy pocos.

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Es muy humano, que yo, que estuve muy

v~ncul8:do a Carlos Cuadra Paso~ y a Adolfo DIat, SIenta hondamente la parflda hacia 10

Eterno de éstos caballeros y que en:mi mente se amontonen viejos recuerdos de hechos y sucesos que viví con ellos.

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Difícil es, cuan– d? de ho~res públicos se trata, separar el VIVO sentlrnIento de afecto de las interven–

c~o~es puramente hisfóricas para que surja nlfJ.da la verdad desnuda de lQ~ hechos.

'~dolfo y Carlos fueron honestos en sus actua–

CI0l1,~S personales y ~or lo mismo me. atrevo a afIrmar q~e esfaran de ac~erdo conmigo en que, a Inl modo de ver, deJe en mi infimi– d.ad el afecto que siempre les tuve y refiera SIn adornos los sucesos que me tocó convivir

con ellos, mejor dicho, algunos de ellos, pues será para mejor oportunidad que pueda agrupar en forma m.ás dilatada, las interven– ciones de ellos y yo en la vida política de Ni– caragua... Sé también que ª-ceptarán, com.o yo,. esta. contribución de la é:Xperiencia para la Juventud nuestra que le ha'tocado vivir en el período más sombrío de nuestra existencia republicana... Cometimos errores, actuamos equivocadam.ente, seguiznos caminos diver-;– sos, nos unirnos y nos separamos, nos distan– ciamos y volvim.os a encontrarnos, pero en