This is a SEO version of RC_1964_03_N42. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »E:,DITORIAL
. ":/
La construcción de un nuevo canal ha vuelto a ponerse en el tapete dé manera insis– tente, sobre todo después de los últimos incidentes de Panamá. Oportunamente REVISTA CONSERVADORA da a la publiéidad este número conteniendo muchas opiniones sobre los beneficios o perjuicios que produciría en Nicaragua, si ese futuro canal se construyéra a través de nuestro terloitorio. En esta forma cree contribuir a adelantar los movimientos de opinión al respecto, antes de iniciarse posibles conversaciones para la negociación del nuevo tratado que se requeriría para la construc·ción del canal, si los Estados Unidos se deciden a hacer uso de la opción que les concede el Tratado Chamorro-Bryan.
Es indudable que a través de nuesrtra historia, se ha considerado siempre como un des– tino geográfico de Nicaragua, la construcción de una ruta interoceánica por su territorio y
que en diversas épocas se ha creído que eso significaría un beneficio incalculable para nues– tro país y una condición indispensable para nuestro porvenir.
y así han sido negociados diversos tratados de Canal, persiguiendo siempre el mismo objetivo, durante administraciones conservadoras y liberales. En este número se publican varias de esas Convenciones; una celebrada durante el Gobierno Conservador de los 30 años, en el siglo pasado, el del Do-ctor Don Adán Cárdenas; otra celebrada a principios de este siglo en el Gobierno liberal del General don José Santos Zelaya; y finalmente, dos celebradas durante la última etapª de gobierno conservador, entre ellos el discutido Tratado Chamorro– Bryan.
Estos no son los únicos docUlnentos que denluestran el interés que Nicaragua ha !te– nido siempre por la construcción de una vía interoceánica por su territorio, ni de la creencia general que existía de antiguo sobre los beneficios que esa ruta traerían al país. Entre esos intentos l>ara la construcción del Canal por Nicaragua se pueden mencional·: el Tratado Dickinson-Ayón celebrado a medi~dos del siglo anterior y un contr~to con una Compañía privada celebrada durante la administración del General Zavala, en q.ue consultadas las otras
RepúbIica~ centroalnericanas por el Ministro de Relaciones Dóctor Don Adán Cárdenas, to– das' le dieron su entusiasta béri~pláeito. -Sóló Costa Rica puso reparo por no haber sido previamente consulJtada, p.ero' d~das las explicaciones del caso, retiró todos sUs reparos y
también le dio su cOlnpl~to R$entimiento.
. Ha sidó, pues, una;' política constante de Nicaragua durante los Gobiernos de los dQs
Partidos el deseo e interés (hi la -construcción de un Canal por Nicaragua.
. Abora que vüelve' 'a ponerse en el tapete la construcción del Canal por nuestro terri-t.ório, REVISTA CONSERVAPORA fiel a ese constante históriéo, nQ sóló naciónal sino cen– .troamericano, de considerar ,como gran beneficio, y la realización del destino geográfico del país, la apertura de una ruta interoceánica en nuestro suelo, que se extendería a todo el 1st-
. nlO Centroamericano, suma su opinión en favor del Canal. NaJturalmente, las condiciones actuales y una política de amistad y solidaridad de los Estados Unidos cón los países Hispa– noamericanos y particularmente con el nuestro, el que ha sido tradicional por parte de ambos países, presentan condiciones favorables para que el nuevo Tratado que del,Je negociarse otorgue a Nicaragua toda clase de venltajas en cuanto a nuestros derechos de soberanía, participación en los beneficios y en la adlninistración de la ruta.
Si los Estados Unidos decidieran construir el 'nuevo canal en otro país desechando la opción que les concede el Tratado Chamorro-Bryan, REVISTA CONSERVADORA opina que debemos dar por cancelada toda posibilidad de un Canal por Niearagua~ y que a cambio de eso, deben abrirse negociaciones para obtener la cooperacióil económica ,,y, técnica del! Gobierno de los Estados Unidos o de los Organismos de Crédito IllJternacional para la cana– lización del Río San Juan, 10 que sería de incalculables consecuencias para el desarrollo del
pa~s. Si eso, que había sido ya convenido entre el Presidente RooSevelt y el Presidente So– moza Garc~a, no fue posible llevarlo a cabo por las circunstancias de la Guerra':en que se en– contraba el mundo empeñado, ahora se abrirí~n de nuevo esas posibilidades por no existir ya aquellas circunstancias adversas.'
!
This is a SEO version of RC_1964_03_N42. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »