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« Previous Page Table of Contents Next Page »bilidades básicas en las episodios trágicos del 54 al 56 que sirvieron de antecedentes a la dolorosa Guerra Na– cional.
Utilizando un vapor de Solazar, los emigrados llegaron a Amapolo con Jos armas y municiones que lograron conseguir en Honduras, desembarcando en el Realejo el 5 de Moyo de 1854 Lo figuro de Salazor es visible en este cuadro de luchas intestinos Puso su copltol 01 servicio de estos sangrientos episodios Ciegos y sordos los nicaragüenses al entendimien– to, respondieron con lo intronsigencio o todo embojado de paz Los aparentes éxitos militares de unos y otros, jamás los pudieron valorar Coda cual reclamaba más de lo que había conseguido y 01 final fue Nicara– gua lo que se hundiá Fue lo Patrio lo que se arruinó
y todavía hay quien piense en recurrir a la guerra como solución de nuestros problemas domésticos, que solo se sobe cómo principian
¿Quién puede garantizar el resultado de uno guerra?
War is hel/, dijo Sherman, y en verdad que no hoy comparación más adecuado para lo guerra, que el pro–
pio infierno con sus dantescas escenas, y también con
sus ironi'as porque don Fruto y el Licenciado Castellón que fueron los protagonistas principales y que lucharon por lo Jefatura del Ejecutivo, no vieron el final de lo guerra Jerez que peleó también con iguales propósi– tos, lo que le quedó fue uno cicatriz en lo Coro y lo in– veterada pasión revolucionario, que le encendió toda su olmo En cambio Tomós Martínez que en los co–
mienzos de la contienda bélica, no era mós que un camerciantito ignorado de lo vida civil de Nagarote, resultó siendo el personaje favorecido, con uno Presi– dencia de lO años
Hiio de Salazal' arrebatado de la muerte
y bien Solazar era el hombre de influencia ante el Gobierno Provisorio de León, que presidía su cuñado Francisco Castellón Los trapos occidentales 01 mondo de Jerez echaron o don Fruto de sus posiciones y en su retirada no pudo pararse en Managua, ni en Masaya y se reconcentró en lo Plazo de Granada, Todo hacía presagiar el triunfo de los demacráticos El sentido de la fraternidad se había relajado Los vencedores lan– zaban el Vae Victis, y los vencidos sacaban fuerza de flaqueza en su afán de llegar hasta el último sacrificía En esto surgió un coso doloraso en lo vida privado de Solazar Un hijo del matrimonio estaba gravísimo y los médicos de León, lo habían desahuciado Alguien pensó en el Dr Rasalía Cortés pero habja el inconve–
niente que vamos a citarlo, porque conviene que los
nicaragüenses fijen muy bien su atención en este pasa– je El Dr Cortés ero un hombre amante de la paz Golpeado en lo más íntimo de su olmo, por la espantosa gue. ro civil, quiso zanjar las dificultades entre occiden– tales y orientales y fue o Granada En viaje de Jalteva o los barricadas, en plática, entre los sitiadores y sitia– dos, fracasó en su empresa, El ningún éxito obtenido lo dejá mal visto de unos y otros El grave delito que había cometido el doctor Cortés ero haber querido más lo bandera blanco y azul que /0 empequeñecida divisa partidista El ideal de Cortés ero solucionar los pro– blemas a base de concesiones mútuas, pero los das par-
tidos no querían más que la sangre de los mismos hermanos
Altruismo profesional
Siguiendo con e/ relato, el doctor Cortés examinó el niño enfermo y la efectividad de su diagnóstico logró rescatarlo de las garras de lo muerte La gratitud de la famiiia Solazar Castellán fue inmensa Le pidieron lo cuenta al eminente profesional y el humanitario ga– leno por todo respuesta contestó, que lo único que quería ero que se le concediera por el Provisorio, un pasaporte para que no se le molestara en Chinandega, que ero el nuevo lugar donde quería vivir el resto de sus días, Solazar 01 momento le llevó el pasaporte y en un cartucho de papel le metió varias monedas de oro, que en principio el doctor Cortés las rechazó aceptán– dolas más tarde, cuando se le dijo que era un regalo de la señora esposa de Solazar, y que tamaño desaire no resultaría paro una dama de su elevada condición
Salazar mantiene el sitio de Granada
Después del desastre de Él Pozo (l3 de Mayo 1854), Jerez avanzó hasta Granada posesionándose de lo Iglesia de Jalteva y sus alrededores, desde el 26 de Mayo de ese año El 11 de Junio de 1854, el licen– ciado Francisco Castellón en concepto de Jefe Proviso– rio, nombrá Ministro Gral o don Pedro Carvajal En la tOl de de ese día de orden de Castellón, mondó a citar o varios ciudadanos leoneses para una Junta de Nota– bles, que debía reunirse el día siguiente 12, en cosa del señor licenciado don Gregario Juarez, señalando los diez de lo mañana poro verificarlo Bajo la Presiden– cia de Carvajal y con asistencia de los señores licencia– dos Hermenegildo Zepeda, Gregario Juárez, Basilio y
Sebastián Salinas, Mariano y Norberto Ramírez, Fran– cisco y Jesús Boca, y de los señores don Mariano Salozar, Nazario Escoto, Miguel Robelo y otros, y orga– nizados en Junta, el señor Ministro Carvajol, abrió la, sesión y parándose hizo uso de lo palabro -dijo, más' o menos, lo que sigue Tengo encargo del señor Direc"
ter Provisorio poner en conocimiento de Uds una cart~
o noto que recibí ayer del señor general en jefe, en Jalteva, Dr Máximo Pérez, para que Uds le aconsejen
lo que crean mós conveniente a fos intereses generales
del partido y de este vecindOl io; y metiéndose la mano a la bolso sacó la carta y le dio lectura esta decía', "La situación del cantón es deplorable Yo estoy he– rida y no puedo levantarme El General Pineda está también mal herido Esteban Valle y Francisca NavdS murieron Hay otros tantos muertos y heridos Lq deserción continúa, y porque el robo ha sido grande y
el que va robando se va yendo, y por consiguiente el ejército va reduciéndose
Se carece de pólvora, plomo y de todo clase d~
elementos de guerra lo mismo que de dinero, pro vi ,' siones de boca y de todo, si dentro de ocho días no m~
mondan cuanto pido, levanta el cantón cualquiera qU~
sea el resultado ll
I El señor Ministro Carvajal en cuanto acabá de lee\
lo carta anterior, volvió a tomar la palabra y les dijo: Que estaban impuestos de ese documento y que com~
su contenido era tan sustancial y trascendental, ~,I I~
ponía a discusión para que la Junta resolviera y f.}aiQ,
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