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Editado bajo los auspicios del Real Instituto de Asuntos Intelnacionales (London, Oxford University Pres, 1961) por Franklin DalIas Parker.
JORGE FIDEL DURON
Secretario de Relaciones Exteriores,
República de Honduras
Es éste uno de los más imporfantes libros que se han publicado úliímamenfe sobre las Repúblicas Centroamericanas Y, sin duda alguna, es el más im– porlante de los publicados por el autor En efecto, dudo que haya ofro que, en un poco más de tres– cientas páginas, haya acumulado la riqueza de ma– ferial histórico, geográfico, económico y social que el aquí reunido, más campado, más coherente Y,
sobre todo, más puesto al día (1963)
Su abundante bibliografía, a más de copiosa, es
realmeI1fe impresionante. De ahí que, para iniciar
esta breve reseña, comience por recomendar su opor– iuna iraducción al español pues creo difícilmente se enconrrará una mejor y más hábil guía para el es– iudio de la problemática ceniroamericana.
En su análisis sobre el Ishno Unido, el Dr. Par– ker hace una oporiuna ciia de algo que a fines del siglo diez y seis dijera Fray Mafías de Córdova, el famoso aufor de la fábula sobre liLa Tentativa del: león y el éxito de su empresa". "Désele a esfa vas–
ta mayoría de la población una oportunidad para respetarse a sí misma y sus requerimientos harán próspero a todo el reino" .
Al comeniar sobre la sifuación del istmo de en– ionces, con caminos intransifables, con caudalosos ríos cruzados peligrosamente y en lugares inhóspi~
tos, donde el viajero está expuesto a perecer frenie a los salvajes y las fieras, las sabias frases del monje dominicano inducen al auior a decir: "Sus pala– bras consfifuyen una lección cuyo significado no ha aprehendido plenamenta todavía Centro América" La acusación es fuerte y severa pero no por ello menos cierla, aún aefua!. El mismo Dr. Parker se encarga de señalar algunos de los faefores para que esto sea así "La corona 1 española} ", dice, "menos enamorada de esfe 1 aino que de aquellos que pro– ducían más riqueza mineral, puede en parle tener la culpa de estas coridiciones". Esto, en lo que con– cierne a la época colonial, que se extiende más o menos desde 1570 a 1821.
Más adelante el aufor señala otro fador igual– menie aplicable al desenvolvimiento centroamerica– no a partir del año de 1903 Trata en este capüulo del enésimo esfuerzo de volver a la unidad centro– americana, intentado en la primera parle del pre– sente siglo, alude a la adquisición del Canal de Pa– namá por los Estados Unidos de América y dice: "Si esia tentativa hubiera venido sin la intervención de los Estados Unidos de América en la política cen–
iroamericana, habría cariado cincuenta años los pla– nes de su unificación"
Los otros fadores en mi opinión son quizá más decisivos si se torna en cuenta que los arriba cita–
dos no habrían hecho mella en la decisión de los planes de unidad en países más desarrollados, corno España, Francia, Alemania e Italia De ahí que el Dr Parker, conociendo el medio, le otorgue el ma– Yor interés a relatar el viacrucis sufrido por el isimo en sus infentos y afanes por reconsiruir lo que, du–
r~.nte el régimen español, constituyó una sola na– CIonalidad, rota por las ambiciones individuales de
BUS mediocres tempranos conductores, una vez pa– s';lda la gesta morazánica, mantenida su desintegra– Cfón por la evidenfe falla de preparación, la caren–
c~a de educación y de visión de. sus líderes poste– nares al alcanzamiento de la independencia.
fi El libro tiene enonnes posibilidades monográ– dess, a juzgar por 10 que apenas se insinúa en él y ades las numerosas fuentes de que se dispone.
Cada país es estudiado por separado, analizado apar– fe en aquello que concierne a su geografía, historia polítlca, social y económica, su gobierno, sus fron– ieras, el desenvolvimiento del Estado, su ejélcifo, su presupuesto, su religión, agriculiura y costumbres; su culfura y su patrón de vida
Previamente se ha analizado todo su aspecto en conjunto, con derroche minucioso de deiaIles, su flora y su fauna, agua y tierra, su clima, la cultura maya, su población indígena aborígen, las institu– ciones coloniales Su final asimismo analiza la eS– tructura estatal centroamericana actual en lo que el
aulor llama una nueva década.
El Dr Parker, dedicado y ferviente enamorado de las cosas istmeñas desde que escribiera su valio– sa obra JlJosé Cecilio del Valle and Ihe Eslablishment of ihe Central American Coniederalion" (Universidad de Honduras, 1954) se muestra optimista y piensa que las medidas hemisféricas tomadas desde el año
de 1961, puede que conduzcan a una nueva in–
pendencia para Centro América. Se pregunta: ¿se manejarán mejor las nuevas liberiades? Los pri– meros 143 años después de la plÍmera independen– cia han estado llenos de decepciones y fracasos. Lleno de confianza, el Dr Parker ofrece su res– puesta afinnaiíva, si Guatemala, El Salvador, Hon– duras, Nicaragua y Costa Rica no vuelven a manos de las minorías que las han gobernado y escapan a su dominación Los hondureños, especialmente, le esiarnos en deuda por su penetrante apreciación de nuestro modesto modo de vivir. Lo dice el autor con estas sencillas palabras: "Tal vez se manfenga en Honduras su sano y natural vivir, a pesar de ±o~
das las amenazas, hasta que alguien, filósofo nativo o extraño, tenga tiempo para absorber su esencia y
escudriñar su método".
l'lOSOiros creemos igual cosa, pero con tal de que, comO él mismo lo predica, diez o veinte cen– tavos más por una libra de café o cinco centavos más por una mano de plá±anos, en su aUtnento, no sirva para enriquecer únicamente a aquellos cuyas necesidades elementales ya se encuentran plena~
mente satisfechas.
Para tenninar esta breve reseña, unas frases que hacemos nuestras y que son nacidas del propio autor al comentar sobre los que se dedican a hacer estudios antropológicos sobre nuestros países A pesar de cierla aura de objetividad en seme~
jantes aficiones y sus propias preconcepciones. Cada uno de ellos trata de comprender a un pueblo que no es el suyo, en muchos casos, sin siquiera dominar el idioma.
Algunos de ellos parecen resentir la intrusión de nuevas fuerzas, como si el indio estuviera señalado para un estudio clínico, pero aislán~
dolo de toda modernidad contaminadora, Jun–
tando todos estos estudios comunitarios ellos significan un adelanto en el entendimiento cien~
tífico Pero, tomados separadamente, deben ser aceptados sólo en sus propios méritos, sin per~
der de vis1a el leC±ar que lo que se omite en S\1
consideración puede ser importante y que lo que en estos estudios se discute, es también ob~
jeto de debate enire los mismos antropólogos. Lo anterior es, desde luego, aplicable tam.bién a cuanta obra importante se escriba sobre detenni~
nada área. Y en ésto, por supuesto, Centroamérica no es la excepción.
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