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« Previous Page Table of Contents Next Page »4.-Personalidad de don Juan A.güello, Primer Vice-Jefe:
nio de Jo Cerda tuvo una participaci6n muy activa y todavía más en los días inmediatos a dicha asonada militar, todo Jo cual dejamos apuntado en páginas an–
teriores
Son casi nulos los datos sobre la participación de don Manuel Antonio de la Cerda en la Guerra Civil de
1824 Don Jerónimo dice que después de disgustarse con Ordóñez, se trasladó a su hacienda, donde per– maneció hasta que fue electo Jefe de Estado
Efectivamente, cama dijimos antes, don Manuel Antonia de la Cerda resultó electo Jefe de Estado Entre estos dos personas, Cerda y Argüello, a pesar de su parenteso (eran primos) y de que sus vidas estuvieron tan unidos, se fue desarrollando una ene– mistad muy profunda que fue la causante de muchos males que sufrió Nicaragua en los años subsiguientes Don Jerónimo Pérez se remonta a la prisión de Cádiz para explicar esta enemistad. Nos dice.
Nació en Granada de una de las principales fa– milias del país. Era alta, delgado, blanco encarnado, ojos negros", nos dice dan Jerónimo Pérez y agrega "andaba ligero, con el cuerpo recto, y sin el menor ruido, porque sólo afirmaba la parte delantera de los pies Esta cualidad natural se creyó era el signo con que la naturaleza, asemejándole a los animales de la raza felina, que andan en silencio para asechar su
preso, quiso anuncior sus sentimientos respecto o lo
humanidad" (l7).
Su vida está muy entrelazada con la de dan Ma– nuel Antonio de lo Cerda, tanto en lo privado como en lo público Ambos formaban parte del Ayuntamiento de Granada el') 1811, permanecieron por muchos años presos en el Castillo de San Sebastián en Cádiz, luego regresan a su ciudad natal, poco antes de /0 Indepen– dencia Son muy pocas las datos que tenemas sobre la participación de don Juan Argüello en el período que se extiende de 1821 a principios de 1825, cuando es designado Vice-Jefe de Estado S610 sabemos que en 1823 formaba parte de la Junta Gubernativa que funcionaba en Granada (1 8)
En las eleccianes de 1825, Argüello representaba a los que tenían las ideos mós liberales o sean los
"rojos/J
I
como comúnmente se les llamaba En cam–
bio de la Cerda fue escagido par las familias propie– tarias de las principales ciudades Todo parecía indicar que Argüello sería el triunfador, pero
"Ordóñez, dice Pérez, aunque liberal, prefi– rió al candidato canservador, y con su gran prestigio inclinó los sufragios a favor de éste"
(19)
Independiente, Exp.
"La familia de don José Telésforo (Argüello)
Jerónimo Pérez, 1928. pág 622.
A.N e R) Sec., Arch Provincial
608, f. 1 Y Iv
Jelónimo Pérez, 1928. pág. 622.
(17)
(18) (19)
62
(16) Jerónimo Pélez, 1928, pág. 489.
trimonio dos años después, con doña Apolonia del Castillo, con la cual tuvo un hijo y dos hijas
En 1808 fue nombrado Subdelegado del partido de Mataga/pa, puesto del que se separó dos años más tarde para ir a Guatemala a seguir un pleito en contra del Gobernador de esa época, don José Salvador En 1811 volvió nuevamente a Granada Recién llegado fue designado para ocupar el cargo de Regidor Municipal de la ciudad Debemos recordar que en
este año suceden todos los movimientos revolucionarios
a que hicimos mención en el Capítulo I En tales he– chos, dan Manuel Antonio de la Cerda jugó un papel muy preponderante dadas sus acendradas ideas repu– blicanas
Una vez que fue desconocido el tratado celebrado entre los patriotas granadinos y las fuerzas españolas, don Manuel Antonio fue hecho preso en su hacienda "La Concepción", situada en Juigalpa, donde se en– contraba
En Junio de 1812, fue conducido a Guatemala junta can los demás complicados en los mencionados
movimientos, donde permanecieron guardando prisión
cerca de dos años
Una vez que finalizó la sumaria, resultó conde– nado a la pena de muerte junto con don Juan y don Telésfora Argüello, entre otros Pero la sentencia no se ejecutó en cuanto a los condenados a la pena capi– tal, siéndoles conmutada por la de prisión en Ultramar Efectivamente, fueron conducidos a Cádiz donde per– manecieran en el Castillo de San Sebastión Aprendió el oficio de zapatero, lo que le sirvió para satisfacer sus necesidades más perentorias dentro de la prisión En 1817, Fernando VII emite el indulto al cual hicimos referencia en el Capítulo I Cerda lo admitió, suplicando que se les permitiese informar al Gobierno de la conducta del Capitón General de Guatemala, don José Bustomante y Guerra. Sin embargo, un Ministro hermano y pariente de éste, queriendo evitar el infor me retuvo a Cerda en prisión. Unos amigos le facili– taron la fugo, en un buque que partía para Suecia De ese país extraño se embarcó para la Isla de Cuba En la Habana se hizo conocer con el nombre
de
,ti
Manuel Agui lar"
Con motivo de haber dejado Bustomante y Guerra la Capitanía General de Guatemala al ser sustituido por don Carlos Urrutia, don Manuel Antonio de la Cerda pudo regresar al Reino de Guatemala Llegó a la ciudad de Granada el día 7 de Diciembre de 1820,
es decir, después de ocho años de haber salido de su ciudad natal, cargado de grillos y cadenas
Dice don Jerónimo en su biografía de don Manuel Antonio de la Cerda, que éste fue nombrado en el año 1822 Alcalde 2 9 de la Ciudad de Granada, puesto del que se separó por una desavenencia con Ordóñez (l6) Creemos que existe un errar por parte de dicho autor,
ya que como sobemos, Ordóñ~z empiezo a aparecer en
Jo vida pública de Granada, después del golpe de 16 de Enero de 1823 Es decir, a partir de esa fecha Ordóñez ejerce un gran poder, como nunca antes lo había disfrutado
En el golpe de Enera de 1823, don Manuel Anto-
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