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cia moral.
E..tas son medidas que no pueden pos– tergarse por largo tiempo, porque ninguna economia puede levantarse sobre la base úni–
ca de capitales extranjeros. Somos nosoiros, los cenfroatnericanos, los que básicamenie
tenernos que realizar los mayores empeños
y sacrificios. Debernos bregar sin descanso
para que la mayor parte de los capitales sean propiedad de nuestros conciudadanos, a fin de que los efedos estimulante~de las inver–
siones se hagan sentir proveclí.:OsBrnen±e en
nuestros países.
Sólo de esta manera habremos impuesto
un carácler moderno y dinátnico a nuestro
sistema econémico Porque, convengamos
en ello una economia desarrollada no de– pende fundamentalmente de vastos comple jos industriales, ni siquiera de la existencia de ciudades con gran concentraci6n huma– na. Una economia desarrollada es aquella en que todos los recursos disponibles se in– vierten en forrna planificada y ordenada, de modo que el desenvolvimiento general mar– cha en forma orgánica y armónica. O sea que nuestros pequeños países pueden, conver– tirse en una pujante y vigorosa unidad eco– nómica, si esa mentalidad avanzada y pro– gresista que se advierte en los grupos diri–
gen.tes y en ciertos sec±bres e:m.presariales, se
extiende a toda la poJ;l1ación centroamerica– na.
gida a los capitales foráneos, sujetos, como es 16gico, a las mismas normas y disposicio– nes aplicables a los capitales nacionales.
Con similar objetivo se did6 posterior– mente la Ley de Protección y Es:llinulo al De– sarrollo Industrial, que contempla incentivos fiscales para conseguir que los capitales tan–
ío nacionales corno extranjeros se infegren
a nuestro proceso de industrializaci6n y rein– viertan parte de sus utilidades en nuestro país.
Desde este punto de vista, encuentro igualmente oporluna y acertada la idea del Banco Centroamericano de Integración de convocar a esta ilnportante Conferencia, por· que así corno los capitalistas regionales ne–
cesitan orientación, así también, y en mayor
grado, la requieren los inversionistas exiran– jeros.
Convencido de esta necesidad, el Insti– tuto de Fomenlo Nacional de Nicaragua ha establecido una Oficina de Promoción en Nueva York, dedicada a proporcionar infor– mación documentada sobre las perspedivas
que nuestro país o f r e e e al inversionista.
Creo que un servicio de esta índole debe es– tablecerse a nivel regional. Concretamente estudios de fadibilidad y elabore proyedos
pienso en una Oficina Técnica, que realice
generales y específicos, encauzados a aque– llas actividades en que la inversión y la tec– nología extranjeras puedan significar una aportación más efediva al desarrollo econó– mico de Centroamérica.
Por esta.. razones, n,e parece plausible Todos estos esfuerzos debieran órientar-y digna de encomio la iniciativa del Banco se hacia la formaci6n de industrias nue–
Centroamericano de Integración Econórnica
J
vas y necesarias en el área, especialrnenie
de "dar a conocer las experiencias de desta- destinadas a la explotaci6n, y transforma–
cadas expertos internacionales en materia dé ción de nuestras Inatarías primas. Este es
fomento industrial y hacer la presentación el camino, a mi juicio, para evitar toda po– pública a los empresarios centroamericanos sible contradicci6n entre los intereses de los de una serie de proyectos de inversi6n en el empresarios nacionales y de los inversionis– Mercado Común". Evenlos de esta natura- tas exlranjeros, y para conseguÍ! entre ellos leza contribuyen eficazmente a orientar a los una leal y honesta colaboraci6n.
inversionistas, guiándolos hacia actividades Aspiramos a que las nuevas em.presas
de segura rentabilidad, hasta ahora insufi- estén sostenidas por capitales mixtos, que cientemente explotadas. han probado ser en muchos casos el instru-
Considero vi tal para nuestras econo- mento eficaz para la realizaci6n de grandes mias, educar a los capitalistas centroameri- proyectos industriales en los países subdesa– canos a fin de que tengan claro criterio de rrollados. Es este el tipo de inversi6n desea– la función que les corresponde y asuman ble para Centroamérica, porque la aporta– plena responsabilidad en el esfuerzo común ci6n extranjera vendrá a vitalizar la inicia– de impulsar el progreso nacional y regional. tiva y los recursos financieros regionales.
Por otra parte, es mcuestionable que ne- Esta posición concilia, en la teoria y en cesitamos urgentemente del capital e¡dran- la práctica, las justas pretensiones de los ca– jero para iInpulsar nuestro desarrollo. Y no pitalistas de obtener beneficios de sus em– s610 en su aspecto financiero, sino en lo que presas, con el deber que tenernos los Gober– comporta de asesoramiento técnico y de in- nantes de cautelar los inlereses nacionales y troducción de métodos más eficaces y pro- favorecer a los consumidores. No podernos ductivos de operaci6n. Ouede esto bien de- estar de acuerdo con ninguna tendencia mo– fmido por lo que respecta a Nicaragua y a nopolista, ni queremos tampoco proteger fac– mi Gobierno. torías manejadas en forma incompetente. Al
Consecuente con esta política, hace más contrario, si existe algo positivo en la doc– de una dééada Nicaragua aprob6 una Ley trina de la libre empresa, ello reside en la de Inversiones Extranjeras, cuyo espiritu co- exigencia de que toda entidad debe ser eco– rresponde a una concepción de franca aco- nómicamente rentable y capaz de afrontar la
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