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jos. toda esta agua se hunde en sus mesmos

na~imientos, y por debajo de tierra va á salir de la otra parte del camino real, á la banda del Norie, y de ella se hace un rio de agua tan caliente, que si en ella cae alguna cosa

de caln8 la cuece y deshace lTIUY en breve, despues un poco mas abajo, entra aquel agua

en el rio de Aguachapa, donde pierde su fuer– za y calor.

Sábado diez de Mayo, pasada el agua y tempestad sobredicha, salió el padre Comi– sario de aquel pueblo de Santa Ana, muy de l"nadrugada, y pasado allí junto á las casas por una puente de piedra un buen arroyo

con que riegan los indios sus cacauatales, y

despLles pasadas algunas barranquillas de

malos pasos y oiro arroyo, y andadas dos le– guas, llegó, aun todavía de noche, á oiro

pueblo llamado Coatepec, de los mesmos in– dios pípiles, y del mesmo Obispado y visita. Pasó de largo, y pasadas otras muchas ba– rrancas y cuestas, que con el agua que ha– bia caido aquella noche en tanta cantidad estaLan muy malas, pasó dos riachuelos, el

lUlO dos veces y el oiro una sola, pero con

mucho trabajo, dificuliad y peligro porque iba de avenida, y habia robado ianto la líe– rra que no había por donde enlrar en él, ni despues de entrado por donde salir\ pero al fin le pasó con el favor de Dios, y andadas cinco leguas llegó á un rio grande que lla– man de Nexapa, que á la sazon iba muy cre– cido y llevaba el agua muy turbia y hedion– da, pasóle con trabajo, porque daba el agua

á los basios y llevaba recia la corrien1:e, una

cabalgadura estuvo por dos veces muy á pun– to de caer en medio del rio con el que iba en ella, pero el Señor le libró y salió sin lesion alguna, aunque muy mojado, andada des-

pues otra legua llegó al pueblo de N'lxapa de los mesmos indios, visila y Obispado, y d~

muy poca vecindad, vino allí á darle de co– mer el guardian de San Salvador, con el cual se detuvo en aquel lugar todo aquel dia y

noche. Hay por allí muchos murciélagos

que de noche, si se descuidan en dejar lo~

piés descubiertos, suelen picar rnuy subtil_

mente, y sin sentir sacan el bocado redondo

y tras él sale mucha sangre.

Domingo once de Mayo madrugó mu– cho el padre Cornisario, y andada una legua con una noche muy obscura se halló en un pueblo llamado Ouetzaliepec, de los mesmos indios, Obispado y visita, donde temiendo el

agua que cornenzaba á caer se recogió en

una casa de paja, y aunque salió una vez pa–

reciéndole que era ±ieITlpo, volvióle aira vez

á la choza el agua que cornenzaha á arreciar,

hasra que visto que cesaba comenzó á cami~

llar de propósito, y andadas dos leguas, en que se pasan dos riachuelos, llegó al arnane~

cer á otro pueblo llan'lado Pocpan, de los

lnesnlOS indios, Obispado y visita: pasó de

largo, y andadas otras dos leguas y pasadas en ellas muchas cuestas y una eslancia y

muchas milperías, visila de los dominicos de San Salvador, llegó á decir misa á nuestro convento de la mesrna cibdad de San Salva– dor, que está anTes de entrar en el pueblo

junto á las priIneras casas: salióle a recebir

nuesiro síndico, que era regidor de aquella cibdad, despues acudió el alcalde mayor y regimiento á verle y desculparse de no ha– ber salido al recebimiento, diciendo que no pensaban que llegara tan de mañana, y qua por eso estaban descuidados. Allí con'ió el padre Comisario y no se detuvo rnas de has– ta la tarde.

De como el padre Comismio prosiguió su viage hasta en:~~

en el Obispcldo de Nicaragua y llegar ell Viejo. I

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Estos indios mejicanos pipiles, de quien se ha lralado, es gente rnuy devala de nues– tros frailes y de las cosas de la iglesia, son

dóciles, dom.és±icos y serviciales y llegan des–

de el pueblo de los Esclavos hasta el rio de Lempa, hablan la lengua mejicana corrupta, pero entiéndenla muy bien: destos hay en aquello de San Salvador muchos y algunos dellos eslán en cargo de nuestros frailes y

acuden á nuestro convento, del cual se dirá

adelante cuando Se ±raie de la visita de aqueo lla provincia, que al presente lleva ll'lucha

prisa el padre Comisario; el cual el rnesrno

domingo en la tarde, once de Mayo, habién– dole dado el síndico un mulato esclavo suyo que le guiase hasta la cibdad de San Miguel, y le acompañase hasta Nicaragua, salió de

San. Salvador como á las tres, y pasado un

arroyo al salir del pueblo, y despues muchas

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casas y milperias de indios, y andada una legua de cuestas arriba, llegó á un poblecHo pequeño llamado Cotacuxca, de los mesmoS indios y Obispado, de la guardianía de San Salvador: salióle á recebir lodo el pueblo

puestos en procesion, con su cruz, y o.frecié~

ronle pan y granadas, pasó de largo despues de habérselo agradecido, y andada otra le– gua llegó temprano á otro poblecilo de los mesrnos indios, Obispado y guardianía, lla– mado Te±zacuango, donde fué recebido de la

rneSITla manera, y se le hizo lTIucha caridad

y regalo: descansó allí aquella noche y acu–

dieron nU.l.rciélagos lTIordedores com.o los de

Nexapa y mordieron á uno de los compañe–

ros, al cual ±ambien habían :mordido airas en

el mesmo Nexapa y sacádole mucha sangre.

Lunes doce de Mayo salió el padre Co– misario de madrugada de aquel pueblo, Y