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No parecen estos versos escritos por un judío ar– diente, por un nuevo Salomon lírico y sensual, sensible y sensitivo?

"El Canto Errante" ocupa sitio de honor, en lo que respecta al tema que vengo desanollando

En las páginas de! prologo, que titula "Dilucidacio– nes", Darío nos recuerda c.on palabras de Juan, el Evan– gelista, que el Verbo era Dios Ya antes había excla– mado: ¡Torres de Dios! Poetas! (8l)

De este modo, el ser y el quehacer poéticos que· dan firmemente asentados en la Biblia, constituida por Rubén en uno de los más solidos pilares de su estética

A mayor abundancia, he aquí el pensamiento del poeta, en todo su esplendor, fuerza y veldad:

"En el principio está la palabra como única repre– sentacio", No simplomente como signo, puesto que no hay antes nada que representar. En el principio eslá la palabra como manjfe~tation de ItI unidad infinita, pero

Y ti conteniéndola, Et verbum erat Deus". (82).

La influencia de la Biblia en la creacion poética de Dorio, por Jo perdurable y honda, por lo vital y trascen– dente, ha sido analizada lo señalada, cuando menos), por todos cuantos se han dedicado al estudio serio y concienzudo de la misma

Como no entra en los propositos de este trabajo la inclusion de fa nomino completa de los autores 'que han verificado tal análisis o señalamiento, me limito a reco– mendar a quienes deseen ahondar en dichas fuentes, la

lectura de las obras: "Rubén Darío y su creacion poéti– ca", de Marasso, ya mencionada, y "La Fuente ~ libro Apccrjfo de Rubén Darío", por Raúl Echeverría Magariño (Imprenta El Faro, Guatemala, 1963)

"la Fuente" es una figuracion, mediante la cual Echeverría Magariño, imaginando lo que el poeta hu· biese escrito sobre el fundamento de sus producciones intelectuales, nos habla de la flJente de las lágrimas, de las dudas, de la angustia, de los sueños, de la fe y de

la inspiracion de Darío los dos últimos capítulos son los que tienen directa atingencia con el presente ensayo

En cuanto a las citas, coincido en algunos pasajes, como es logico, con Echeverría Magariño, aunque su en– foque personal se restringe a un sentido estrictamente religioso y literario, sin trascender a lo humano Igual cosa cabe deeir del enjundioso estudio de Marasso. Pero volviendo al "Canto Errante", nos sale al po· so el cantor que va por el mundo -el pi opio poeta-, entrando a su Jerusalén en un asno (83) Rubén hizo lema de su escudo la necesidad de viaiar, tan importan– te para él como fa nec-esidad de vivir. "Bendito sea el convencimiento que siempre me animo de que "necesario es navegar", y aumentando el decir latino, "necesario es vivir", escribe con motivo de su regreso a la Patria,

tras quince años de ausencia (84)

Imágenes bíblicas pueblan las páginas de este li– bro En "A Colon", "fraternizan los Judas con tos Caí– nes" y "Cristo va por las calles flaco y enclenque, I Ba– rrabás tiene esclavos y charrateras "; {85) Y a lo leías, "la tlompeta del Juicio Final" se oye en "Momotom· ba" (86),

81) P e (A), Pág 72i; 82) P e (A). Páir 704; 83) P e (A), Pág 798 84) Rubén Darlo, ebran Completas, Tomo 3, Pág. 1,025

86) P (; (A), Póg 799 y 801; 8SJ P (; (A),Pág 80a; .871 P e (Al, P4ga 808 y 807: 88) P e (A), Pá~. 818 y 819; 89) P e.(Al. P"g 833: 911) P e

(A), Pág 848: 91) P o

(A), Piíg 841: 92) P C.(A),

10

En "Salutacion al Aguila", Darío rememora al ave aglegia que estuvo.

"en las horas sublimes de Ptlthmos,

Aguila prodigiosa, que te nutres de luz y de azul, como una Cruz viviente,. ,"

", ,por algo está!! presante en los sueños del Apocalipsis"

(87)

y presentes están asimismo "En Elogio al lImo SI. Obispo de Cordoba, I'lOY Mamelto Esquiú, O M ", "un blanco han or de Belcebú, la Biblia, el Cordero, los sal" terios de Sien y la Cruz (88)

"Heine hace un "Ieid" de la tarde ", en "Dream" {89l; y Belcebú reaparece en "A un pintor" (90)

En "Hondas", Rubén exclama: "¡Soy el alma lumi– nosa de David!" (911; y en "Epístola a la señora de Leo– poldo lugones", se pleguntel: ¿He tenido yo Cirineo en mi Calvario?" En el mismo poema menciona otla vez a Babel (92)

"Henry de Rothschild es poeta", aHI ma Darío en "Agencia." Además, "se anuncia que viene él judío Errante " [93) Y si en estos mismos versos, Rubén alu· de a Malaquías, el Monje Reformador de la Iglesia ir– landesa [94), y no a Malaquías, el Profeta menor del Antiguo Testamento, pareciera igualmente que después de la angustiosa interrogacion: ¿Hay algo más, Dios mío? ", acudieran a la mente de Rubén las palabras del Profeta hebreo y no las de! Monje iilandés: "Más

a vosotros los que teméis mi nombre, nClceró el sol de justicia, y en sus alas traerá salvacion y sa Idréis, y sal– taréis como becelros de la manada" "Acordaos de le.!

ley de Moisés mi siervo, al cual encOlgué· en Horeb oro denanzas y leyes pOla todo Israel", (95)

En "Interrogaciones", alado y profundo poema de Darío, éste le pregunta al meditabundo leon si sabe de Job; a la rosa, si amaba a Magdalena y a Jesús a la

tiiera que destrozo la cabellera de Sansoll, si le atraía el iuei hebreo o su hembJá; y al alba blanca, si ama· ba a Abel o a Caín (96)

Con estas citas se cierra "El Canto Errante", que contiene ademós, Israel y ¡Eheul, ya comentados

Apena~ .:.bierto el siguiente libro, se oye

"la impteCClclon del formidClble Eclesiaslés", (97)

y "Aun en la hora crepusculor canta una vo:!::

"¡Ruth, risueña, viene ca espigar paro 800zl" (98)

Después, el poeta aconseja:

"Trocad por rosas azahares, que suena el son

de aquel CClntar da los Cantares de Salomon", (99) POIa terminar afirmando:

"Vive el bíblico Adán robusto,

Pág. 85~ y 805; 93) P e (A). Pág 8G3: 94) P e (A), Pág••

1,091 Y 1,148 . . ,

96) La Bib1ia~ Soeiedades Dí~lieas en Amér3ea L~tjna, Pág 872

95) P e (A), Pág 871 y 872: 97) P e (A), Piíg 875; 98) P (; (A), 877: 9~} P C (A), Páll' 878

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