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to no había más que una corta distancia, y el comercio extranjero, apóyado por el' Señor Ministro Americano residente en Managua, rec amó del Gobierno de Nica– ragua la gOl antia de sus intereses en peligro o que

aceptq~.e la responsabilidaq de su pérdida I,.as bode– gas nocionales de Corinto estaban repletas de mercan– cías, que habían ido aglomerándose con la incomuni– cación; y las autoridades revolucionarias que cuida– bap de ellas, salieron huyendo al tener noticio de lo llegada a Chinandega de un enemigo que no tardaría en presentá,.seles El puerto quedaba abandonado y acéfalo, sin que el Gobierno pudiese e" aqu'ellos mo-

mentos ocurrir en su auxilio .

El comercio de Managua hizo presente que el Ministro Americano le ofrecía salvarle sus depósitos de mercandas, si el Gobierno de Nicaragua lo solici– taba, haciendo desembarcar marinos de un buque de

guerra americano a la sazón en Corinto, que se encare

gasen de la custodia interina del puerto, para mientras había medios de que las autoridades nacioanles llega– sen a subrogarlos El Gobierno aceptó gustoso aque– lla indicación y por media del Ministro de Relaciones se entendió con la Legación Americana, presentóndole la solicitud y cancedi~ndo provisionalmente, a los ma– rinos, las facultades necesarias para llenar debida– mente su cometida Pudo de esa manera ser conju– rada' el peligro del saqueo, y tan luego coma las circunstancias de guerra pasaran el Gobierno se apre– suró o recuperar la autoridad del puerta y los marinos se reembarcaron, sin más novedad y sin que hubiesen pretendido por aquel servicio tomar ingerencia en los

asuntos ¡ntel iores del país¡ ni ntenos "asegurar el Po~

der del Partido Liberal"

; Cosos semejantes 01 de Corintó de que venimos haciendo recuerdo, son freCuentes en la historia de las naciones y aqui mismo en Centro América se han re– petido, En SO" Juan del' Nort¡a desembarcó hace algunos años, una invasió'1 Can el Coronel norteameri– cano, Mr. Kinney, la cual se apoderó del puerto y lo proclamó República Independiente el Comandante y los vecinos reclamaron protecCión del Comandante de un buque de guerra inglés, y éste desembarcó sus ma– rinos, capturó o Kinney y repuso o las autoridades no– cionales, sin detrimento de la soberanía nacional ni pretenciones de ninguna clase del Comandante inglés

Cuando Walker ocupó el mal defendido puerto de Trujillo, en 1860, los vecinos requirieron del Co– mandante del "Icarus", buque de guerra inglés, que los auxiliase, y éste se apresuró a hacerlo reponiendo después a las autoridades hondureñas en sus aban– donados puestos

Dice el Señor Ministro Chamorro que sus adver–

sarios aCusan a los conservadores genuinos por el desembarco de marinos norteamericanos durante la

Revolución de 1912, considerándolo como un hecho insólito y sin precedente eh la Histciria de Nicaragua; pero eso tampoco es cierto El simple desembarco de marinos en un puerto de la República, camci la hemos vista en los casas anteriOres o pór cualquier otro mo– tivo Justificable Ohte el patriotismo, nO es ni puede ser un hecho "insólito y sin precédente" 'Los liberales nicaragüenses acUSan y reprochan con lo 'mayor indig-

naclon, no el simple desembarco de marinos america– nos en 1912, sino el haber implorado el Gobierno Conservador, de los Estados Unidos, con el falso pre– texto de hallarse amenazados los interese~ extranjeros y americanos y de ser impotente para defenderlos, la intervención a mano armada de dicho Go~ierno en los asuntos interiores del País, a trueque de concesiones onerosos al Fisco y también a ;lg soberanía del país En 1856, una de fantos, filibuster04 de los de Walker quiso probar si estaba bien graduada la pólvo– ra de su rifle, y para ésto tomó de blanqo al primer vecino pacífico que atravesaba la plaza in(l1ediata. La prueba fue concluyente, pues el vecino cayo instantá– neamente muerto, con gran contento del tirador Este sin embargo fue severamente castigada po~ las mismos filibusteros, para acallar la indignación que produjo aquel hecho en el pueblo de Granada P~do sin em~

bargo, aquel desgraciado, defenderse con lfl lógica del Ministro Chamorro, alegando que todo el rpundo blan– queaba sus armas sin que por ello le molestasen ni le exigiesen tampoco responsabilidades crin)inales, que sólo a él se le deducían. '

l/Posteriormente, contil1úa diciendo' el propio

Señor Ministro, el Gobierna de Zelaya solici\ó el desem– barco de marinos en Bluefields"

Lo que es ahora no sólo no justifica el,Señor Cha–

morro su afirmación, sino que omite señalar fecha y

causas del suceso que refieré; pero él mis"10 se encar– go de dejarnos conocer el motivO, porqué d renglón seguido nos cuenta que el ex-Ministro Weitzel, en una exposición presentado al Senado de Jos Estc¡dos Unidos el 19 de febrero de este año, comenta tod<ps estos he– chos La autoridad, pues, en que los fundo, que es el dicho del citado ex-Ministro puede ser .mós sospe– choso, desde que se trata de un funcionario diplomá– ticó que se prestó a molos manejos, dando Calumniosos informes al Departamento de Estado durqnte el con– flicto de '912 hasta obtener la intervención armada d¡l los Estados Unidos, para deferider y manterier en el gobierno a una fracción político de Nicoragua, con la cual estaba aliada mediante Cierto Convenio Priva– do que es público y notorio entre nosotros Para indi– car su mala actuación, la cual le valió ser retirado a perpetuidad de la carrera diplomática, escribió un fo– lleto en forma de exposición al Senado Americano en el cual trató de justificar su actitud y los hechos de intervención en Nicaragua, refiriendo sucesos falsos o tergiversadas, y sentado principios antojadizos de De– rechos Internacional, inventados par él

Quién provocó en Nicaragua la Intervención de los Estados Unidos en los Asuntos

Interiores de nuestro país?

El Señor Ministra Chamarra ha pretendido probar con su palabra de honor, que fueran los hombres del liberalismo nicaragüense, pero dejamos ya demostrado que éstas no sólo no la han pedida ni deseado, sino que han sido las víctimas de ello cuando el Partido Conservador Genuino se regodeaba y lucraba con ella Nosotros sostenernos con dOcumentaciones feha– cientes y con hechos que aún estamos presenciando, que "la Intervenci6n de los Estados Unidos en nuestros

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