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« Previous Page Table of Contents Next Page »cientos setenta y tI es soldados, y una de a caballo con ochenta y seis montados, y cada uno con los Oficiales
COI respondientes, las familias se reducen a cuatlocientas noventa y seis, y las personas a tles mil ciento diez y
seis de todas edades y colores a excepción de indios por– que no los hoy Dos veces estuve en esto villa, confirmé
en ambas mil trescientas cuarenta y cinco pelsanos, nom– bré Mayoldomo interino de fáblica, consagré óleos, ple– diqué ocho selmones con indecibles aprovechamiento de sus mOladores los demostraciones de dolol fuelen sensibles Hubo muchos confesiones y comuniones, el
no haber habido más, provino de que ni mis ocupacio– nes me pellnitran satisfacer el deseo de todos, que era el de confesOlse conmigo, ni los sacerdotes que me ayu~
daban ell este Ministelio excedían de dos Fundé es· cuela pOla la juventud, puse de Ministro a un Presbítelo que es el único residente en aquel país, treinta cartillas
le entregué para que fuese repclrtiendo entle los niños que acudiesen Encal guésele también la devoción del Ro– salio pOI las calles, como se quedaba placticado en Car– tago y en los demós pueblos por donde había tlcmsita– do: y él pOI fin puso en ejecución la instrucción y plD–
vecho espiritual y temporal de aquellas gentes
El pueblo de Barba dista de CUlujuqui un CUOlto de legua hacia el mismo rumbo San Bartolor:né es su titulen patrón El tel reno en que se halla es montuoso: tiene iglesia muy capaz con su coro alto, saCt istío, dis· tintas piezas, oficina y claustro, baio de cerca cJ"e tapias
(1 modo de Convento, y todas las fábl icas son ce ado– bes y tejo El doch ¡nel o es Franciscano, y su
1 enta fue· ra del sínodo oldinario, doscientos cincuenta y dos pe· sos cuatro leales, de las misas y funciones de las cofra– días y del pueblo El servicio pelSonal de los indios y la loción que le contlibuyen CUOlentu y tres casas de los natuloles y diez de los ladinos, unas y atlas de pa– ja, cuatlO calles mal {al madas de Oliente a Poniente, y las mismas de Norte el Sur, hay un Alcalde Alguacil Ma– yo" dos Regidores y un Fiscal, un Salgento MaYal y unel compañía de a pié con diecinueve soldados y sus oficiales, cincuenta y cinco familias y ciento ochenta y seis pelsonqs Un día estuve en este pueblo, hice mi visita, confilmé doscientas dos pelsonas así de él como de otras polles, y prediqué una vez con fruto sobre Iel
devoción del Santísimo Rosario Pagan de ti ¡buto anual ciento setento y lles pesos cuatro reales y medio Estos seis pueblos son incomodados de unos vientos muy fu– riosos, en soplando se siente el mismo fl ío que en Car– toga, pelo en suspendiéndose se introduce un calor que mortifica lo bastante, con especialídad en Pacaca, y al ITtismo tienipo el clima de todos es húmedo
Continúa fni malcha en demanda de la ciudad de Esparza, que cae al Occidente, su ¡UI isdicción comienza desde el Aguacate: ésta es una montaña, que constan– do únicamente de cuatro leguas de ti avesía, es pi eciso un día para posarla porque todo se I educe a subidos y bajadas extlemadamente penosos; lo mismo es entral en ella, que cesar los vientos y fl íos de fas vaUes sin sentirse el calor, éste en medio de que los vientos so– plan con grande ímpetu se hace sensible en todo el te· rritorio Provendrá quizá de tres volcanes de fuego nomblados Vetos, Tenorio y Miravalles, que a cieltos dis– tancias se hallan situados en él, hasta el lío del Salto en que termiQa Se numeran cuarenta y cinco leguas desde la palie Setentlional, que es una cOldillera hasta el mOl del SUI, se encuentran diversas distancias de cinco
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hasta tteinta y dos leguas Preténdese que ~n lo anti. gua tuvo EspOlza algún nomble ·por el comerció de su puerto, hoy en día es la mayor desdicha del universo La iglesia por inútil fue derríbada Levant6se otra, que aun no está perfecta, su fábrica es de horcone~ con po.
I edes de caña y barro, y hecha de teja, muy reducida y tosca pOlque el Cura a sus expensas y COn sus manos la
ha levantado, faltóbonle los pueltas y ventanas a causo de que era necesario que viniese de fuela alguno que las labrase Tanto como éste es la penuria de operacio~
nes que se expetimenta en aquel país; en ella sin em– bOlgo prediqué dos veces, y confirmé ciento diecisiete personas Es su titular el Espíritu Santo: hay también o,ro helmita donde interinamente la Maiestad Sacra~
mentada estaba en depósito, y silve pOI ahora de PallO– quia: dásele el título de Convento de San Flancisco, y
el de Vicatio a un religioso que mora en dos cUal tillos inmediatos Fuera de estas tles fábricas, que son de te· jo, se presentan a la vista tres Bohíos casi inhabitables: el techo de ellos es de paja o zacate ti oído de las saba– nas las modelas en bruto y las paredes unas cañas paradas sin defensa alguna, ni contlO los vientos ni con~
tra el registro de los que. pasan; atlas ocho aun más indignos se ocultan en el monte como huyendo del co– melcio de las gentes: en conclusión nada tiene aple~
ciable sino la planta que es elevada, llana y divertida con la vista del mar, que por una ensenada se interna hasta dos leguas hClcia el lugal. El resto del país es árido y pedlegoso, especialmente el inmediato a la ciu~
dad; de tal forma, que hasta diez leguas no ofrece co– modidad para establecimiento alguno, todos huyen de ella, así pOI este motivo como pOI el justo temol de ser sorpl endidos de piratas o enemigos, como lo fueron tles veces en los pasados, y de donde ha plevenido la desolación de la vecindad, y el atraso en que sus mora· do! es se encuentran
Unas pocas familias se han congregado en un sifio nomblado Cañas, distante veinte leguas de Esparza Hay una helmita muy pequeiia e Indecente de paja; su titu· lal San José, y doce casas de la misma especie sembra· das en el monte, sin más diversión que un lío Inuy her~
moso, en que beben los habitantes PI ediqué un sel mÓn y confilmé noventa pelsanas
Otlas se han situado cinco leguas mós hacia el Ocaso en el paraje nombrado Bagasos, bajo de la pro– tección y título de la Concepción: fablicOlon nueve CQ~
sos de paid, sin
01 den, y una hermita de la misma es~
pecie; cuando pasé por allí se hallaba con tantos furos en el techo, y los vientos soplaban con tal furía, que el a imposible mantenerse dentro Por este motivo no plediqué, ni confilmé, ni dije misa en ella.
las dos últimas funciones se plocticOlon en la ca· sillCl que me tenían prevenida" y las q>nfil mociones Ile~
gOlon a ciento veintisiete, pela la primera se omitió pOI falta de comódidad
QuedOlon entendidos en construil otra de' teja, y
según he oído c~>nsíguíeron yo su consumación En el lesto de este tan basto país habrá como cincuenta co– sas pajizas con sus haciendas de ganado vacuno, mulO! y caballar; todo sin embargo parece estar despoblado a causa de que sitúan las habitaciones apartadas de los caminos POI evitar la comunicación y sociedad humana la maYal lástima consiste en que en todo él no hay sino un Cura que es el de Esparza, y así mueren corno brutos, y son sepultados en los campos Por tiempos
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