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« Previous Page Table of Contents Next Page »está en el camino que va hacia a Panamá; su situación es sobre cerros, y por esta causa no han podido formar· se calles Su titular es la Concepción la iglesia, sa– cristía, habitación del doctrinero que es Franciscano con un compañero, y veinticinco casas que tiene, son de pa– ja, que habitan ciento y cincuenta indios de ambos sexos y de todas edades Un indio Gobernador nombrado por el de Cartago, un Alcalde Alguacil Mayor, dos Re– gidores y Fiscal Esta población fué en lo pasado con– siderable, abundaba de indios, que se entretenían en buceo de perlas y tinte de caracol que se encuentra en \a costa y en el cultivo de sus tierros que son muy fér– tiles, y al mismo tiempo, las indias en hilar pita que es la más apreciable de todas Con el tiempo ha ve– nido a una gran decadencia; y de ~inco años a esta par– te se extingui6 enteramente otro pueblo inmediato, nom~
brado Son Bernordino de Quepo
Terrabá-Este pueblo está distante dos leguas del antecedente: su titular San Francisco de Asís lo iglesia, sacristía, habitación del doctrinero, y treinta casas de que se compone, son de paja, y sus habitadores dos– cientos cincuentd
Síguese a tres leguas del pueblo de Cabogla, de que es titular Santa María de la Luz; tiene iglesia, so–
CI ¡s'ío, habitación del doctrinero, y nueve casas todas de paja, y cien indios
los que caen al NOlt~ son Atiro, Pejibai, Jesús del Monte y Tecun ique Atiro, se halla situado en medio de montañas, el distancia de diez leguas de la capital, su iglesia, sacristía, habitaci6n del doctrinero, cabildo y
ti einta casas que tiene son de paia y forman cuatlo ca· 1Ies, y el número de sus habitantes se leduce a ciento cIncuenta
Una legua del antecedente se haya Pejibai, y el titular es San José, su iglesia, sacristía, habitación del doctrinero, cabildo, veinte casas que tiene son de paja, con ciento setenta y tres almas y sin calles formales Síguele a otra legua el de Jesús del Monte, con su iglesia, sacristía, habitaci6n del doctrinelo, cabildo y treinta casas de paja dispelsas en que habitan doscien– tos indios
Teculrique que es el último está d siete leguas de Caltago, su titular San Antonio, la iglesia, sacristía, ha· bitaci6n del doctrinero y doce casas de que se compo– ne son de paja, sin orden, y sus habitadores sesenta Este pueblo, el de Atilfo y Borruca, se intitulan reduc– ciones, adminístranlos dos doctrineros religiosos Fran– ciscanos de esta Provincia de Nicaragua y de la Real Caja se les contribuyen, al de BOl ruca doscientos pesos,
y al de Atirro y Terrique doscientos cincuenta. Los de Pi~
lar, Terrabá, Cabagra, Pejibai y Jesús del Monte, están a cargo de ministros apostólicos de la regular observan· cia de C. isto Crucificado de la ciudad de Guatemala, co– mo •edentores de los indios de la Talamanca, de don– de se han extraído los habitantes de los mencionados cinco pueblos, y cada doctrinelo goza de doscientos pe~
sos de renta
Esta redución o conquista se principi6 en el año de noventa y ocho del siglo pasado Corri6 con felici– dad hasta el nueve del presente en que los indios se sublevaron dando muerte a los religiosos y a diez sol– dados que los acompañaban Con esta novedad se ex· pidió Real cédula para que por medio de cien soldados fuesen extloídos de la montaña y poblados en las tie– rras más acomodadas, para instl uirlos y sujetarlos al Y
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ha habido sacristán mayor; pe. o desde la última va–
cante de este empleo que numera dos años, no se ha
encontrado, ni parece se hallará quien lo apetezca por la miseria imponderable del lugar, dUlo destierro a que quedará sujeto, y cortedad de la renta que son veinti– cinco mil maravedices la del Cura se reduce a cuaren– ta mil, a primicias, pocas obvenciones, y algunas misas
de capellanías lo jurisdicción eclesiástico es adminis~
troda por un VicaI io foráneo que es el Cura Y la se· culor un Teniente de Gobernador que existe en la ciu– dad, OtlO de Oficiales Reales, y dos Alcaldes de Hel–
mandad, que viven en sus haciendas En lo militO!
hay Sargento Mayor, una Compañía de gente blanca con treinta soldados; y otla de pOldas con cien, y
01rO de a pié y sus oficiales correspondientes No hay
AIc"ldes ni Regidol es Sería convenientísimo que los
hubl:era, como también que la Compañía de pardos se dividiese bajo de la obligación de que los nuevamente empleados, y los que poseyesen los demás oficios de esto cotegol io fabricasen sus casas en la ciudad con to– do el dilatado ten itolÍo De ella solo empadronaron seiscientus personas de confesión y cien párbulos Nom– bré pOI fin Mayordomo interino de fábrica, cuyo caudal fijo se ¡educe a cien pesos de impuestos y muy cortos emolumentos, y así se haya muy necesitada de un todo Estos son los pueblos que he visto y los caminos que he traficado de la Plovincia de Costa Rica las gentes que la habitan son dulces y sociales, pero llenas de trabajos y necesidades, porque en el paraje nombra– do las Cóncavas, distante una legua de Cartago, se ha descubierto una mina, de que actualmente se está sa~
cando este metal, y así pOlo convertirlo en manera, solo se necesitaría de la Real Orden de V M Paréceme que la Providencia sel vil ía de consuelo y alivio a aquellos infelices El pan cuotidiano es el maíz de que abunda en extremo: el trigo es muy selecto y las demás provi~
siones de boca se cojen en el país, porque es bastante– mente fértil, y los moradores muy aplicados a su culti· va: válense del arado pala el de las tierras, riéganlas con facilidad, porque a cada paso se encuentlon ríos perennes, de los cuales por conductos llevan agua a sus casas y campos las mujeres se entretienen en tejer ro– pa de algodón, y con la labor de sus manos se visten o sí, a sus maridos y a sus familias En efecto esta provincia sería veldaderamente rka si tuviese la fortu~
na de un puerto por donde sus frutos se hicieran co– merciables A pesar sin embargo de sus necesidades conserva el nombre de rica, que desde su descubrimien– to se le dió: el motivo que aparentemente tuvo entonces para esta demostraci6n, no fué otra que la abundante pesca de perlas que en sus costa se lograba Hace con– tinuado después aunque sin igual suceso El tinte de caracol purpúreo con que el hilo de algodón se enno~
blece, los cedros, caoba les, granadillos, guayacanes y
polo de brasil con fas colores amarillo y rojo, maderas todas tan dignas de estimación, se interesa/on también en el distintivo de lica; pela si la costo mereció este honroso título, nunca ha llegado a penetrar aquel dila– tado país, porque su pobreza excede los términos de or– dinario
Fuera de los pueblos relacionados hay otros en la misma PlOvincio, que caen a la parte del Sur y del Nor– te, los, primeros se reducen a tres, que son: BOlOca, Te~
rraba y Cabagra
El de Boruca dista ochenta leguas de la capital
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