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Genero/mente, Jos hombres son inclinados a complacer a los demás, si no con hechos¡ d\
menos con palabras que demuestren sU buena voluntad, de suerte que cuando el deber los pon~
er1./6 necesidad de hacer ostensible un acto contrario a alguna pretensión, procuran excusarse de
mil 'maneras, y no faltan quienes traten de hacer recaer la responsabilidad sobre otros ¡si con ro–
zón puede suponerse que han intervenido en el asunto BerJard asumía francamente las conse–
cuencias de su modo de pensar y de sus actos, y aUn procuraba descOlgar a los demás de la parte
de lesponsabilidad que podía caberles
Tal conducio, pues, no podía menos que ínspirar al Primer Nlagisttodo de la República
una amistad entusiasta y la confianza más ilimitada Así es que le comunicaba todas sus im-
presibn'es y depositaba en él sus más íntimos sentimientos
La importancia del señor Benard no consistía úniCClmente en la administtacián de Jos caudales públicos, sino que también se daba a conocer en su vigorosa iniciativa en todos Jos
ramos del piogreso, y en los demás departamentos de la Administración, en los cuales tomaba parte como consejero de Estado Las arduas tOieas que le imponía su Ministerio, no le impedían
enftor en el estudió y en 'la discusión de los asuntos concernientes a las otras Cartetas, a los cua–
les consagraba las horas de descanso, la noche y los días festivos, multiplicando as~ sus tareas
para expeditar el curso de los negocios -¡Cuántas veces no se le veía en las altas horas de la noche, acompañando al señor Presidente y discutiendo con él y el Ministro del ramo, cuestiones
relativas a la guerra y a asuntos internacionales!
AVERSO A LAS INTRIGAS
Uno de los rasgos característicos del señor Benard era su aversión a las intrigas políticas
Indudablemente pertenecía de corazón al partido que en Nicaragua se ha titulado "Conserva– dor", a cuya influencia en los destinos públicos se deben la paz que se disfruta y los pocos ade– lantos que se han alcanzado se gozaba en los tríunfos de ese partido, y contemplaba
con inquietud la perspectiva de que alguna vez fuese det rocada, pero ni como particular, ni co–
mo funcionario, admitia contemplaciones ilegítimas al partidario Antes que el partido veía al país y las bases sobre que debe descansar una socíedad regularizada Asi es que en la pro' visión de los destinos púúblicos y en la resolución de cualquíer asunto, tenía siempre por norte la
conveniencia genel al Usaba una frase familiar con que expresaba sus sentimientos y su norma
invarioble de conducta -"Con la Hacienda Pública, la Justicia y la Moral, no debe jugarse po–
IÍtíco", con lo cual deba a entender que aquel/ol grandes objetos no debían comprometerse por consideraciones de partido
PROVIDENCIAL EN CIRCUNSTANCIAS ACIAGAS
Cuando en ¡ 876, pOt las citcunstancias excepcionales de Centro Américo, se vía el Go– bierno obligado a levantar un ejétcito considerable, el señor Benard desplegó su actividad carac–
terística para la acumulación y preparación de los materiales de guerra, y una solicitud esmera– da con los cuerpos de eiétcito y aun con 10s más mSfgnificantes destacamentos que existían en
los puntos más apartados de la Repúblíca Estaba fijo ell el rumbo y recursos que llevaba cada expedíció,!, y dos o tres días antes de que ella agotara su caja de guerra, ya estaba pravista de
nllevos fondos pOta hacer frente a algunas seft,anas El señor Benard fue en aquellas circuns– tancias una verdadera providencia que centt ib. yó con eficacia a la disciplína y moralidad de aquel ejército
Las aciagas circunstancias de la época no debilitaron su indomable espíritu de progresa, y al través de tantas y tan serias difícultades mendía al establecimiento de la línea telegtáfíca,
que de tanto plovecho fue para las operaciones, manteniendo, en medio de sus arduas tareas,
una extensa correspondencia con amigos de fu ropa y de los Estados Unidos sobre asuntos rela– tivos al progteso del pais
EN EL CONFLICTO GERMANO
En el desgtOciado conflícto germano-nicaragúense, se le vio siempre enérgico y prudente Pt ocuró estudiar la cuestíón en todos sus detalles, para abrazar un partido con la resolución que acostumbraba A este fín, cuando se reunía un Consejo de abogados para díscutir el asunto, los interrogaba minuciosamente sobre todos los puntos de la cuestión, haciéndolos fijarse particu– larmente en aquellos en que podía ser objetable el derecho de Nicaragua "La cuestián de jus– ticía", decío, "es de vital importancia para la República. es la única arma que puede esgrimir
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