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con algún éxito en uno contienda con un Estado poderoso' si no la tenemos, debemos doblegar la cabeza y dar las satisfacciones que se nos exijan, por humillantes que sean, pero si la tene– mos, es deber del Gobierno resistir en el terreno mOl al, y en caso de violación del territorio,. con

las armas en la mano hasta donde alcancen las fuerzas"

Pasadas esas dolorosas circunstancias y restablecida por completo la paz interior y exte_

rior de la República, se consagró a constituir de nuevo el equilibrio de las rentas y atender a las obras públicas, entre las cuales daba la preferencia a la composición del puerto y río de San Juan del Norte yola construcción del ferrocarril que, comenzando por Corinto, debe unirse con nues- .

tra vía fluvial y formar uno comunicación interoceánico Sus informes o los Congresos de 1877

y del corriente año, son documentos imperecederos de su competencia, laboriosidad y espiritu progresista

OPINA PORQUE ZAVALA SUCEDA A CHAMORRO

Réstanos, para completar lo ídea del elevado carácter del señor Benard, exponer su con– ducta durante Id elección presidencial de 1878, y referir algunos episodios que ocurrieron

en aquellas circunstancias Como se ha dicho, no gustaba de ingerirse en cuestiones de carác– ter puramente político Sín embargo, ansioso por el adelanto de su país, deseaba sinceramente que el sucesor del señor Chamolfo fuese un ciudadano que tuviese la capacidad y energía ne– cesarios para dar al país un impulso vigoroso hacia el progreso y por el conocimiento que tenia de los hombres, creia que esas cualidades se encontraban reunidas en el General Zovala. Es– cribió a un pequeño número de amigos expresándoles esta opinión y el deseo de que trabOjasen por esa candidatura, y combatió enérgicamente el sentido de delicadeza del señal Chamarra quien, por los particulares vínculos que le lígan al señor Zavala, no solamente guardaba silencio sobre la conveniencia de dicha elección, síno que llegaba hasta contrastar la opinión que espon– táneamente venia desarrollándose en favor de ella, manifestándole que toda consideración per– sonal debla subordinarse a los intereses públicos

CRITICA Y DESAPRUEBA LA RENUNCIA DE ZAVALA

Cuando a consecuencia del Manifiesto que el General Zavala dio en el Pital renunciando

su candidatura, vaciló la opinión pública y buscaba otro candidato que reuhiese sus condiciones,

el señor Benord se mantuvo firme en que no debla considerarse aquella manifestación que de– bla hacerse la elección y obligársele porque en ningún caso debía burlarse el voto de la nación

por la rebeldía de un ciudadano _"$i yo tuviere", decía él

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"que figurar en el Congreso que debe

calificar lo elección, tan amigo como soy de Zovola, le arrancarla hasta el último centavo de su

capital en multas, antes que consentir en que su voluntad prevaleciese sobre la de la noción Seria un escándalo y un precedente funesto poro el porvenir de Nicaragua -¿Qué hombre de verguenza aceptaría después de él un puesto que él habla rechazado sin causa justo?"

El. UNICO PARA SUBROGAR A ZAVALA

Durante aquellas vacilaciones de lo opinión pública, las personas que conocían de cerca

01 señor Benard comenzaban a designarle como el único que podía subrogar al señor Zavala, y se iba estableciendo cierta propagando que tomaba ya consistencia en varios drculos Enton–

ces, con una delicadeza y un pundonor que honrarán siempre su memoria, dirigió cartas a varios

amigos particulares combatiendo el pensamiento de elevarle a la Primera Magistratura, con tal sinceridad, energía y precisión, que los más apa ,ionCldos tuvieron que desistir de aquella idea

OTRA VEZ MINISTRO DE HACIENDA

DEL PRESIDENTE GRAL. JOAQUIN ZAVALA

Indudablemente, el señor Benard era un gran caráctel, una alta probidad y una inteli– gencia superior El General Zavola, en cuya administración ha cifrado el pals tantas esperanzas,

no podla consentir en privarse de la activa e ilustrada colaboración de aquel Ministro que tanta experiencia había adquirido ya en el manejo de los negocios públicos, y que llevaba los hil9S de todas las empresas íniciadas Así es que, al inaugurarse en el Poder en Marzo del corríente año, le llamó al Ministerio de Hacienda que con tanto brillo había servido Con tal motívo se

había empeñado entre el Presidente y el Minislro uno lucha honrosísima para éste El General Zavala deseaba tener a su lado 01 amigo de confianza, al consejero leal e ilustrado que en nin– guno circuf1stancia le negaría la verdad, y tomando en consideración lo trabajado que le tenían cuatro años de asiduas tareas en el Ministerio de Hacienda, le había ofrecido el Ministerio de

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