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obra, habiendo manifestado en el/a un genio propio de artista. Entre sus más bel/os adornos,

veíase, en el segundo cuerpo anterior, uno corona sumamente preciosa, por el tamaño y calidad, con otra menor interiormente, alrededor de la cual se leía esta dedicatoria¡ breve y significativa

A la memoria de Emilio Benard, fundador del Club de Granada, R 1. P., Y en el medio un peque– ño retrato que esta institución conservaba de su fundador ilustre AIJío, la majestad digna del objeto, y el lujo, sin

I ecargos ni adornos inútiles, rivalizaban a porfía, y se disputaban, con el gus–

to, /0 preferencia

Acabada la Misa y el Responso, los señores don Manuel Cuadra, designado por el Dilec– torio del Club, don Manuel Mejia, y dan Francisco R Cabrera, alumna y Profesor auxiliar del Colegio de Granada, leyeron en forma culta y castiza, sentidas oraciones en loor del finado, que

ponen de manifiesto el pesar de la saciedad granadina, la gratitud y el amor sin límites que el/o

siente y guardará eternamente hacia el señor Benard

Trasladémonos del lugar sagrado a otro lugar, vestido también de luto, como varios lo– cales públicos de la ciudad, y en donde se retrata el dolor de iodo una familia atribulada Las

comisiones y los particulares, en fúnebre cortejo, dirigiéronse, acto continuo, a dar sus saludos y

expresiones de pésame, a la señora viuda de Benord, doña Agustina Vivas, quien, no obstante su amabilidad acostumbrada, solamente pudo corresponder a tantas demostraciones con gruesas

lágrimas y desconsoladores lamentos, en vez de las palabras de agradecimiento que significaba al estrechar la mana de los amigos del que fue su querido y digno esposa. situación que aumen–

el sufrimiento de tan bondadosa señora, al recibir ésta, como recuerdo del Club Social, de ma– nos del señor Tesorero del Establecimiento don Juan B César, la corona Y retrato que estaban colocados en el catafalco y que el Directorio del Club habia dispuesto obsequiar a dicha señora

No desconocemos que, en estas ocasiones en que el sentimiento del dolor se muestra más

imponente, especialmente en la mujer y la madre de familia, los consuelos de la amistad y el

afecto, las manifestaciones del duelo general y los recuerdas de una grato memoria, son gran parte a mitigar el dolor en algún modo, pero no obstante y apesar de estos lenitivos, vemos que solo pueden calmar el ánimo del que padece, la resignación cristiana yeso fuerza y virtud que por más que nos la inspire la reflección, ha de venir, a no dudarlo, de arriba para la quietud y

sosiego de las almas afligidas

Ya, ocro dar término a esta reseña, escrita a oetición de uno de mis más dlstinguidos

amigos, per;"itanme las personas que se dignen pasar ia vista por ella, haga también ante el pú–

blico una manifestación¡ natural y sincera¡ de mis propios sentimientos con motivo de las éxe–

quias tributadas, tanto en esta ciudad como en la capital del Estado, por el Supremo Gobierno

y por la Sociedad nicaraguense, a la memoria del señor Ministro Benard Práceme sobrema–

nera, y, a fuer de hombre franco y desinteresado, tengo una gran satisfacción en consignarlo,

que el pueblo nicaraguense, que esta culta Sociedad, cuando se trata de homar la memoria de

hombres útiles y bienhechores, así nacionales cama extranjeros¡ cuando se J:oce necesario rendir

un justo tributo a la virtud, al talento y al mérito, como he podido observarlo, por mí mismo, en esta ocasión, y en los funerales y aniversario por el inolvidable señor Sáenz LIaría se presento siempre a tributar esa memoria con generoso desprendimiento, con lujo de gastos y dignas aten–

ciones, ostentando su pI opio carácter y elevación de miras¡ su educación y su cultura, su grande

y noble hidalguía, y, en vista de tales reflecciones, me honro de pertenecer o esta Sociedad y de haber adoptado a este pueblo como a mi segundo patrio

UN DECRETO EXTRAORDINARIO

El dio 5 de Noviembre del año ppdo dejaba de existir el Honorable señor don Emilio Benard, Ministro de Hacienda y Crédito Público, encargado de las Carteras de Relaciones Exte– riores e Instrucción Público El pois entero se conmovió profundamente al anuncio de tan in–

fausto acontecimiento

Las demostraciones espontáneas de dolor partidas de todas los esferas sociales, sin dis– linción de colores políticos, han demostrado que el país, apreciando debidamente la pérdida que

sufría, la consideraba como una desgracia nacional

Pocas veces ha habido demostraciones de duelo general tan justas y merecidas, pOlque

en el señor Benard, la Sociedad perdió uno de sus miembros más distinguidos, el Gobierno uno

de sus colaboradores más inteligentes y laboriosos y la patria una esperanzo, porque ero uno de

sus hijos más entusiastas por su bienestar y por su progresa

Dedicado desde muy joven al servicio público, siempre y en todos los posiciones que ocu–

pó, sirvió al país con inteligencia, probidad y patriotismo

Llamado, por I(} pasada Administración al destino de la Cartera de Hacienda, no solo logró como Administrador pura, económico e inteligente de los caudales públicos, mejorar las con-

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