Page 122 - RC_1968_01_N88

atención que cuyn.ple a todo caballero. son detalles im prescindibles en toda sociedad bien constituida. y que debieran mantenerse siempre muy por encima del pue– ril temor de vulgares chismorreos y crueles maledicen– cias. Al recoger EdulU"do nt de Inglaterra. en un baile de Corte. la liga de la Condesa de Salisbury. plonunció la célebre divisa de In Orden de la Jarretera. que de– biera inscribirse en nuestros centros de reunión: HONI

SOlT QUt MAL y PENSE.

La cena filé anuDchllla, y ofrecí mi blazo a mi res petable e inteligente intel"locutOl'a, Hubo caballeros que se dedicaron afanosamente a conduch: al comedor a buen mimero de señoras que qlledal'On sin compa. ñia, notando, con llena, al extremo de la galería al· gunas mesitas de antemano ocupadas solamente por Val'ones que no se cuidaban ni poco ni inucho de cier– tas tonalidalles (le buena crianza,

La cena telminó JlacieDllo subÍl de punto la ge. neral animación que reinó en su (lul'ación, ponienllo en simpático relieve el verdadelO esphitu rivense de sociabilidad, cohibido desgl'aciadamente por el solo vicio villano y mOl'daz que le amenaza, del cuchicheo maledicente y l)l'OCaz, que pasa al'rastrándose sel'pUm'· me por casas y salones atemolizando aún a los más insospechables caracteres, sembl'ando por doquiela la zizaña de la lliscOldia, sustituyendo en el co!'azón de la bondad, la piedad, y el amor, por el rencOl'.. el lla– VOl', ya la venganza, y en las palabras del Inmortal Sila. kespeare "arrancando las l'osas de las Cilsta3 frentes _ para esculpir en su lugar, la mancha" Rechace la sociedao tan terl'ibles avances que pl'openden a su di· solución, y recobre ésta, por tan simples medios, sus fueros y prestigios de antaño, haciendo prevulercr la buena arlllonía, la consideración y el l'espeto de sus micmbl'os entl'e sí, POI' sobre miserables maquinacio– nes de ruines elementos, iniciando así el l'cnaci'uien. to (le los felices tiempos cuando la fama de Slt exqui. sito refinamiento y genial amabilidad la Jliciera crguil se por sobre las demás ciudades llical'agüenses con las llalmas que aún conSCl'va, si Ull tanto abatidas, de ciudad culta y simpática por excelencia.

Extrañeme sobremanel'a al observar que en estas "soirées" danzantes, por así llamarlas, no se })l'ovela pam otras distracciones más a}llopiadas, ya para per· sonas de proyecta edad, ya para aquellas otras no se. (lucidas pOl' los placel es de la danza, y quienes 1101' largas horas se fastidian en presencia del monótono torbellino de un baile cuyo espectáculo muchas de ellas no pueden siquiera contemplal' a Su sabor por los gl'llpOS de varones que se apostan en las Imertas (lel salón, --como por elem1l10, salas de iuegos pal'a señol'as y caballeros; las llamadas "tea'llal'lol'S", e11 donde no solamente se concurre a gustar de un té o de un refresco cualquiera, sino qlle atl'aé a su l'ecinto a buena parte de la sociedall presente no aficionada al Vél tigo del baile, o siéndolo, acude b'as la altel'llativa de agradables SOl'presas y placenteras imllresiones No tendrían las últimas aquí, en verdad, ora POI' el cli– ma 01:a POI' la peallcñez de los edificios y de las so– ciedades que asisten generalmente a estos actos, el éxi.

94

to pl'áctico y feliz que entre nosotros, (leficiencia cier– tamente subsanable con otros entreteuÍluienots de es– tilo, no lIlenos que lJor la Ollol'tunidad (le intelesantes conversaciones de que allá, C0l110 sabéis mejor que otra alguna, se ha hecho un arte (lelicado y sutil en el que tan gallaldamente (lescolláis por la floridez y ex. }JOntaneillad de vuestro culto lenguaje, que lmede fas· cinal' a un tiempo a un conClUSO de amigos en vuestra amenísima compañía.

Mildrell y lVll Cal'lisle hau salillo a caballo csta mañana, y cólno se murlnura ya de ellos, Aglae, cl1al si fuese una parejilla de empecinados delincuentes! El, caballero }lUlquérlimo e idealísta, esclavo de los más altos llrÍllci!lios de culhll'a y de amistad, la pl'e– sencia de mi ltija, confiada a su I¡idalga protección pu– rifica su espíl'itu y le abstrae manteniéndole en las ele– vadas nociones del deber y del honor; ella., eSlli!'itllal y de nobilísimos instintos dirigirlos por una esmel'ada edncación, ni siquiera sospecha de los ridículos rumo· les, y pal'te con la som'isa en los labios y la f¡'anca alegl'Ía al corazón, con un beso de su padl'e sobre Sil casta frente, como un blanco pájaro que alne sus alas al sol, y en sus confiados levuelos bajo el azul de los cielos, sólo mira de la tiena las copas de los árboles que ni mienten, ni infaman, ni calumnian. Ellos, los seles inculpables, moral, intelectual y socialmente Sil· 11eriores, no saben que el más hel'moso y edificante s<'uthniento univel'sal, la amistad.. está (lc Ilecho pros·

crita de todo lugar en donde se asienten bienhalladas las fm'ias maldicientes de la murmuración dlfamadOl'a y vil, sofocando las puras e ingenuas expansiones (lel ánimo, compeliéndole pOI' tanto, según el caráctel', a la imliferencia y al reh'aimiento, o a la hipócrita su– tileza, a la perfidia, y al dolo. Si 10 supieran podrían exclamar dolorosamente coon RamIet:

Perdonad mi virtud: en estos tiempos De goces y de orgullo, es necesario Que perdón la virtud al vicio pida"

Os anuncio lIara el mes enil ante lluesh o viaje a Glanada; senth'é lllUY tle vel'as alejalme de esta bo· 11ita población, y !le esta simpática y ya querisa co– ciedad por la que bago los más bl'illantes auglll'ios, y a cuya felicidad y bienestar consagro mis más fervien– tes votos,

Os esclÍbhé una vez más antes de lladir, enviáll– (loos mientras tanto el vivo testimonio de nuestril afec– tuosa amistad,

GARTA vm

Eivas, mayo 30 (le 1907

Quel'Ída y respetada amiga:

En el "kaleidoscopio" (le mis recuerdos, en Was– hington, nuestra bermosa ciudad capitalina, y una de las más bellas del mundo, lo que boy excita mi fanta· sía con sus múltiples incidentes de la: villa oficial y

social. Sobel'bios e(lificios públicos; regias lllansiou25 (leslumbl'antes con los oropeles del fallSto y el boato

del rango lliplomático; magníficas avenidas de nsfalto