Page 10 - RC_1968_07_N94

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Licenciado Enrique del Aguila.

vinieron, dijo que los primeros avisaba a los segundos, que en un paraje se había derramado un c~stal de trigo y que los convidaban a comer: fueron muchos a verlo y hallaron ser verdad. Con esto el vulgo de Ate– nas le dio la aprobación de hechicero o augurio, que es una parte de léi. mágica. En manera alguna se prue– ba que este hombre fuese mágico ni que entendiese el lenguaje de las aves, ni es necesario ser muy docto pa– ra que otro dijese lo que éste. Los labradores conforme observan el tiempo. dicen si la cosecha es buena o ma– la: muchas veces corresponden el suceso al pronósti– co. En la especie de aves que nos son más do~és:tic.as!

que en este Reino se llaman zopilotes, .cualqul.era dlra a donde van cuando se juntan en el aIre y gIran por alguna vía, fácilmente advertirá conforme a su vuelo, que en las inmediaciones tien~n la carne muerta,.que es su alimento: y cuando alguno adivina (co.mo c;hcen los niños) no por eso será hechicera o augurIo, m en-tenderá su lenguaje~ . ,

Que aquella misma noche en qUe se habla!!, es~on­

dido, las aprisionaron, lo que dijó lCll Petromla SI ~e

probase que en la realidad así sucedió y que el a.n l – mal se los avisó, no hay duda alguna que merecerlan un severo castigo. y ya no era· esta causa de las .que puede 'conocer el Juez Secular. sino el Santo TrIbu– nal de la Inquisición (por no poder ser de otro I?odo que por pacto explícito o. implíc~to con el D~monlo) a cuya prudencia se deja inquirir esto: pero sm el. au– xilio del animal (que no se prueba ni en uno m en otro) bien podrían las dos inferir. qU,e aquella. !!,oche las habían de buscar y por conSIguIente aprl.slo~ar.

Esto mismo sucede a cualesquiera niños que se Jubilan de la escuela, esconderSe éstos, y el temor que tienen del maestro o de ser hallados. les está representando que los están buscando y que ya los hallan, como no tienen mayor habilidac;lpara ocultarse. se meten de– bajo de una 'cama. detrás de la puerta, en un cuarto o en los lugares excusados de la casa: manda el maes– tro por ellos y cuando piensan que no los han hallado, como están dentro de la misma casa, dan con ellos: el más advertido cuando le castigan, le dice al otro: no te lo dije que nos habían de hallar, y con el maestro uno y otro se disculpan, imputándole al otro la culpa. En saliendo del suplicio, se consuela el uno con decir– le al otro: mÍl'a cómo adiviné. ¿Habrá aquí. alguna? brujería o mágica? ,No por cierto. En las refer~das mu– jetes se ha de suponer muchas cosas. La: primera su imbecilidad. el miedo o pavor es connatural a ese sexo. como el espanto de cualquier accidente. Lo segun~o

haberse divulgado el rumor vano de ~ue er~n hec.!ü– ceras. El ser muchilchas. pues la una hene vemte anos y la otra es de diez y ocho años: y lo tercero, su su– ma curiosidad. Sólo la voz vaga de que eran, hechiceras (aunque en la realidad no lo son. ni se prueba en ma– nera alguna) era suficientísimo para atemorizarse y

procurar su ocultación. No hay niño que cuando se ofrece. hablando de brujas, no oiga los cuentos. con pavor, y lo común que dicen es: que las queman VIvas, Bastante es esta aprensión para crocurar la fuga: las mujeres aunque estén inocentes, por miedo de la pena, aunque no lo sean, dicen que lo son: otras por entre– tenerse o porque les tengan miedo, cuenta que saben del arte, que lo aprendieron de fula~o o fulana. en una cueva, y que cuentan lo que han oldo a algunas vie– jas. Como ellas estos cuentos los relatan, a otras ha– ciéndose cómplices, una vez que haya algun rumor de que fulana ha dicho que es bruja. es indispensable que lo teman y. que procuren huírse. Por tanto, el Santo Tribunal de la Inquisición, cuando ocurre un caso de estos, lo mira con mucha lentitud y prudencia, porque r.nuchas veces acontece que los que se han jactado de hechiceros o brujos han dado únicamente en esta fa– tuidad haciéndose autores de lo que no son.

El asunto del muñeco negro 'con alfileres, es tan antiguo en el Mundo, que apenas habrá ciudad y pue– blo en que no se cuente haber allí sucedido. De Isaac Aaron Griego, se dice: que en una caja de tortuga tenía

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la imagen de un hombre con grillos en, los pies y un clavo en el corazón: si esto se probara como correspon– día, no podía suceder sin pacto diabólico, pero en 'tal caso parece que seria ocioso el muñeco y los alfileres: lo primero por la ninguna que tiene esta figura y los alfileres con aquel a quien se pretende hacer mal: lo segundo, porque estando distante la causa de efecto, sin dependencia alguna de este a la causa, nada po– dría operar en él: lo tercero, porque supuesto el per– miso o licencia que Dios Nuestro Señor diese a la bes– tia infernal para contraer este pacto, hacer estas tra– vesuras y estar a la devoción del brujo o hechicero. ningún papel hacía el muñeco. ni los alfileres, pues el demonio, como inclinado a dar gusto al hechicero o hechicera, en virtud del pacto. bien podía causarle a– quellas enfermedades o dolores que quisiese el hechi– cero sin el auxilio del muñeco. Dice el Asesor, supues– to el permiso o . licencia que Dios Nuestro Se.ñC;lr die~e

a la infernal bestia, porque es de fe que no tIene li–

bre albedrío ni libertad alguna el demonio, sus secua– ces y los miserables condenados, y así permitiéndoselo Dios. bien puede hacer éste y otros prodigios: si lo hace o no. en éste u otro caSQ puede liquidarlo la pruden– cia y discreción del Juez. Pero ni es de creer que Dios permita que el demonio preste su 8sistenciaa tod?s los perversos que la solicitan, ni que le dé tant~ 11– bedad.

No percibe el Asesor que se quiera explicar con la piedrecita o polvos para ligar a los hombres: est~s con– versaciones ha oído varias veces a algunos credulos, que las brujas ligan a los hombres. y exp!icará el mo– do cómo lo entiende el Asesor. El verbo lIgar, adopta– do a que un hombre o mujer están liga~os, en el sen– tido teológico, no es otra cosa que un VInculo entre el varón y la propia mujel'. después de contraído el ma" trimonio legítimo, ya sea ,consumado, ya sea lotO. De suerte que, ·como la poligamia es reprobada por todo derecho, no puede alguno de los consortes contraer ~e­

gundo matrimonio. viviendo el otro:, en este sen:txdo no puede acomodar lo que se dice de l!gar a los !t0m– bres, por virtud de pacto con el 'Demomo, o por VIrtud de yerbas, polvos o la piedrec!ta, Y así el A~esor en– tiende en este caso, el verbo ligar. por hacer Impoten– tes lo~ hombres para la generación. Puede en esto n,o intel"Venir alguna hechicería. superstición o pacto, SI' no un 'conocimiento de alguna~ yerbas, que te:xgan tal virtud de suerte que vuelvan Impotente a algun hom– bre' esto puede provenir de :una causa natural. El se-:– ñor' Solórzano en su Política Indiana, libro 1, capítul? 4".

folio 7, asegura con otros a~tores que en el Peru hay un árbol de madera esponJosa, que doma los es– tímulos de la carne, y por eso los indios nunca hacen fuego de él en sus casas, porque su calor o humo no los haga impotentes. De los autos nC!. constB;. que estas mujeres tengan. tal~s polv?s, tal muneco, m tales l~~

cuciones con el ammal, nI menos que le c~usasen le. enfermedad a Quesada: que una a otra s!' atrlbuye~ es– tos delitos. más se debe creer que poseldas del mIedo cada una procure disculparse. imputando a 1!1 otra el deliío que no ha habido, por p3recerles qu~ este, es el medio único para salir con b~e~. El conc~bma,to. Igual– mente no se prueba: 10 que umcame~te tle!!,e, VISOS de probabilidad. es que no sepan !a doctrIna crls:tlana. esto puede provenir de la mala crIanza que les h~yan da– do sus padres, pues se ",e qUe en ciudades mas popu– losas, se ha experimentado en algunos ~ste defecto, bastante pernicioso, por lo que es de senÍlr que se pon– gan en casas honestas, hasta tanto entienden los dog– mas de nuestra santa fe, o se pase oficio al párraco pa– ra que providencie su enseñ~nza. absolviéndolas de los delitos imputados, y declarandolas libres. Se ha ex– tendido tanto el .Asesor para la instrucción del Juez cuando le ocurra otro caso. no vaya a hacer que ino– centes padezcan, o que siendo delincuentes se queden sin el castigo que prescriben las leyes, y es lo que le parece, salvo. etc.

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