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1846, por motivo de su elección como Oficial Mayor de la Cámara de Diputados de Ohio> cargo que man~

tuvo hasta el receso de la Legislatura en el mes de Febrero siguiente La transición del periodismo a la política es significativia Squier comenzaba a sentir que no pI ogr esaba suficientemente rápido en el cam– po del periodismo y que era mejor embarcarse en algo que le prometiera mayor fama, que por ese tiempo tenía más valor que el dinero La Oficialía Mayor de la Cámara, explicaba a sus padl es,

H no es tan ventajo_ sa, pecuniariamente, como el periodismo de éclat que es, a veces, más valioso que el dinero". (22)

La política, sin embargo, dio lugar a otro mterés que le pIometía un mayor éclat en el mundo científi_ co que la Oficialía Mayor le diera en la política. In~

mediatamente después de su arribo en Ohio, Squier, quien había mostrado ya interés en los temas arqueo– lógicos como editor del Mechanic y el Journal, comen– zó a natal los miles de conservaciones indígenas y los túmulos que punteaban el terreno en la par te sur del Estado (23).

El Condado de Ross, del que Chillicothe es el asiento principal, sucedía que era, como investigacio– nes posteriores lo demostraron, uno de los centros de población de los aborígenes del Medio Oeste y con_ tiene más de 5,000 montículos o túmulos (24). Squier se aprovechó del trabajo pausado del semanario para explorar esas ruinas arqueológicas, las que eran espe_ cialmente ahundantes a lo largo del do Scioto en la vecindad de Chillicothe Su compañero y guía en la mayor par te de sus excursiones arqueológicas era Ed– win H Davis, médico de Chillicothe que habla estado explorando los túmulos indígenas y coleccionando al'· tefactos del área por varios anOS. Davis exploraba y coleccionaba por mero pasatiempo, mas Squier aprove– chó rápidamente la oportunidad para convertir sus in_ vestigaciones en una publicación literaria y científica conjunta (25)

Los túmulos del Medio Oeste, particularmente a~

quenas del Valle de Ohio, habían sido observados a menudo y ya antes habían excitado la curiosidad. El pueblo responsable de los túmulos de Ohio, llamados moundbuilders, constructores de túmulos> por falta de información más específica respecto a ellos, se supo– nía habían sido miembros de una civilización avanza~

da que desapareció misteriosamente antes que el hom~

bre blanco penetrara al interior

Varias descripciones superficiales de los túmulos habían aparecido, dos o tres aun antes de 1800, mas ninguna respondía a preguntas vitales acerca de los mound-builders y pocas daban cifras exactas acerca del número y extensión de los túmulos En 1820, Ca_ leb Atwater, de Ohio, publicó su Archaeologia Ameri. cana, en la que describe algunos de los túmulos mejor conocidos de Ohio, mas no efectuó excavaciones ex– tensas El libro de Atwater despertó mayor interés en los túmulos, y varios entusiastas se fueron al cam– po a investigar y medir específicas áreas de túmulos, pelO ninguna publicación significativa sobre el tema apareció durante los siguientes veinticinco años (26). Squier y Davis trabajaron j~ntos por dos anos ex– plorando los túmulos del Sur de Ohio y recogiendo da– tos por correspondencia acerca de los que se encuen_ tran en los Estados vecinos Comenzaron a leer las

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obl as Bobl e arqueología que podían obtener en Euro_ pa y América, y Squier comenzó a publicar artículos sobre sus habajos en publicaciones científicas El n.ialio Ame~'i~ano de ~iencias y Al'tes de Benjamín Si_ llllnan publIco dos artIculas de Squier en 1846 y otros dos en 1847 (27) Fueron bleves y algo así como de aficionado, pero contlibuyelon con nueva información

y pusieron el numble de Squier ante el mundo cien~

tifico

En Junio de 1846> .8quier hizo un viaje al Este en un csfuelZo d.e familiarizar a científicos con el traba– jo que se hacía en Ohio y para persuadir a una o más de las sociedades científicas financiaran la continua– cióll. de sus estudios y la publicación de los resultados, Sqmer CallaCIó a tan distinguidos científicos como Sa_ muel G Morton, William H Prescott> Benjamín Silli_ man, Jaled Sparks y Albert GalJatin (28). Recibió mucho estímUlo y promesas de ayuda financiera Ga~

llatin, fu?dador y Presidente de la Sociedad Etnológi– ca Amencana de New York. se impresionó tanto con el habajo ya realizado que peIsonalmente le dió pres. tado a Squier $350, para que así pudiera continuar sus tlabajos (29).

Mlentlas tanto Squier había persuadido a Joseph Hemy, Secretario de la recién establecida y muy de– batida Smithsonían Institution, a publicar sus traba_ jos como el pIimer volumen de la serie J Contribucio. nes al Conocimiento. Aunque terminado por el mes de MayoJ 1847, apenas tres meses después del receso de la Legislatura, el libro no fue publicado sino hasta finales de 1848, porque HenrYJ precavido para no fi_ jal precedentes indeseables, era extI emadamente cau– teloso acelca de los detalles. (30) Tales minucias co– mo la disputa entre los dos autores acerca de qué nom~

bre habría de aparecer primero en la primera página

y de que cuántos ejemplares de obsequio debería re_ cibir cada autor, complicaba aun más la situación. Squier habia, en realidad, escrito el libro y supervigi.– lado su impresión, pero Davis había coleccionado la mayor par te de los gastos de las expediciones explo_ ratorias Squier consiguió que su nombre apareciera el primero, pero la resultante mala voluntad terminó la colaboración entre los dos autores. (31).

Aunque trataba primordialmente sobre los túmu– los de Ohio> los autores titularon su trabajo: "Antiguos Monumentos del Valle del Mississippi". Simplemente describe los túmulos, los clasifica en túmulos sepul~

crales, túmulos de sacrificios, túmulos templos, túmu– los efigies, y túmulos de observación J y además des_ cribe los artefactos encontrados en ellos. Lo que dis_ tingue el trabajo de sus predecesores es la exactitud y extensión de las medidas tomadas y los precisos grabados y mapas que profusamente lo ilustran Los autores hablaban con encomiable modestia y objetivi_ dad Llegaban a la sencilla conclusión de que los tú~

mulos eran de grande pero desconocida antigüedad y que mayores estudios quedaban por hacerse antes de que pudiera llegarse a conclusiones positivas. La más significativa conclusión fue la sugestión de que los túmulos de Ohio fueron construidos por pueblos ínti– mamente relacionados con las más avanzadas civiliza– ciones de la América del Sur. HNos aventuramos a sugerir que los hechos hasta ahora confirmados indi_ can una conexión mas o menos íntima entre la raza de

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