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« Previous Page Table of Contents Next Page »los túmulos y las naciones semicivilizadas que anti_ guamente tuvieron su asiento en las sierras de l\Iléxi_ ca, y SObl e los llanos de Ce~tro América y el Perú))
(32) Los autores no elaboraban este punto
Antiguos n-Ionumentos fue inmediatamente ensal– zado a ambos lados del Atlántico como un trabajo de glall impOltancia De acueIdo con una revista Ingle sa: "Este es no sólo el más importante trabajo ar– queológico que hemos visto de los Estados Unidos, sino que es también bien plantado en el estilo de papel de implenta y sus ilustraciones, lo que refleja
el buen el édito que merecen las al tes y las ciencias oe nuestros hermanos de allende el océano" (33)
Cuando recibió un ejemplar, Samuel MOl'ton, un "fi_
siólogo etnologista" y autor de Cranía Americana, le escribió a Squier: UNo he visto nunca un libro que me haya satisfecho tan completamente" (34) Geor– ge P Marsh, filólogo, al recomendar su publicación por la Smithsonian Institution, como miembro que era del comité examinador de la Sociedad Etnológica Americana, dijo que Antiguos Monumentos constituía "con mucho, la más destacada contribución a la Ar_
queología de los Estados Unidos, que se haya ofrecido
al público" (35) La North American, una revista de treinta páginas ensalzaba la "inteligencia, energía y exactitud" de los autores, y terminaba con el deseo "de que MI' Squier pueda ser animado a proseguir con sus investigaciones qpe ninguna otI a persona es–
tá capacitada como él p31a realizar tan exitosamen· te" (36)
El libro ha crecido en estatura a medida que la ciencia alqueológica se ha desarrollado en los Estados Unidos Escribiendo en 1903, J P MacLean, dijo: elEl 1 esultado de este trabajo fue el de promover un espúitu .más activo de investigación sobre todas aque– llas cuestiones conectadas con las ruinas antiguas en los valles del Ohio y el Mississippi En un~ fonna o en otra ha venido a ser la base de todos los liblos es_
CI itas sobre el tema desde su aparición En fin, es la única autOlidad l€conocida sobre el tema" (37) Uno de los más dedicados estudiantes recientes de los constructores de túmulos, Hem y e Shetrone, llamó Antiguos Monumentos uel glan clásico de Arqueolo– gía Ameliealla" (38), La eIÍtica del volumen Se ha centrado en pequeñas inexactitudes Y en las interpre– taciones de Squier y Davis de algunos túmulos sepul– crales como de sacrificios o templos (39) Otra críti– ca puede hacérsele, tal como su falla en des ti uir la en6nea creencia en que la raza de los D1ound~buiIders
fuese supelior a la de los Indios enconbados en el Va– lle del Ohio por los primeros colonizadores blancos,
(40) pero no hay duda que el volumen tiene derecho al primer rango entre los volúmenes pioneros de la Ar~
queología amel'Ícana, Al tiempo de su publicación fue tan altamente considerado que colocó a Squier en la plominencia p1blica de la ciencia Americana. Después de ver Antiguos 1\'lonumentos fueIa de las prensas, Squiel' capitalizó su brillante reputación pel suadiendo a la Sociedad Histórica de New York y a la Smithsonian InsUtution a financiar una expIOl a– ción a los túmulos y construcciones de la parte occi– dental de New York (4'1) Squier realizó un rápido via'e por New YOlk occidental en menos de ocho se– manas, incluyendo visitas a sus parientes y amigos, y
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se apresuló a leglesar a New YOlk en Diciembre,
1848, para leer lUla conferencia ante la Sociedad y pa_ ra preparar los resultados de sus investigaciones para su publicación (42) Este libro, titulado "l\lonumen_
tos Abolígenes del Estado de New York, fué aceptado pala ser publicado por la Smithsonian Institution des– pués de la pattida de Squier para Cenbo Amélica, y
fue impleso en 1850 como el Volumen JI de la serie Contribuciones al Conocimiento. Aunque menos ex– tenso que el anterior contiene mapas y grabados simi– lares en ejecución a aquellos de Antiguos Monumentos Pela descorazonó a los anticualios neoyorquinos por– que llegó a la conclusión de que 11105 túmulos de New
York occidental fueron erigidos por los Iroquois O sus vecinos occidentales y no poseen una antigüedad que vaya más allá del descubrimiento" (43)
Hasta Abril de 1849, cuando recibió su nombla_ miento diplomático, Squier había esclito muy poco referente a la arqueología de Cenbo América Su re– putación científica, ya establecida, se basaba en sus tlabajos sable ruinas arqueológicas dentIo de las fronteras de los Estados Unidos Pero en sus investi_ gaciones en Ohio se había llegado a convencer de la
el eciente importancia de Centro América para sus es– tudios del Indio Americano El y Davis estaban con· vencidos de la necesidad de relacionar a los mound– buil<lers con las elevadas civilizaciones al Sur, En Junio, 1846, Davis decía a Squier:
Hay tanto por hacel La historia,. no sólo de esta región (la de Ohlo), sino la de México, Centro y Sur América está por estudiarse Todo 10 que se ha hecho hasta ahora sobre es. te nuestro tema, en esas tres grandes regiones debe ser críticamente examinado y cuidadosa_ mente comparado con lo que hemos logrado (44).
Squier, aparentemente, siguió el consejo de Da– vis, pues en Abril, 1847, asistió a una conferencia en alqueologfa egipcia y, durante el período abiel to a discusión
II se refirió extensamente a algunos de los más imponentes monumentos de México, Centro A– mél ica y Perú" (45)
Varios de los escritos de Squier publicados antes de su partida para Centlo Amél ica muestran, también, evidencias de investigación de temas Centroamerica~
nos En Monumentos Aborígenes, Squier agl egó una sección comparando las estructuras defensivas de los abolígenes de New YOlk con aquellas de los Aztecas, Mayas e Incas. También compaló bIevemente los ri–
tos de entierros y las estructuras de los templos, ba– sándose principalmente en los cronistas Españoles y concentrándose en México y Perú mas bien que en Centro Amélica (46)
En MalZo, 1849, el Diario Americano de Ciencias y AI·tes, editado por Benjamín Silliman, publicó un bl eve artículo de Squier sobre el Calendario Azteca y el ciclo de 52 años En él Squier alegaba haber des_ cubiel to que la fecha azteca para el solsticio de in– vierno caía en 21 de Diciemble, y no en el 22 de Di– ciembre, COmo se Cl'eía anteriOlmente Poco antes de paltir p~l:la Centro América como Encargado de Ne– gocios, Squier esclibió dos articulas soble las ruinas
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