Page 70 - RC_1960_08_N1

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JUNIO 16

La capitulación de Leiva es un hecho; pero por el iexio del arreglo celebrado en Cedros, el Presidente Medina debe separarse del poder. Yo pienso eso, que esie convenio es znás honroso para Leiva que para Medina. Se encarg.a del poder un señor Mejía a quien no había oído znentar nunca.

Preparativos de znarcha; nos fOrInamos en un corredor de la casa que sirve de cuariel y vimos que éramos 46 personas por iodo. Cada emigrado, hEtsta el miszno Jerez, empuña un :Remingion y se faja una cacerina.

Escribo una especie de proclama incendiaria que se imprime aquí, fechada en Choluieca con fecha 25 del corriente, pues calcularnos que deniro de nueve días estaremos en aquella ciudad. Dicha proclama esfá firznada "Los Emigrados".

Llega un Manifiesto de Medina depositando el poder en Mejía: este lo transfiere, acfo coniinuo, a Dn. Crescencio GÓmez.

.JUNIO 17

A la una de la znadrugada nos levantamos para aprovechar la marea y llegar a la Brea antes de que caliente el sol/ pero no estuvimos listos para embar– carnos hasta las 4 a.m.

Yo voy en la znisma chalupa con Jerez, Leandro, Dn. Toribio, Fernando Bone, Baltazar Zaznora y Julio Jerez. En este bote van los diez mil pesos que Tqño Mejía de orden de Leandro acomodó personalmente ayudado de dos marineros. .

El General Jerez trae con él dos queridas. Una de ellas se llama Pancha, alias Peste y la aira Jesús Bo–

chinche. Ccimo no fuera posible acoIT\odar tania gente en una chalupa, y sobre todo los atados enormes de las dos mujeres, dispuso Jerez que saliera de la lan– chita Toño Mejía y que se fUera en un bongo. .

Toña furioso se echa al mar vestido, con el agua hasia el pecho. Muy desagradable impresión me hizo este incidente, pues no coznprendo que se lance a uno de nuestros mejores cOIT\pañeros para acomodar ra– meras indecentes. Saldríamos de Amapala como a las 4 '

/2 a.m. De todos los bongos Se oyen salir vivas a Jerez.

Don Toribio que no me ha sido nunca muy sim– pático, se zne hace odioso por la :manera torpe y des– vergonzada con que adula a su herInano: escribo estas líneas sentado enfrente de él. Cuán lejos estará de sospechar lo que pongo en este moznento en mi cariera.

La aurora es bellísima en el Golfo: vogamos ha– cia la isla de Zacaie Grande que parece una enorme esmeralda/ debemos costearla en parle antes de llegar

~l estero de La Brea. Al occidente vernos las peque– nas islas del "Garrobo", "El Conejo" y "Exposición": esía úlfima es larga y angosta y se encuentra sHuada frente a frente de Amapala.

A las 7 a.zn., comenzamos a perder de vista las casas de Amapala. A las 9 el sol quema de una :ma–

n~ra horrible y aunque nuestra chalupa tiene una tol–

dl~la el calor es intolerable. No sopla la más ligera bnsa y tenemos que hacer todo el viaje a fuerza de remos.

Llegamos a La Brea a las 9'/2 a.m. Este puedo es

~lgo parecido al Barquito. Diez o doce ranchos de ca– nas a la orílla de un estero: es difícil encontrar comi– da y el agua' es escasísima y de mala calidad.

La única persona conocida que aquí encontramos al desembarcar fue El. Dn. Pío Castellón: se le había co-

:misionado para buscar bestias y carrelas, pero cozno ya se comprenderá, no tenía una sola carreta ni una mala mula. A esa hora se mandó a Juan :Rodríguez a preparar bagajes para transporiar a Nacao:me nues–

tro :material de guerra.

Salvador Saborío, perfeciamente ebrio, arma una gran pendencia con Julüo Jerez. Salvador dice horro– res de todos los Jereces hasia que el General lo ame– naza con expulsarlo.

Viene como a las 12 p.m., Ramón Sarría quien ha fungido en Choluieca como Jefe de los emigrados que se hallaban en aquella ciudad. todos cuentan que ha prestado muy buenos servicios a nuestra causa.

Es Sarria un hombre como de 35 años, corpulento, barrigón, y mofletudo. Su cara revela candor. Una hora después de haber dese:mbarcado noso– tros llegan de Nacaome algunos emigrados leoneses y segovianos. La mayor alegría se revela en aquellos semblanies: cada grupito que se presenta echa vivas a Jerez.

A las 2 p.m., cOIT\ienzan a llegarnos algunas bes– tias. Elías Moniealegre me manda desde Choluieca un caballo bayo feo, pero valiente y de buen paso.

De Amapala a La Brea hay, según los Inarineros del Golfo. cinco leguas, sin embargo, IT\idiendo la dis– tancia con un compás en el znapa de Levy no resultan :más que tres y media. Lo cierio es que se hace el viaje en cinco horas a fuerza de reIT\OS y en tres si so– pla viento fresco.

A las 4 ' /2 p.:m., salí para Nacaozne junto con Sa– rria. Sólo ha sido posible despachar una carreta con armas. Jerez se queda hasia que mande todo el tren de guerra. Varios muchachos que en su vida habían cazninado media legua a pie, tienen que hacer así el camino porque se dificulta encontrar bestias. En el nÚ:rllero de estos pedestres veo a José Antonio Mejía. Viene sudando a chorros y medio :muerto de fatiga. Para :meter ruido y :matar el tiempo se divíerie en dis– parar al aire su rifle. El ca:mino de La Brea a Nacao– me :me recuerda el de las haciendas del Llano de Ni– caragua. Llegué a Nacaome a las seis de la tarde.

.JUNIO 18

El aspecto de Nacaome es bastante aflicfivo. Di– cen que tiene 2,500 habitantes. Aquí le llaman a esto "ciudad" y según me han informado, fUe en un tiezn–

po cabecera del Depariamento. La iglesia. es grande y no :muy fea. Dista cuatro leguas de La Brea.

La caria que Guardia dió a Jerez para Medina se mand6 con un poria-pliegos Tomás Guzmán. Ya lo suponíamos llegando a Tegucigalpa y sabemos con sorpresa que todavía no ha salido de este pueblo.

Leandro, Salamanca y oiros se ocupan en buscar carretas para mandárselas a Jerez a La Brea.

Vienen de Choluieca el Coronel Tomás Herrera y Dn. Julián Castellón.

Mi hermano Constantino tiene un altercado con Dn. Toribio y Dn. Pío por haber dichó "que en su cariera va apuntando los disparates que hace el Gral. Jerez y que ya apuntó cozno el número primero este viaje a Nacome".

.JUNIO .9

A las 12 del día viene Jerez de La Brea con todo el iren de guerra: al llegar a la plaza le forman la guardia y le baten :marcha, lo que yo encuentro muy ridículo. Comienza a hablarse de organización y a discutirse los no:mbramientos que deben hacerse.

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