This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »tigación embarazosa, si no de intervención Los Estados Unidos tienen sus ploblemas raciales complicados por el sistema federal y hay muy pocos estados Latino-America– nos cuyos sistemas políticos no ofrezcan bases para que– jas Con todo y las denuncias de Castro contl a la Re– pública Dominicana, es dudoso que Cuba obtenga una mejor calificación en cualquier evaluación objetiva de instituciones democráticas
Definitivamente no es la menor causa de inquie– tud el vieio problema de la "denegación de justicia" a extranjeros Los conflictos sobre el tratamiento de las inversiones privadas Norteamericanas en la América La– tina están lejos de ser cosa del pasado y la realidad de ese hecho revive el espectro de 1928 Toda leferencia a intel vención colectiva revive el temor de la intervención norteamericana bajo un nombre diferente Raúl Roa, Mi– nistro de Relaciones Exteriores de Cuba, apenas expre– saba sin el tacto usual lo que muchas de las Delegacio– nes en Santiago probablemente temían cuando declara– ban que la Comisión del Caribe sería únicamente un ins– trumento de la intervención Norteamericana
A esto debe agregarse la inquietud causada por el caso de Guatemala Los Estados Unidos, a diferencia de los Estados Latino-Amel icanos que en ocasiones anterio– res han propuesto la intervención colectiva fueron capa– ces de forzar su resolución a pensar de la repugnancia de sus colegas No cabe la menor duda que fue el po– der de los Estados, mas que un acuerdo sinéero, el res– ponsable por su aprobación Sydney Gruson en el New
York Times lo describió muy atinadamente:
"El señol Toriello [Ministro de Relaciones Exte– riores de Guatemala] dijo muchas cosas desagrada– bles acerca de los Estados Unidos que virtualmente toda la América Latina cree Estaban gustosos de aplaudirlo puesto que no costaba nada Pero no muchos estaban deseosos de votar en contra de los Estados Unidos puesto que mas tarcie habí<ln de po– nerse de pies en la Conferencia y solicital ayuda económica En el voto de la Comisión solamente México, Uruguay y la Algentina estuvielon al lado de Guatemala"
Bien puede suceder que el "éxito" de los Estados Unidos al ganal los votos necesarios par a su declaración esté contra-balanceado por el resentimiento creado El haber revivido el espectro de 1928 ha servido para ha· cer el problema más difícil de resolver
Sin embargo, debe recordarse que todo esto suce– dió como resultado de lo que los Estados Unidos, con justicia o sin ella, consideraban como un requisito de la seguridad continental Esto plantea la cuestión de que si una regla de derecho que ha sido diseñada par a dar protección contl a un poder democrático con Iimitadas am– biciones imperialistas sea también adecuada en contra de un poder totalitario con ambiciones imperialistas en una escala global Las voces que insisten en que los Es– tados Unidos no pueden contrarrestar la intervención Soviética con una política de escrupulosa no-intervención, sin duda alguna levantarán su tono si tales crisis se vuel– ven cada vez más frecuentes Por otra parte, lo; Latino Americanos están justamente preocupados de que se re-
pitan casos similares al de Guatemala. Para la mayoría de ellos la única esperanza parece deescansar en una de– claración mas fuerte del principio de no-intervención, Mas es tan inútil proscribir la intervención sin la pro– visión de un substituto adecuado, como es proscribir la guerra cuando no se encuentra substituto satisfactorio Cuando la aparente "necesidad" de intervención aparece sobrepasar cualesquiera de las ventajas a largo plazo de preservar el principio de no-intervención, los estados apelarán a la primera Esto es valedero tanto para poten– cias menores como para potencias mayores y el historial de las dos décadas pasadas muestra un creciente núme– ro de aparentes "necesidades"
Todo esto debe ser, y por supuesto ha sido cau– sa de sobrio cuidado de parte de juristas y hombres de estado en este hemisferio El alegato del Dr Ferrara an– te la Sexta Conferencia Internacional de Estados Ameri. canos, de que la absoluta no-intervención en nombre de la libertad y la auto-deter minación de los pueblos po– dría frustrar los ideales mismos que buscaba proteger, ha sido enérgicamente vindicado Ahora podeme: ;::,re– guntar, si el rehusar a transigit sobre el principio de no intervención no amenazará el principio mismo Se pue de, por supuesto, continuar honrándolo en incontables declaraciones y protestas, pero si no se enmarca con las duras realidades de la política internacional eso será el gl ado de su mérito Se requerirá más que pronuncia– miento en contra de la intervención y un periódico revi– vir del espectro de 1928 También se requerirá mucho menos oportunismo de parte de los Estados Unidos que el mostrado en la conferencia de Caracas y en aconteci· mientas jnmediatamente posteriores
A algunos pareció que en Caracas, los Latino Ame· ricanos se mostraban lerdos en reconocer los legítimos intereses en la seguridad de parte de los Estados Unidos Pero para muchos otros, el fracaso del Secretario Dulles en mostrar igual interés en los intentos latino-am.erica– nos de relacionar la seguridad del hemisferio con los pro– blemas de bienestar económico y social aparece plena– mente tan de cortos alcances Mientras la cuestión de la intelvención continúe tratándose exclusivamente en respuesta a alguna específica e inmediata amenaza con· tra un estado o un grupo de estados, el verdadero pro– blema tiende a quedarse sin solución La limitación se– vera de la intervención colectiva, el hecho de que los intentos en esforzar la democracia y el respeto por /05
del echos humanos crealÍa tantos problemas como los que pretende resolver, son cosas de que a menudo se hace caso omiso Lo mismo puede decirse con respecto a los intentos de prevenir la subversión comunista Hace diez años, en un estudio que trataba sobre algunos de estos problemas se sugería que los procedimientos para pie· venir actos de agl esión en este hemisferio deberían ser "incrementados no sólo por la investigación del desarro– llo democrático de los estados, sino por un bien planea– do, sistemático e intensivo esfuerzo por mejorar o remo– ver las causas básicas de fricción inter-Americana" Aun cuando estos últimos diez años han visto un considera ble aumento de esfuerzos en esta dirección, es dudoso que puedan llamarse "bien planeados", "sistemáticos" o "intensivos"
- 24-'-
This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »