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mS(URSO DEL GENERAL (HAMORRO

~URANT~ El HOMENAJE ~N fl (lUB ~O(~Al DE MANAG~A

~N ~(ASION DE §~§ N~VENl AAÑOS

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Señores:

Especialmente complacido me siento hoy, queridos amigos, ante este agasajo, que tengo yo por el último con que me favorezca un nú" deo tan selecto de cOl'religionarios. Esto me hace agradecerlo también de una manera muy especial: he tenido el grato saludo de gente muy querida de antaño para mí; me he senti" do confortado por el calm' de antiguos afectos

y alentado también por otros más recientes, pues siempre, aun en el ocaso de una larga vi· da, pueden recibirse alientos. Esta feliz dis– posición de ánimo me induce a consagrar un recuel'do muy cordial, desde lo más íntimo de mi corazón, a aquellos amigos inolvidables que seguramente estarían aquí con nosotros, si antes no hubieran recibido y acatado ya la última Ol'den: la de partir de este mundo, con la esperanza cierta de que la bondad infinita de Dios nos aguarda con la eterna Bienaven" turallza, la cual ellos están disfrutando ya en premio a sus virtudes, de modo particular, a su patriotismo y a su devoción por las cansas nobles.

Permítaseme ahol'3 explicar porqué acepo té esta bondadosa muestra de cariño que tan gentilmente me b'ibutan Ustedes ahOl'a. Po– dría pensarse que mi edad y mi salud están más para el reposo que para actividades que necesariamente tienen un tinte político; pero cnando se me dijo que los fondos colectados

Ija~'a la festividad amistosa serían destinados a la construcción de la CASA DEL PARTIDO CONSERVADOR, ni un momento más tuve !ludas ni escrúpulos: acepté. Pensé que si a mi alrededor se podía juntar un numeroso grupo de hombres generosos anuentes a con· tribuir para tan importante propósito, 110 po– dla negarme; así, ni pude ni quise: veo en es" to el modo cómo en mis años postreros puedo todavía hacer algo por mi Pal·tido, cuya acti– vidad la considero esencial para la bienandan– za patria, Y la bienamlanza patria que fue en mis años viriles la suprema preocupación, la

l'azón de ser de mi vida, también lo sigue sien" do en mi edad provecta.

Amigos míos: es la más gl'ande satisfac– ción de mi existencia volver una mirada re· trospectiva y tras detenida contemplación del pasado, poder decir y repetir que cada paso de mi "ida política y militar tuvo como objeti– vo supremo el bien de Nicaragua y que mi identificación con el Partido Conservador se ha debido a la firme convicción que tengo de que el Partido Consel'vador ha sido a través de la historia, el Partido del Orden, el abande– 'rado de la libertad ciudadana y el que mejo– res ej~cutorias luce en los afanes por el PI'O–

greso y el adelanto CÍvico y económico de nuestra querida patria,

Esta arraigada convicción la siento am– pliamente fortalecida por la historia contern" voránea de nuestro amado suelo, Pero no es lUi intención detenerme a presentar observa– ciones sombrías acerca de la sucesión' de epi– sodios recientes, tan adversos a la felicidad y

a la prosperidad de los nicaragüenses, tan amargos especialmente para la juventud, que en occidente, en oriente, en el norte y en el