This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »ara dar en tierra con todo lo que hasta aque– lla época había sido respetado, apreciado y eStimado en la sociedad, en todo orden de cosas.
Humilló a la Iglesia en la persona de sus ministros; apoyó lodo lo que a esta institución le era hostil y traspasó en corporaciones laicas los bienes que la piedad de los fieles había creado para el sostenizniento del culto divino. No hubo hombre ilustre por su naciznien– lo, por su fortuna o por saber perteneciente al partido Conservador, que no experimentase los lÍgores de la cárcel, los grillos; las cade–
nas y las infam.ias estuvieron consagradas en
su época para la honradez, en tanto que goza– ban de inmunidad los criminales.
Damas distinguidas sufrieron gravlsrrnos ullrajes, llegando hasta ser sitiadas en sus pro– pias casas, por la fuerza pública, la cual im– pedía la entrada de los alimentos de primera necesidad.
Recordaremos como prueba de nuestra
aserción, omitiendo referirnos a los varones en
obsequio a la brevedad, a doña Ana Maria Zelaya, esposa de don Pedro Joaquín Chamo– rra,
a doña Carmela Chamorro, esposa de don Pedro Rafael Cuadra, en Granada, y a doña Trinidad de Maliaño y una señorita Padilla, en Rivas.
Si en 1893 hubiera habido simplemente un cambio de personal en el gobierno, si la Constitución y leyes que entonces se emitie– ron, hubieran sido llevadas a la práctica, si a la prensa se le hubiera dejado ejercer su mi– nisterio de ilustrar la opinión pública, dudo mucho que el Partido Conservador se hubiera alzado contra Zelaya.
Porque además de que en las luchas elec– torales les habria sido fácil vencer, teniendo, como tenia, pompactas sus filas, por sus tra– diciones, por la hermosa obra de la paz, pro–
9re~0 y'libertad que había realizado durante seis lustros, por decoro y respeto a sí mismo antes que entorpecer el público bienestar con una guerra, habría cooperado a sostenerlo y promoverlo.
Pero. como hemos dicho ya, el Presidente Zelaya tomó a lo principal de este partido co– mo blanco y perenne de sus odios feroces y al benéfico imperio de la Constitución y de las leyes sustituyó su perversa. arbitraria y ca– prichosa voluntad.
Desde entonces no ha habido República ni institución republicanas, hubo solamente una desaforada tiranía, un desenfrenado des– potismo.
, Entonces el Partido Conservador, con el derecho que le daba un pasado de justicia y
de leyes, por salvarse a sí mismo, por salvar a
la república y a la sociedad, trató de derrocar
a Zelaya mediante sucesivos movimientos re–
volucionarios.
"Cuando no se puede gobernar desde el Estado con el deber, dice el insigne publicista Juan Vásquez de Mela,' se gobierna a la so– ciedad con el derecho",
"Si lo niegan los que gobiernan con el de– ber? Se apela al derecho de la fuerza, que es legitima cuando la reclmna, como un medio de hacerse efectiva, la fuerza del derecho.
y si no existe la fuerza? Nunca falta en
las naciones católicas, ni aun en las que en
gran parte dejaron de serlo.
y si no existiera, se va a las catacumbas
y al circo a recibirlo del cielo; pero no cae de rodillas ante los ídolos, porque están en el capitolio".
"Sabe morir por Cristo y por la patria es
una fuerza que aterra a los que aman denla–
siado la vida presente, para sacrificarla en be– neficio de los que vendrán más tarde a ocupar sus puestos en el banquete del mando".
"Un grupo de hombres honrados, aunque
fuera exiguo, permaneciendo puro, en una so–
ciedad desgraciada, puede marcar con su altu– ra moral corno las piráInides de tierra que se dejan en los desmontes, todo lo que ha descen– dido el nivel común. Por ellos se medirá la
decadencia
"Podrán quedar en pie corno la últizna Co– lumna de un templo en ruinas y si los histo– riadores futuros vienen a descubrir el pasado de un pueblo de entre sus escombros, tendrán que saludar con respeto los últiznos' restos del edificio hundido por la catástrofe. Y si no es– taba decretada la muerte de la obra y una tri– bu de náufragos acampa sobre las losas amon– tonadas en el solar sagrado, para levantar el témplo, tendrá que apoyar en la vieja colum– na su tienda y reconstruir por sus lineas el plano del nuevo santuario nacional".
(La Iglesia independiente del Estado, pág. 2641.
Así el Partido Conservador de Nicaragua, cuando caído por obra de la traición y a la vis– ta de la ruina de las instituciones republica– nas denlOlidas por la tiranía, no pudo ya go– bernar desde el Estado con el deber, porque el despotismo se lo impedía, mediante la supre– sión de las públicas libertades y anulación de los derechos del ciudadano, apeló al derecho de la fuerza.
Nos referiremos brevemente a cada uno de esos esfuerzos armados.
El primer esfuerzo del Partido Conserva– dor para aniquilar el insolente despotismo, fue preparado por el malogrado joven don Pedro Calderón.
El movimiento se circunscribi6 a esia ca–
pitl¡ll, donde se guardaban todos los elemen– tos de guerra de la república, pues León ha– bía sido desarmado y se verificó el 8 de Sep– ±iembre de 1896.
Estaba arreglada la entrega del Cuartel de Artilleria con el coronel don Félix Aguirre, muerto últiznaInente en la memorable batalla de Tisma.
Recibida la Artillería, el Cuartel Principal caería inevitablemente en poder de la revolu– ción, pues estrambos estaban situados en el
mislTlo edificio y tenían comunicaci6n interior.
Veinticinco leoneses harían fuego, desde la. ±6-
-11-
This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »