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IU uso está restringido por la naturaleza mi.ma del ins–

trumento, la fabricación del consentimiento constituye una

de las industrias más grandes de todos los gobiernos con~

temporáneos. Esta fabricación del consentimiento deman~

dif no sólo la hechura de planes de largo alcance, sino también el empleo de tácticas especiales pa:ra enfrentar circunstancias específicas. Con el objeto de evitar la vio..

lenéia y de fabricar el consentimiento, conviene anticipar las crisis y localizar los lugares de dificultades potencia.. les. Esta modalidad de elaboración de planes sociales im– pone el requisito del reconocimiento y comprensión de la sociedad. Por lo tanto, la esencia de la tareil del político (una tarea cargada de graves peligros, debido a la natu.. raleza de la sociedad moderna), está envuelta en la pra· par.ci6n de programas generales y en la invención de tácticas para obtener el consentimiento máximo y asegu·

rar el mínimo de violencia el1 la aplicación de estos mis· mas programas.

El arta de la polmca se dirige primeramente hada la selecci6n de programas distintos para situaciones espe· cfficas. Dirección, dramatización, escogimiento del tiem. po correcto, compromisos, recompensas y pagos políticos componen las técnicas esenciales del al te de la política Uni'ámente por estos medios es posible proc:ul ar el ascenso mediante el escogimieniu entre alternativas difí· ciles y dudo,sas para alcanzar un futuro dinámico e inse· guro". Algunos observadores de tales tácticas se sienten dispuestos a calificarlas de pactos políticos corrompidos Los historiadores, quienes ven con mirada retrospectiva

t81es intercambios entre los intereses especiales, proba· blemente estarán dispuestos a llamarlas compromisos pro· 'Pios a los estadistas. A veces pare.ce que no hay más un grano de verdad en el decir común de que "un estadista es sHnplemente un político muerto". Después de la muer~

te del polftico, quienes tienen conciencia de la manera cómo él evitó que se rompiera la tela de la sociedad, se sientén inclinados a reconocer cualidades de estadista al político muerto. Pero los políticos, que suben más alto que el nivel ocupado por los meros serviles, entienden que el arte de la política es dirección, escogimiento del tiempo oportuno y dramatizaci6n para procurar el con· sentimiento. Y aun el servil puede con1ribuir involunta– riamente a suavizar situaciones de violencia potencial, ayudando de e.ta manera a que la tela de la sociedad no se rompa. En este .entido fue que el poeta inglé. A. E. Housman, diio de un eiército de mercenarios:

"Lo que Dios ha abandonado, estos defendieron.

y por su pago salvaron la balanza universal".

Parece que únicamente por tales medi06 "políticos" 'e pueden establecer arreglos tolerables y de este modo, perdurables en los a.untos politicos. El proceso de la redacci6n y ratificaci6n de la Constituci6n de los E.tados Unidos proporciona una ilustración excelenta y aplicable aquí. Si el consentimiento para programas de tan largo .lcance pudiese ser asegurado, entonces debieran de se}' "formulados" por los políticos, quienes imitan, quizá en forma muy cruda, el arte del actor. Se debe de "propor– cionar la acci6n a la palabra y la ,palabra a la acci6n", por

lo mOno, en forma tal que el programa que se quiera ver aceptado .ea entendido por la gente contemporánea y

Se convierta en un foco de atracción para un gran número de persona.. Se debe de "hablar el discur.o de la lengua con agilidad y ligereza ll

,

con arte suficiente a lo menos para dar la sensaci6n de que saben acerca de qué hablan.

y al fin, $9 debe de "no romper una pasión al extremo

d& convertirla en haraposu, porque la voz que llega a ler

demasiado aguda aun en las actividades políticas, en don.. de el nivel de habilidad dramática no necesita ser muy elevado, de prento pierde la capacidad de .er convincen–

te, con excepción de cuando se persiguen fines violentos.

Un político que haya ganado su cargo montado a horcajadas de una pasi6n demasiado harapienta y rasga– da, se el1c~ntrará en una situación difícil o quizá imposi.. ble para cooperar con los políticos de la oposición qua también hoya n ganado cargos públicos, ha.ta el grado de no poder cumplir cabalmente con la atenci6n necesa– ria de los negocios públicos. La referida situación exige

;1 esta clase de políticos, quienes critican a los otrol ídem por concertar convenios corrompidos con la oposición, que se detengan a considerar las consecuencias de lo que hubiese pasado si el conflicto hubiera estallado en serio y adquirido Caracteres de ferocidad. El método politico, aun en su nivel más baio y como mera manipulación, es por cierto preferible a la violencia como método sufrible de aduación social. En el caso particular de los norteame– ricanos es pertinente pensar en eventos no más antiguos que su propia "Guerra de Secesión", espantosa contien· da civil con su secuela de hechos sangrientos y consecuen– cias amargas, para ilustrar esta verdad.

Lord Hankey, en sus conferencias sobre política, in.. tituladas "Romanes u

, que dictó en 1951, cita una ilustra.. ción excelente como testimonio en que el arte de la política siempre viene a propósito en situaciones en las cuales es necesario tomar decisiones; y de que el papel político resulta siempre vinc.ulado a la tarea de procurar el consentimiento para de esta manera rebaiar la vio.. lencia a su mínima expresión. La inscripción funeraria de KERES, con.ejero d. la reina Aahotep 1, en el siglo se– gundo antes de Cristo, contiene el testimonio de la suerta que constituyó para dicha reina el haber contado con 105

valiosos servicios de este hábil y sabio ¡político. I'KERES,

el confi_~ente actual de su reina, a quien las cosas secre... tas son" -reveladas, versado en los planes de su reina, transmitiendo asuntos al palacio, descubriendo resolucio.. nes haciendo agradable. los asunlos desagradables, de cuya palabra su reina depende, aproximando la verdad, entendiendo los asbntos de la mente, pronunciando dis.. cursos eJl¡ provecho de su reina, de alto y acendrado res· peto el! la ca. a de la madre del Rey, de cuantioso pa.ado en aJuntas públicos, excelente en la discusión, reservado en su pensamiento, competente administrador del palacio, boca que no repite lo que oye, oficial que resuelve pro– blemas difícil e.". Cualquier político hábil contemporáneo puede e.trechar la mano de KERES a través de los siglos, come» la de un colega que supo practitar su arte con bri.. lIantez y acierto; y cualquiera que lea los periódicos dia. rios puede reconocer a KERES, lo mismo que .us proble– ma. y habilidades, entre las noticias políticas que apare-

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