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Costa Rica refiere que él vio los 2,500 nombres arma– dos' que tienen listos en· el Guanacaste los emigrados. Dudo mucho que esto úUimo sea verdad. Antenoche fue Calixto a su casa; ofreció volver ayer, y hasta ahora, que son como las 2 p.m., aúri no ha regrésado. Arrecia algo la lluvia por la tarde.. y a las 6 p.m. nos meternoS en el· ra~cho donde encont~amos. a un in– dividuo de Nandanne llamado FrancIsco RIvera. Le acusaban de haber cooperado a la loma del "Victo– ria", siendo uno de la guarnición de dicho vapor,

y de haber dado muerte al coronel Zamora, jefe de la consabida gll':lrn~ción. Me preocupa el que no haya vuelto Juan Jose. Terno' que le hayan agarrado y qui±ádo mi carta pal'a la Bela.

OCTUBRE 4

Nos despierta Juan José que vino anoche de Gra– nada. Me trae caria de la Bela en la que ésta me cuenta que Avilés y Alberto Chamorro están ya en li–

bertad, el primero salió mediante el pago de 10 mil pesos (fuera de su contribución), que los presos de la Penitenciaría estáu bien tratados, y que el 2 del corriente en la noche murió Salaverri. ·Juan José dice que Granada Se halla con1pletamenfe tranquila, que no se ven ni agentes de policía en las cálles, que a nadie destierran ni inten-ogan, que él sólo vio en el camino a José Ma. Sándigo, el cual está ya de baja. Hermosísimo día de sol ha sido el de hoy, pero Rocha, Correa y yo, convencidos de que todo ha con" cluido, resolvemos irnos de aquí el domingo próximo de cualquIer manera. Nos fastidiamos sobremanera en este lugar, aun haCiendo buen tiempo, cuando llueve os esto desesperante. Por los periódicos que me enviaron de Granada, sabernos que el 1· del co– rriente hizo fusilar Zelaya en Jinotepe a Emilio y Tri– nidad Vanegas, individuos que se hallaban de alta en Santa Teresa el uno y en San Marcos el afro y que, según afirma la prensa oficial, hicieron traición al Gobierno. Gámez regresó ya de Rivas a Managua. Se advierie que las cosas han vuelJo al Ser y estado que tenían antes del 17 de sepiiembre. Por la tar– de viene Alcides con la "noticia gorda" de que Igle– sias se dirigi6 a la Dieta de la R. M. de C. A. l1:\ani– festándole que si Nicaragua no le da satisfacción por haber penetrado un piquete de 40 hombres armados al territorio costarricense, vendrá a pedir esa satis– facción por medio de las armas. Nos ponemos a leer el peri6dico en que consta tal noticia, y vernos' que es "El Bien Público", de QuezaUenango, fecha 19 de Agosto (HIl. Según cuenta Gámez en "El Comercio", Iglesias ha separado a V. Guardia de la gobeznación de Liberia.

OCTUBRE 5

No llovió anoche. Dormirnos muy bien, vino el leÓ.11. a rondar nuestro rancho, un pedazo de lengua gUIGada que dejarnos en una fuente, no amane01O. Continúa el buen tien'lpo, hasta ahora que son la6 11 a.11.1. no hay ni asomos de lluvia. Viene a eso de la 1 p.m. Carlos Bendaña, dice que Leopoldo Rocha, que está de paseo en su hacienda, cuenta que vio a don Anselmo H. Rivas en el escondite en que se halla,

y que este le dijo que aún no había concluido todo, d

U <:¡ • Se sien!e la revolución en la atmósfera y que el h

ODIerno estaba volviendo a prender a los que 'ya abía soltado. El Docior Rocha y Correa no quieren se19uir oyendo las "historias" de Carlos y se entraron

El rancho, tan desalentados están. Uno de los que hAa n sido nuevamente capturados es Alberto Chamarra.

l~s 5 p.m. nos dan el susto más grande que hemos fenIdo desde que andamos huyendo. Como una hora abntes. habíamos oído disparos de armas de fuego astanie lejanos, ningún caso hicimos de esto. De pronto. oigo que Rocha, que leía serttado frente a mí, me 9r~a levantándose apresuradamente, "don Enri– qUe' ' '. Entendí que el enemigo estaba a la vista;

~penas tuve Hempo de tomar 'mi chaleco y mi saco.

11. el' mO."I'ent9,.. a poca,. di~ancia de la puerta del hanc::ho, VI .a'·.Alardes; con<i~"", d<;l. espanto. Hliimos b aCla el '·norte con una ,rapIdez die' que ono ·me 'hu, lera creído Cl;lpaz. Corrimos Gamo, 150 varas.. Jun-

to a un árbol caído nos detuvimos y allí nos contó Alcides que una escolia de 20 soldados a las órdenes de Barrabás había llegado a su casa, y que de allí una parte de otra escolta, cruzando la cañada, pasó a la hacienda de Toña. Cerca de media hora nos estuvimos en ell\1gar apartado donde nos refugiarnos, como no se advertía ruido ninguno y la noche se nos entraba, resolvÍlnos volver al rancho con las con– venientes precauciones. En el mOlnento mismo en' que entrábamos a nuestro campamento, llegaba por el lado opuesto el "Paisano" con la comida. Nos dijo que efectivamente había estado la escolia en la casa, que el jefe de ella manif",stó que buscaba a unos individuos que huian por este lado I probable es que sean F. Bolaños y sus compañeros); qUe de la ha– cienda de Toñ'o pasaron a la' de Carlos y de allí se fueron para Los Bajos: Con esto nos jyanquiliza~os

y como empez.aba a llover, nos metimos al' rancho y nos acostarnos: eran las 6 y media p.m.

OCTUBRE 6

Llovió bastante anoche, lo que quiere decir que el suelo de nuestro campamento amaneció más fan– goso que de costumbre. Esta constante humedad nos modifica mucho y nos hace temer por nuestra salud. Telnprano de la mañana viene Alddes, quien nos dice que va para Diriomo a buscar unos mozos y procurará recoger noticias. Una de nuestras ocupa– ciones y distracciones es encender un fogón cerca de la culata del rancho para que el humo aleje los mos– quitos. Echarnos siempre al fogón trozos de una enormQ casa de comejen que arde admirablemente. A ra:l03 leo "La resurrección de Rocambole",' novela que irajo Taño, o bien un librito intitulado "Guía teó–

rico-práctica del escribiente" que me pres:ló Alcides.

Ira. negado, a la hacienda de Toña un i'ndividUQ 'a quien llaman "Piura", preguntó si había gente esc;on– dida aqu\ y le dijeron que no; "porque si hay, dijo él Ine voy, no quiero éomprometerme". 'Este sujeto es cuñado de Taño. Vuelve Alcides, cuenta que ya cayó Reina Barrios y que es presidente de Guatemala Antonio Barrios, hijo natural d~ Rlúino, que está preso Faustino Arellano por no haber paga,do 30 mil pesos de contribución que le impusieron y que en el camino encontró a .Piura (el cuñado de Toña) quien le dijo que aquí estábamos escondidos Filadelfo Cha· morro, yo y otros, y que esio lo había sabido por su hermana María. A las 6 p.m. cuando ya nos di~po­

fiíamos a meternos 'al rancho, se nos presentó Calixto que vuelve de su huerta y estuvo en Nandaime. Se– gún pudo él co;rnprender, ya no queda esperanza ninguna y no hay otra cosa que hacer sinó irnos con un buen guía a Costa Rica. El comandante de' Nan– daime es ahora Francisco Castillo Mora.

OCTUBRE 7

Anoche llovió, pero muy poco. No es cuñado de Toño sino su primo político el Pablo Piura que llegó ayer a la hacienda. El "Paisano", cuando viene a dejarnos el café, nos dice que Piura sabe ya que estarnos aquí escondidos, pero' nos tranquiliza a este respecto manifestándonos que el individuo ese no pa– rece mal dispuesto y asegura que él nunca haría co– sa que pudiera perjudicar a Taño. Corno a las 11 a.m. viene Juan José y nos cuenta que desde ayer volvió Toña quien se ha estado en el Cráter (ha– cienda de Nicho Chamorro de la que Juan José es administrador), que pagó en Managua su con:lribu– dón y que viene con tanto miedo que está resuelto a que mudemos de escondite y nos vayamos con él (Toñol para el Cráter. Comprendemos todos bien que ya no debemos seguir aquí. Se decide que el viaje será esta tarde a las 5 y que procuremos pasar de noche por la hacienda de Mariano Argüello. Nos trae Madriz cartas de Granada por las cliales ven10S que hay como un recnldecimiento de persecución; Taño, que llega poco después, nos confirma esto. Dice que Zelaya se manifiesta furioso con todos los conservadores y lanza, contra ellos terribles amena, za·!'i. Faustino, según me dice la Bela, no está preso por la contribución, supo,ngo qUe irá a servir de rehén.

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