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tiempos paso en silenció, el viaje a pie, y ::lescalzos, que hicieron éstos dos siervos ::le Dios; que lograron el dar a la Santa Provincia de Nicaragua muy sanias leyes

V direcciones con que gobernase y en el asiento que para su subsisiencia requería. "Entre 10 mucho bueno que, en aque– lla Provincia reconocí, y de que con dili– g'encia informé, el año ele 1687, sin afro mérito en mí que el obedecer, fuí por ór den elel R.' P. Comisario Fr. Juan de Luzu– riaga, a visitar a aquella Provincia y ce– lebrar Ca.pítulo General; fueron las esti– mables ynem.orias del P. Fr. Pedro de ZÚ– ñiga, natural de la Puebla Alcócer, del Estado del Duque de Bejar, hijo de la Santa Provincia de los Angeles, ele donde vino ~n misión a. la de Nic¡:¡.ragua¡ varón excelente en 'religión, y tan humilde, que siendo deudo cercano del Duque de Bejar y com.o tal ofreciéndole el Obispado de Cuzco, el Conde de Castrlllo, Presidente que e:ra 'del Consejo de Indias, el año de ,1639, que había id,o a Capítulo gene– rfil el P. Fr. Pedro; lo excusó, dicie¡ndo, que inás quería volverse corno pobre f;ray– le a ~e~ir ala VirgEin N. Señora, en el cul– to de su soberana im.ágen de El ViE~jo, (de que después diré. algo), que cargarse de

escr{!.Ptl~os. de Obispol Volvió con 22 re– ligiosos c:ie, inisipn, ,en Ar;m.ada, que go– bernabé!- el Marquéz dI'! Careñosa, la cual chocando con algunas naos francesas, pe– lígrq elgaleór¡. "San .ruan" en que los religiosos veníaI1, pereciendo los mas d,e ellos, , Ma~ el P. Fr. Pedro, fluciuanelo en las Olidas, lleno de las' congojas; de la l)1.uedeinvocó a la Virgen de El Viejo, a éuyo p~troc~no atribHYó ~llibrar con sie~e

de ~os religiosqs, que en un baJel del ene– migo fu,eron, recogidos y restituidos a Gá–

diz, de dónde recuperada la misión, víno el religioso Padre en menos peligrosa em– barcación.Ediiicó ,l/a fundal1ltmlis" el

(lonven,o e tglesia de la' c:h¡¡dad de León, que es muy decenle y regular. Su m.e– maria es venerada, como dE!! varón santo.

"Consta de 18 Conventos la Provincia ele Nicaragué!-,' y' en ellos hasta 50 religio– s'os. ',Es muy estim.ada la ,religión; en aquellas tierras, pobreza hay; pero e~a es nuestra profesión; hay sujetos dados y lu~

cidos; así en la Religión, com.o en el Clero; mucha nobleza en aquellas ciudades".

Al encontrar con esta crónica <iú~ de– jo re1<:¡.ciona,da, un lap$O de" ciento' doce años, enfre esfé Fray Peqro de Zúñigá y el que se dice por los historiadores Ayón, Gámez y Levi que fue el primer ,Obispo

de Nicaragua, tomé interés de' popér en claro est& dificultad histórica y me dirigí al eminente his±6ria.dor dé la Orden Frán– ciscart<:¡.' Fi.' Lázaro Lam.a.drid, residente en la Recolecci6n de P. P. Franciscanos de

Illlesia de San Fl aneisco en 18'18. Nótese la calle empedrada' de esa éilOca.

Guatemala, quien con reconocida aten– ción, me envió la carta de 18 de Noviem– bre, en la que textualmente me dice

t

"Sr. Dr. Don Nicolás Buitrago - León, Nic. Muy Señor mío. ,

Paz y Bien. En contestación a su carta de 7, debo remitirle a la edición de Vásquez de 1913-4:4,' por la SoC;:o de Gep– grafía e Historia de, Guatemala.

, V ásquez fiene toda lél razón, en la épocé!- en que vivió el P. Pedro de ~úñiga,

lo tengo comprobado con las referencias de Contaduría en el Archivo General de Indias, no le, doy el legajo y expee,llente o folio' porque tengo mis papeleras foda– vía embaladas en paquetes, VásquElz no menc.:;iona escriio alguno de Zúñigé:l, cuan– do habla, de memorias se refiere solamen– ie

a los buenl,)s recuerdos que hábia de– jado tal sa,cerdote por su santidad. ,

El P. Pedro Zúñiga es ele la primera mi±ad del siglo XVII, efectivamente en

1638, se celebró Capitulo P1:"9vincial de San Jorge en Granada y en el fue nom– brado Zúñiga, Guardián de el COnvento de El Viejo. Podría tener entonces ,unos c1,1arenta años, y lo enviaron a España a traer religiosos. , \ , La Tabla capi±ularde 1638 la fengo publicada en la revista The Americas. vol. V. No. 1. pág. 95. ss. debe estar ahí en S. Francisco. Lo de que éj.lgunos auto– ,les m.enos documentados hayan hecho a Zúñiga' priiner Obispo de León, es craso error en el que cayó nada menos que D. Domingo Juarros. . " , ,

Para el Episcopologio de León, 1!'l re– mi±o al Episcopologio que publicó en San José, Costa Rica. Molls. Sanabt:ia,; esta basiante bien documentado, aunque co~

mo es hum.ano no deja de felle1\' algún

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