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pueblo en cuya jurisdicción estuviera la iíerra solicitada.

Pedimento de tierra

"En viriud de las cuales dichas Reales Cédulas por petición que presentó el Br. don José Avilez, Cura más antíguo de la Santa Catedral de ésta ciudad, ante Cris– tobal de Ocampo, siendo Alcalde Ordina– rio de ésta ciudad. Díjo: Que por fín y muerte de don Juan Rodriguez Morillo, deja un sitio de estancia perteneciente a S. M. és que, el susodicho lo declaraba, en términos de esta ciudad el cual tenía necesidad de componer y serviría a S. M. con lo que valiese pidiendo se le midiese y compusiese, que vísta por el dicho Capi– tán Cristobal de Ocampo se la admitió a las medidas de las tierras y composición de ellas y que se le midieren como pedía y que se ciiase a todas las personas que pareciese estar vecinas a dichas tierras; en cuya viriud fueron citadas el Alcd.• Regi– dores y demás principales del pueblo de Nagarote FrancO de Mayorga. y don Franc') de Sequeira por el dicho Cristobal de Ocampo y nombró medidor y procedió a la n1.edida de dicho sifio, q. se contiene en el aufo del tenor siguiente:

La medida

"En sifio y estancia que fué de Juan Rodriguez Morillo, difunto que es el que pretende medir el Lic. don José de Avilez. Cura Recior de la Santa Iglesia Catedral de la ciudad de León y sus pueblos por S. M .• en veinticinco días del mes de Fe– brero de mil y seiscientos y ochenta y un años. Yo, Cristobal de Ocampo, Alcalde Ordinario de la ciudad de León y su juris– dicción por S. M. requerí al dicho Lic. don José de Avilez, señale la parie donde se han de medir las fierras. que en su peti– ción se refiere, y poniéndolo en efecfo con asistencia de los testigos y del medidor nombrado para este efecto, salí yo el dicho Alcalde y el dicho Lic. don José de Avilez y se fue a la orilla del río de Guanacasa– par así a la parte del Sur, y se tendió la cuerda, y se empezó a hacer la medida de dicho sitio al pie dE;! un, árbol de Guana– caste de Norte a Sur, llevando un cabo de dicha cuerda Andrés, indio natural, y otro el dicho medidor, llevando siempre la de– recera, asía al Sur por la vega del río, por dentro de unos montecíos, y se salió a una sabana, de mucha grieta, llamada Yagua– quimile, y remató dicha medida con vein– ticuatro cuerdas de a cien varas, que ha– cen dos caballerías de' Herra, sobre una

loma que está al remate de dicha sabana, la cual se le dió por mojón. y se mandó se ponga en ella una cruz, y de dicha lo– ma Se empezó a tirar la cuerda para darle el ancho a dichas dos caballerías de tie– rra, yendo siempre para el POIfiente, se pasó con dicha medida por dos quebra– das y unos cerros y montes muy pedrego– sos y ásperos y Se fue a rematar dicha me· dida, con doce cuerdas, a un cerro que llaman de la loma del cebollín, donde Se remató el ancho y se dió por mojón dicho cerro ¡ y volviendo a dichas casas y paraje donde se empezó dicha medida se tiró la cuerda para darle el ancho al otro lado, llevando la derecera asia el Poniente. y se fue por el camino que sale de dichas casas, para la hacienda de FrancO. Mayor– ga, y se pasó una quebrada seca, y unas sabanas pedregosas llenas de espinos y jí– caros y se remató dicha medida, con doce cuerdas al pie de un cerro que llaman Pe– tacalsente, el cual se le dió por mojón, con que se acabó de medir dichas dos caballe– rías de tierra con asistencia de dicho don José de Avilez, contenido en estas medi– das y del Medidor nombrado el cual dijo haber hecho bien y fielmente estas medi– das sin fraude ni engaño alguno y sin ha– ber dejado tierra en medio de la que ha sido medida, so cargo del juramento que fecho tiene y la firmó con migo el dicho Alcalde y los testigos ante quien actúo en faHa de Escribano, que lo fUeron FrancO. de Mayorga y el Sargento Nicolás Muñjz - Cristobal de Ocampo - Don José dé Avilez - Don FrancO. Sequeira - FrancO. Diaz de Mayorga - Niéolás Muñoz".

Información sobre la calidad

y bondad del terreno

"1 así fechas las dichas medidas, el dicho Cristobal de Ocampo recibió infor– mación sobre la calidad, bondad y valor de dichas tierras y de ser baldías realen– gas y no en perjuicio de tercero, y las compuse con el dicho don Juan de Avilez, al precio de seis pesos cada caballería, y dio su parecer jurado sobre todo en el cual se refiere que sirviendo con seis pesos por cada caballería de ±ierra, era lo que valían y remitió los autos al Gobno. Superior, y a los veintidos días de Enero presente de este año el dicho don José de Avilez, pre– sentó ante mí la petición del tenor si~

guiente: "El Br. don José de Avilez, Cura Recior más antiguo de la Santa Iglesia Catedral, de esta ciudad parezco ante V. M. y digo: que Cris±obal de Ocampo, siendo Alcd. Ordinario de esta ciudad, me midió y mojonó, dos caballerías de tierra, en el sitio de estancia que fuá de Juan -58-,