This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »empuñar el arma defensiva de sus pro– pios intereses.
Doña Páula puso en la repercusión de su :instrurn!Elnto el grito de angustia de su pueblo: és la rnujer he:roica ,q'7e hizo sentir en la sana de su caJa, el anlrnO de defenl;>a de su tierra ultrajada por la crim.i– .nal osadía del pirata. Brilló al sol glorio– so de las grandes epopeyas: és la rnrijer– española-americana que sobre un suelo 1l0r9 so y enlutado, hizo oír el eco de su grito de guerra en el sonido de su tambor. Doña Paula con Rafaela Herrera es símbolo de la rnujer de nuestra raza: en– traña fecunda en abierta floración de vi– da: alma grande que se inmola en aras de todo sacrificio. Corriendo en desesperada locura por las calles, és la viva represen– fación de la patria en ánsias de la vída o de la muerte; y, en el sonoro golpe del tambor sernejaba su voz ardiente y seve– ra derramada en la diáfana aurora de un:a suprema esperanza de vicioria:.
)Honor de la mujer del suelo arnerica– no, en la persona de la suegra del Gober– nador!
Incendíó y saqueo de la ciudad
"Así quedaron los enemigos dueños de la ciudi:id y de cuanto en ella se ence– raba, sín que sus, desesperados rnoradores coh,únbraran rnedio alguno para librarse de los excesos y vejaciones que en tan apu– rado trance sentían. Los filibusteI:os, sin haber tenido rnás pérdidi:i que la de uno
qu~ cayó en poder de los leoneses, sa– quearon los ternplos y las casas, arrebac tancio de los prim.eros los vasos. sagrados, ulfrajando las imágenes de los santos y apoderándose de los pueblos y de cuanto tenía algún valor. En una de LAS CA– PILLAS de la Catedral conservaba su altar la efigie de Jesús Crucificado, que aún existe: es de bronce; y creyendo los inva– sores que pudiera ser de oro, le dieron tres sablazQs en el pie derecho, para recOnO– cer el metal. Aun se perciben las señales de esos golpes, .que los leoneses rniran como restos de la historia de aquellos aciagos iiernpos. IAsí nos lo dice la His–
tor~a de Ayón).'
Retil'áda de los invasores
"Terminado el saqueo, incendiaron la Cai~dréi.l, el convenio de la Merced, el hospital y muchaS casas prinCipales, y re–
~resaron en seguida al puerto del Reale–
)0, de donde zarparóri. llevándose un bu~
quemercanie que esiaba allí fondeado
~on alQunos intereses y después de haber
lI~Cendlado la población de la villa. No se dle e en los documentos que hemos tenido
a la vísta para hacer la re¡aci6n de lo ocu– rrido en la Cl;lpital de la provincia, que los filibusteros hubiesen capturado muje– res, corno habían hecho en Granada otras veces, ni más hornbres que los nueve to-, mados en el combate, no obstante que eran su más codiciada presa, porque las vendían en las Antillas a muy buenos pre– cios. Puede auponerse que los haya de– tenido el temor de que los leoneses los persiguieran pa~a quitarles sus padres, hijos y mujeres. En Granada habían tenido la facilidad del inmediato embarque; pe– ro el largo irayecto de León al Realejo debía presentarles graves inconvenien– tes para una retirada rápida y sín peli– gro".
Los muertos en defensa de la ciudad
"Los leoneses muerías en el combate fueron: españoles, los capitanes de caba– llería Don Pedro de Barrida y Don Pedro de Cardoza, Don Antón Fernández, Don Juan Flores y Don José Ramírez: mula– tos, el sargenio Lucas Salgado y el cabo de escuadra Diego Fernandino: indios, los capitanes Sebasiián Sánchez y Raimundo Alvarado, el principal Juan Membreño y Francisco Calero, todos el barrio del La– borío; los caciques Don Pedro de Aguilar y Don Manuel Larios, capiianes de Que– zalguaque.
"Los frece valientes muertos, cinco españoles, dos mulatos y seis indios, de– m\lesiran que el combate fué reñido. Se les dió sepultura en el convento de San Francisco, por el Cura Don Nicolás Ca– rrión, y las partidaS de enterramiento fue– ron apuntadas al folio trece y siguiente del líbro de difunios, que comenzó el 1 9
de Enero de 1681 y terminó en 6 de Fe-brero de 1731". .
El Cristo ultrajado por los filibusteros
¡'El Cristo que sufrió el sacrílego ul– traje de los filipusieros' ingleses, és de ne– ta y pura imaginería española, iraído se~
g\m se díce <;le la Catedral de León viejo a la de éste nuevo León, por el marco de aquellos caminos empolvados, en un deli., rio de fervor y de esperanzas, como el más rico tesoro rescatado a la amenaza de la inundaciones y de las llamas.· Es lie supo– nerse en una evoci;lción del aquella d,ra– mática jornada, bajo la influencia agreste del paisaje, enire cornezue~os. y espinas, sobre lomas ásperas y quebradl3.s hondas, cómo caminaba meciendo su gesto de ago-nía, és±e Cristo de León viejo . .
Ocupa actualmente e~ la Caiedral, el aliar que reCtora la nave seguI:lda del lado norie, aliar que, en no znuy lejana época
-63-
This is a SEO version of lista_historica_magistrados. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »