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Cada escuela de la Alianza representa los esfuerzos combinados de un equipo de freso De acuerdo con el programa los gobiernos de Nicaragua y los Estados Unidos contribuyen cada uno con un aproximado 40 por ciento del costo total de cada escuela. Pel'o lo que es más im· portante, la comunidad local suministra el restante 20 por ciento en la forma de terreno cedido, mano de obril y ma– teriales de construcción.

Tomemos, por ejemplo, la escuela de la Alianza recientemente construida en Las Pilas al suroeste de Ma– nagua.

La construcción de esta escuela, consistente en dos aulas y habitaciones para un maestro, costó a,proximada– mente C$32.00Ó. Los gobiernos de Nicaragua y los Es· taC;los Unidos juntos contribuyeron con C$23.000 que fue principalmente el costo de la cuadrilla de construcción que hizo el trabajo especializado en la consfrucdón de la escuela, más el 'grueso de los materiales de construcción Los ciudadanos de Las Pilas (400 habitantes) contri· buyeron con unos C$9.000. Donaron tablas, ladrillos de barro, piedras de cantera y otros materiales de construc– ción obtenibles en la localidad. Ellos aportaron también

271 horas de mano de obra gratis trabajando como ayu· dantes de la cuadrilla de construcción especializada.

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Un viejo residente de Las piJas, el agricultor Ramón Benavides, donó un campo de maíz del tamaño de una manzana y valorado en C$3.000 para el terreno de la es– cuela.

Dijo Benavides en la ceremonia de dedicación de la Escuela de Las Pilas en Febrero: "Me siento orgulloso de donar para Ja escuela este campo dedícado antes a la siembra de maíz. Mis hijos han pasado la edad esco– lar, pero tengo más de 40 nietos que pueden asistir a esta escuela".

Aun más, los dedicados, y muy trabajadores, ciuda– danos de Las Pilas pueden haber impuesto una marca de velocidad para la construcción de escuelas de la Alianza On Nicaragua. Ellos construyeron su escuela en seis se– manas, lapso que podría quedar por mucho tiempo como una marca que otras comunidades deberán igualar o romper en sus proye~tos de construcción escolar.

la primera escuela de la Alianza en abrir sus clases fue la de Los Rizo el1 el Departamento de Managua, con dos aulas y habitación para el maestro, inaugurada el 2 deOieiembre. la tle Las Pilas fue la segunda. Actual– mente, 13 es~uelas, con ..,n total de 723ulas, están en construcción, con otras programadas para comenzar casi semanalmente.

Además de la escuela de San José (y otras dos en la isla de Ometepe: Los Angeles y La Concepción) nuevas éscQelas de la Alianza se están erigiendo en Los laureles, El Salto, San Ramón, San Pablo, las Vanegas, y Los Pocí– tos. Los Laureles, con ocho aulas y cinco habitaciones para maestros, es la más grande. .

las estuelas de la Alianza se levantan más rápida– mente cuando h~s residentes' de la localidad ,cooperan y

trabajan .~uropara ayudar a

la construcción, Es grato not.r qué l. gente de Sán José en la isla -de qmetepe ,está

respaldando a su vocero escolar COn dedicaci6n y esfuer~

zo. Su escuela está progresando rápidamente, hacia su terminación.

"La complacencia y huena voluntad de las comunida– des para laborar en la campaña de educación local es el más importante aspetto de la Alianza para el Progreso" dice el S.'. Aaron S. Brown, Embajador de los Estados Uni: dos en Nicaragua. "Este es el espíritu que hará de la Alianza un éxito".

Se necesitan urgentemente e$Cuelas en las ciudades de Nicaragua, también. la solicitud de un préstamo de $1.4 millones para construir 400 aulas urbanas eslá ahora siendo tonsiderada en la jefatura de la Agencia para el Desarrollo Internacional en Washington.

Si se tonstruyen nuevas escuelas, se deben suminis– trar libros y maestros que vayan a Ja par de ellas, y en esto también ha entrado a ayudar la Alianza. Antes de que se abran las escuelas en junio entrante el programa de la Alianza distribuirá 210.000 libros de lectura en Es– pañol entre los alumnos de primero y segundo grado de las escuelas públicas de Nicaragua.

El valor de la impl esión inicial de estQs nuevos textos será aproximadamente de $50.000 que 'serán pagados en su totalidad ,por los Estados Unidos. Cuando el progra– ma continúe con li! producción de más libros para 19S otros grados de primaria, se espera que el gobierno 'de' Nicara– gua pagará gran parte del costo futuro de tales textos.

Los nuevos libros son los primeros de una serie de ,textos en Español que serán producidos en un programa quinquenal y que incluye todas las asignaturas que se enseñan en Jos seis grados de primaria.

La capacitación de maeslros es en si un problema de grandes proporciones.

Un cálculo reciente clasificó como empíricos a un 63 por ciento de los 4.500 maestros de Nicaragua, lo que quiere decir que no han tenido adiestramiento ,pedagógico en forma, y a menudo, no han pasado más allá del sexto grado.

Programas anteriores de ayuda de los Estados Unidos han contribuido a la capacitación de maestros en Nicara– gua. Por ejemplo, Ja ayuda de los Estados Unidos con– tribuyó a establecer la Escuela Normal de Estelí en 1957, la única escuela con el anunciado prop'ósit~ de adiestrar a maestros para las escuelas rurales especialmente. Tam· bién, la ayuda de los Estados Unidos ha enviado a unos 60 educadores sobresalientes nicaragüenses a tomar adies– tramiento avanzado en los Estados Unidos, Puerto Rito, y otros países extranjeros. Muchos de estos ex-becarios son los líderes, hoy en día, del sistema educativo de Ni· caragua.

La Misión de la Agencia para el Desarrollo Internacio· nal en Nicaragua ha solicitado fondos para un nuevo proyecto para ayudar aumentar el personal educacional en Nicaragua en un 22 por ciento en seis años. Los pia– nes e}(,ig~!'1 el establecimiento de centros de capacitación de maestros en las escuelas secundarias existentes en los del)artamentos de Nicaragua que no tengán escuelas nor– males actualmente. Cuatro de tales: centros de capacita-

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