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cada eniierro perciben una considerable suma. De esto resulta que el piso de las iglesias y el terreno en derredor estén ya, si se permite la expresión, saturados de muertos. El lapso a que tiene derecho a permanecer en la iglesia el cadáver sepul– tado está en relación directa con la canti– dad pagada, variando el tiempo de diez a veinte y cinco años, al cabo de los cuales los huesos, junto con la tierra que los re– tuvo, se exhuman y se venden a la fabri· cación de nitro. El gobierno se ha opues– to a semejante práctica, y la prohibi6 du– rante la epidemia del cólera, pero la ines– table situación del Pais ha sido tal que las autoridades gubernamentales no se han resuelto a suprimirla por no provocar la hostilidad con los sacerdotes. Rara vez se usan ataúdes. Por lo común se baja el cadáver al fondo de la fosa y luego se echa la tierra rudamente en ella, apelma– zándola en seguida con pesados pisones; hácese esto con un grado de indiferencia tal, por no decir de brutalidad, que no quedé convidado a VElrlo otra vez".

dedicada a éste mártir Capitán romano, es el único que tiene una formaci6n de

emergencia.

Según Squier en sus relatos sobre el antiguo León, los escombros o ruinas de esta Iglesia, son los de la Iglesia de "Las Mercedes" de Subtiava. Sobre de ésto,

no se puede asegurar una versión exacta

por la falta de auténticos documentos, pe–

ro como dem.ostración presuntiva, se en–

cuentran en el templo principal de Sub– tiava, todas las imágenes de los Santos que fueron patronos de las respectivas iglesias destruidas: el Cristo de Veracruz, San Sebastián, con excepción de San An– drés. Pero ±atnbién existe la imágen de la Virgen de Mercedes, que se llévaba en procesi6n ±odos los años en ±radici6n de siglos en el mes de Septiembre, a visitar a la Virgen de las Mercedes de la ciudad de Le6n, procesión que apenas tendrá unos diez o doce años de haberse suspen– dido.

La verdad sí és, que como dice Squier: "Unas cuántas humildes cruces de madera señalan los hondos fosos en que echaron

a las victimas del c61era cuando en 1837, Contra ese inve±era.da costumbre de cinco años después de asolar nuestro país, inhumar los cadáveres en los templos, se diezmó a la población de León". levantó una fuerte reacción en su contra,

Ese cólera terrible en que por miles se por lo insalubre para las poblaciones y contaron las víctimas, y en el cual el Dr. destructor para los templos; y fue Subtiava don José Núñez por haberse dedicado de la primera que, en el año de 1813 lo pi– lleno al auxilio de los apestados, lo de- di6, en el documento que original se con– claró la Asamblea Nacional en sesión so- serva en el casi ya destruido archivo de lemne, "Benemérito de la Patria". la Casa Cural de Sub±iava, y que li±eralmen-

Mien±ras, León corno Subtiava, conti- te dice: "H±rmo. Seor. Los Alcaldes, Rexido– nuaba enterrando sus muertos en los res y Prales del Pueblo de San Juan Bap±a. atrios e inferior de las Iglesias; y era de de Subtiava, ante V.S.I. con la mayor Su– verse el piso de ellas hasta hace no mu- misión del respeto devido, por medio del chos años, en que ya fueron enladrilladas presente decirnos. Que nuestra Parroquia con brillantes y hermosos ladrillos de ce- q. a pesar de mucho zelo, considerables mento, cubierto casi ±odo con lápidas de gastos, y dobles fatigas, la ±enemos ade– mármol con epitafios de honda filosofía resada, adornada y compuesta, y aunque teológica, o en versos ar±ísticamenie rima- hay templos en nuestro Pueblo, solamente dos. Yo conservo el que para si misma se en esta hay Sagrario en donde existe la hizo mi fía abuela Srta. Victoriana Bui- Magestad Santísima Sacramentada, de trago, poco antes de morir, hace noventa aqui es que, en ella se gasta iodo el ornato

y cinco años, y que dice, "Guarda loza que nos es posible, y por esta causa se mis despojos mientras la trompeta suene, opuso el Rexr. Perpetuo y Escrivano An±o– y nueva vida recobre con integridad per- nio López y su Común, siendo Alcde. Ord'. f.ecta". Está sepultada en la Iglesia de Primero de nuestro Pueblo del año pasa– San Francisco. do de 18, que no se Sepulten cadáveres en Respecto a esto mismo nos dice Squier, esta Iglesia Pral y porque su suelo, corno en relato exagerado y con odio religioso, no es de Bóveda y es necesario covarlo en lo siguiente: "Cerca de casi todas las ciu- la superficie se descompone, se Hunde el dades está lo que allá se llama el Campo enladrillado, por más q. se procure evitar

Santo, esto es, un cemenierio consagrado esto, corno q. la experiencia 10 enseña,

y enclaustrado, en el que se sepultan a manifestando en ±odos los templos q. se los muertos mediante el pago de una pe- coban Sepulcros; por cuya causa y por la queña suma que se dedica al cuido y con- infección o daño Pestilente q. causa en servación del mismo. Pero en Le6n ha los vivos; las corrupciones de los Difuntos; prevalecido siempre la costumbre de en- hay en varios lugares de N±ra. España, ±errar en las Iglesias, y lo hacen merced Campo Santo destinado, Solamente para a la inflUencia de los sacerdotes que por enterrar muertos, en Conseqa. de ellos ha-

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