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BREVE INTRODUCCION

Fué la voluntad de mi tío Don Toribio Tijerino que yo me hiciera cargo de la corrección y publicación de sus memorias, o REMINISCENCIAS como él las lla– ma, parte de las cuales recibí desde hace algunos años, enviadas por él, habien– d9 recogido el resto en su casa de Choluteca después de su muerte.

Don Toribio escribió sus memorias personalmente él máquina. Su falta de vista en los úliiinos años y su poca destreza en el manejo de ese moderno aparato de escribir, han convertido en una ardua labor la tarea ~e poner en limpio lo es– crito por él. Aunque Don Toribio me autorizó a corregir el estilo de sus memo– rias, he creído conveniente dejar intacta la redacción, limitándome a interpretar al– gunas palabras ininteligibles, a corregir descuidos de puntuación, a ordenar las pá– ginas y párrafos y a poner títulos a algunos capítulos que carecían de ellos.

Estas memorias están inconclusas, pues llegan hasta la época del lomazo del General Chamorro. No abarcan, pues, la actividad política de Don Toribio a través de su exilio de más de treinta años, su participación en la Revolución Cons·· titucionalista del Dr. Juan Bautista Sacasa, sus campañas en Estados Unidos en fa– vor de la lucha patriótica del General Sandino y su intervención en los movimien– tos de los exiliados nicaragüenses contra la dicfadura del General Somoza García.

Sobre la aciuación de Don Toribio en los preparativos de la Revolución Constifucionalista del Dr. Sacasa tiene escritos algunos capítulos interesantes el Embajador Don Luis Mena Solórzano, quien fuera Secretario de Don Toribio en Nueva York. En relación con su intervención en los movimientos contra Somoza hay una carta aclaratoria dirigida por él a Don Rosendo Argüello hijo, que inclui-rnos en la ParÍe Cuarta de estas memorias. '

También aparecieron entre los papeles de Don Toribio copias y originales c'j.~

algunos documentos relativos a las causas de su exilio permanente de Nicaragua.

No me toca a mí. hacer el juicio de su personalidad políiica, pero si algo se transparenta a través de su actuación pública es que el poder político que tuvo nunca lo usó para atropellar a nadie, ni para enriquecerse él ni su familia, ni siquiera para satisfacer legítimas ambiciones. Todo lo sacrificó en defensa de los intereses de la Patria.

Nadie podrá acusar de ambición de Poder a quien, en épocas en que los Presidentes de Nicaragua eran escogidos en Washington, luchó, incluso dentro de su propio Partido, contra la intervención norteamericana en nuestra Patria. "My only sin -le dice al Secretario de Estado Cordell Hull en carta que aquí en sus Reminiscencias insertamos- is my unbending fight against ±he interven±ion of the U.S. or any other foreign power in Nicaragua".

A Toribio Tijerino más bien se le podría achacar, como error político, no haber sabido reprimir y disimular sus propósitos patrióticos hasta no llegar a la más alta posición política del país para realizar plenamente desde allí 10 que le fué dado realizar sólo hasta cierto punto en posiciones importantes pero subal– ternas. ¿Mas era ésto compatible con la dignidad de un hombre ,libre? Desde luego no fué compatible con el carácter rebelde y la mentalidad idealista de Toribio Tijerino, carácfer y mentalidad que contestando a cierta observación que yo le hacía en una carfa, supo él sintetizar y excusar con el siguiente agudo pensamiento: "Nunca Don Quijote fué tras de Sancho. Siempre anduvo Sancho tras de Don Quijote aun sabiéndolo poco cuerdo".

Al dar a la publicidad estas memorias cumplo con el encargo de su autor que quiso entregarlas a "la consideración de las nuevas generaciones nicaragüen– ses y al juicio sereno de la Historia.

JULIO YCAZA TIGERINO

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