Page 59 - lista_historica_magistrados

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semana de establecido todo terminó porque el agente se emborrachó en el camino. El agente postal del Gobierno se hizo cargo de las alforjas y entregó debidamente a sus destinatarios la correspondencia.

Los liberales llamaron al servicio activo a todos los que hablaban inglés y bebían whisky y organizaron un turno para atender a Miller y no dejarlo solo un momento para que no se lo ganaran los conservadores. Así comen· zó su vida política el Sr. Somoza que ahora usufructa el Poder. Era uno de los compañeros de whisky del Mayor Miller. Es claro que el De.partamento de Estado tenía too dos los informes del caso y que el envío de Miller fue solo un chiele para las mandíbulas ansiosas del liberalismo dirigente. Surgió como flor de invernadero la candida· tura del Ingeniero Urtecho. El Ministro Jefferson puso un retrato del Ingeniero en su escritorio. Fue a visitarlo un prominente liberal. El Doctor, como al descuido, dio vuelta al retrato de modo que diera frente al visitante. Y el notable salió convencido de que ese era el candidato de los Estados Unidos. Los espiritistas y teósofos de Ma· nagua dijeron que se les había revelado celestialmente la designación del Ingeniero para regir los destinos de Ni· caragua y formaron un nueleo UrtecMsta. Creo que también surgió ,entonces la candidatura del Dr. Corea que basaba su derecho en un retrato en que aparecía en la escalinata de la Casa Blanca del brazo del Presidente de los Estados Unidos. Por supuesto que era una foto de las que llaman de composición, un arreglo fotográfico. Era tal la catale.psia en aquel mi pueblo de pícaros e ingenuos en aquellos días, pícaros unos e ingenuos otros. Hubo muchos liberales que creían a pie juntillas en el anillo de West Point de Urtecho y en la intimidad de Corea con el Presidente de los Estados Unidos que les abría un camino seguro a la loma aunque no tuvieran 10 votos nicas ... ¡Y no se avergonzaban de ello! ...

La ley electoral de aquellos tiempos mandaba hacer la elección popular de los directorios de las mesas un mes antes de las generales para Presidente y Congreso. La Coalición, aconsejada por sus brujos y zahoríes, determinó no concurrir a la elección de Directorios porque decían que estaban seguros de que los Estados Unidos obligarían al Presidente Chamorro a última hora a deshacer esa elee· ción. E¿ claro que el resultado fue que todos los direc· torios electorales resultaron conservadores.

Pasaron dos semanas y la esperada aurora boreal nunca apareció. Era evidente que no era posible ganar una elección con los Directorios en manos elel Partido ri· val. Y entonces vino el rechinar de dientes pero sin perder la am-able sonrisa para el Consejero Mayor.

Uno~ diez días antes de la elección la Directiva liberal se reunió en Managua y a pesar de que quedaban algu· nos con la fe del carbonero y esperando el mila9ro, la mayoría comprendió la situación y determinaron los más exaltados que había que ir a la rebelión.

Resolvieron que ésta sólo ,podia tener éxito si obte· nían el apoyo abierto del Gobierno de Honduras, el cual prácticamente es~~ba bajo la influencia de la emigración nica. El Ministro' de la Guerra Sr. Lagos, que pretendía la Presidencia y estaba ayuno de la opinión hondureña, había importado gran número de los viejos militares :lela· yistas y éstos pululaban en la Casa Presidencial, coman· dancias departamentales etc. La Directiva Liberal visitó

al Ministro de Honduras en Managua, mi buen amigo don J. Gustavo Córdova, y le pidieron trasmitir en su clave al Presidente General López Gutiérrez un mensaje en que le decían que habían resuelto no concurrir tampoco a las elecciones de Presidente próximas y que estaban listos a reinvindicar sus derechos por la fuerza si su Gobierno les prometía ayuda efectiva en armamento por su frontera. y pedían la inmediata contestación.

Unos días antes un mensaje idéntico había sido Ile· vado por un correo de los liberales chinandeganos ,para ser trasmitido por la oficina telegráfica de El Triunfo I'n la frontera hondureña.

Algunos de los amigos aconsejaban la detención de los conspiradores pero prevaleció en el ánimo del Presi– dente Chamarra la de los que opinábamos no mover nada y esperar vigilantes la contestación de Honduras. Al mismo tiempo h'jce que algún empleado de filia· ción liberal en mi oficina se diera cuenta de todo y por consiguiente apercibiera a los violentos de que el Gobier– no sabía lo que tramaban, reforzando así a los pacifistas en el Liberalismo que se oponían a la guerra civil. las elecciones se practicaron en calma y fueron elec· tos Presidente don Diego y Vice don 8artolomé. Por supuesto que la tal supervigilancia no apareció ,por ningún lado. Una gran parte de la oposición comprendió el error y vino la consiguiente desilusión por las fallidas es· peranzas.

Don Diego continuó siempre su política de cordiali· dad con la oposición y manifestaba que siempre estaban las puertas abiertas para un arreglo de convivencia de los Partidos que hiciera posible la retirada de los marinos de Nicaragua.

El 4 de Diciembre los Ores. Medrana y Tigerino Ma· nuel, me dijeron que varios de los altos personeros del liberalismo deseaban tener una entrevista con don Diego para ver si era ,posible el deseado arreglo y con la .,"uen· cia de don Diego quedamos en que a las 4 de la tarde de ese mismo día se reunirían en mi casa de habitación. A la hora dicha llegaron los mismos enviados para manifestar que no sería posible la reunión porque había fuerte oposición, especialmente del General Moncada que los había amenazado con llevar la controversia al público porque estaba seguro ele que el Gobierno Americano no reconocería a don Diego. Volvieron los liberales a creer en el milagro. Don Diego les dijo: l/Ahora yo nada ten· go que pedirles, estoy electo y tomaré posesión el 1 9 .

Ustedes me han acusado de ser yo partidario de la ocupa– ción de Nicaragua por los marinos. Sólo hay un medio de retirarlos y es lIe~ar a una convivencia política que haga innecesaria e inexcusable la permanencia de esos marinos aquí. Les prometo que no nombraré mi Gabine· te sino tres días después de mi inauguración ,para darles tiempo a que se convenzan y los esperaré para ver si aceptan mis propuestas que son sólo de finalidad palrió. tica".

Pero 15 días después de estar ya don Diego en la Presidencia todavía los consejeros en Washington, y lo publicó La Noticia, decían que don Diego no sería recono– cido a pesar de haber concurrido oficialmente el Ministro a la toma de posesión de la Presidencia y así se malogró aquel intento sano y patriótico que habría evitado a Ni· caragua muchísimos males.

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