Page 23 - RC_1964_02_N41

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De izquierda a derecha: Don Octaviano César, don Sal– vador Chamorro, don Fernando Chamorro, don Diego Manuel Chamorro, don Guillermo Argüello Burgos, Gral.

José F. Sáenz y don Carlos Bendaña.

morro-Bryan. Fue lástima que las relaciones con los Estados Unidos se convirtieran en pie– dra de contradicción entre los dos Partidos. Los liberales cogiéronla corno terna de descré– dito contra los conservadores. Algunos con– servadores la desvirluaron al convertirse en base de perduración en el poder. Si se hu– biera tratado con un mismo criferio patrióti– co, verdaderamente Nicaragüense, se hubiera sacado mayor provecho. En Nicaragua fue– ron sentados en ese fiem.po los principios y las maneras en que se iba a regir el confi– nente al organizarse para a±raves~r la gran crisis por donde todavía atraviesa la huma– nidad.

El Canal de Panamá abierto al tránsito del mundo' a través de tierra americana, fra– jo como consecuencia, para Nicaragua, el fra– caso de su vieja Geografía. Esta había sido concebida y cons±ruída por los Conquistado– res y por la Colonia, sobre el cimiento imagi– nario del Estrecho Dudoso, transformado des– pués en proyecto de canal. Dos ciudades ca– pitanas, León y Granada para dirigir la cons– frucción de un nuevo País. Granada a las orillas del Gran Lago, la faz vue1±a al Atlán– tico y con pujos de puerto en ese Océano. León recostada al Pacífico, para los tratos con la América de la Costa Oceánica occidental. El canal de Panamá cortó para Granada la ilusión del Atlántico y la hizo perder su hege– monía comerciaL. También trastornó en León el régimen del Pacífico. Y no tenía ra– zón de ser el rectorado de las dos ciudades, y surgió Managua con la concentración de todas las direcciones: políficas, sociales, co– merciales, económicas. En Managua se re– suelven iodos los problemas de la Nación. Su población aumenta cada día. Es difícil fallar si esto será un bien o un mal para Ni– caragua porque aun dura el proceso de la transformación centralista. Granada fue rnás fácilmente absorbida. El trabajo ha sido más lento con respecto a León.

Terminaba el período de Adolfo Díaz. Es±aban echadas las bases de la obra del con– serva±ismo en su segunda etapa de gobierno.

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±ar las operaciones, franca adhesión al Pana– mericanisrrto en la política internacional, cul– ±ivo de una cu1fura crisfiana y castiza como defensa de la fisonomía de Nicaragua en cuanto a país hispanoamericano. Al tratar de la sucesión de Díaz la Presidencia de la República se despertó la actividad republica– na tantos años donnida. Conversaciones en– ire los dos partidos. Iniciación de pluralidad de candidatos en el conservatismo, viajes a Washington corno rebaja del nivel moral de las operaciones políticas. El Partido Liberal nombró su Candidato al Doc±or Julián Irías. Hombre de talento, de energías y honrado. Pero estaba su nombre demasiado vinculado al régimen de Zelaya, y aun no se había le– van±ado la excomunión de los Estados Uni– dos al llamado Zelayismo. La Candidatura del Dr. Irías fue arbitrariamente testada por la intervención. El Parlido Liberal se retiró de la lucha electoral. Es±a quedó desiquili– brada. El General Emiliano Cha:morro fue candidato único y electo Presidente de la Re– pública.

El Gobierno del General Erniliano Cha– :morro gozó de mayor tranquilidad que el de Don Adolfo Díaz. Se puede declarar que ha sido el período más tranquilo de los cincuen– ±a años de esta historia. No conspiraron con– ira él ni conservadores, ni liberales. El Pre– sidente Em.iliano Chamorra alejó de su lado a los intelectuales del Gobierno de Don Adol– fo Díaz. Formó un Minis±erio de ricos. Es±e paso fue el primer paso del brote de pIuto– cracia del Partido Conservador. Sabido es que por ese pie eS donde renquea el conser– vafis:mo en el mundo. En los Trein±a Años lo contrapesó la oligarquía de patricios que destruyó Zelaya. La Administración estuvo oprimida por los agentes de la política del dollar que carecían de tacto en su trato con el Gobierno. Las libertades públicas fueron respetadas.

Sentados, de izquierda a derecha: Don Ismael Solórza– no, don Diego :Manuel Chamorro, don Alcibíades Fuentes. De pies: Don :Marcial Erasmo Solís, don Toribio

Tijerino, don Ramón Solórzano.

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