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Finalmente, el Profesor de Harvard HENRY HAN– SEN, terminó con el siguiente comentario sobre las actualidades de la escuela en el campo internacional: "Con el mayor gusto hablaré por unos pocos mi– nutos sobre las actividades de la ESCUELA DE COMER– CIO DE HARVARD en el campo internacional, y sub– rayar algunos de los pensamientos que George Lodge ha expresado esta mañana.

regional de Centro América que ha de alCanzar· 'un sitio prominente. Naturalmente, como lo he dicho antes, nosotros en Harvard estamos dispuestos a ayu– dar al INCAE, ayudar a su Junta Directiva, y a ayu– darles a ustedes en cualquier forma que podamos".

pqrtici~antes -.- tan pronto como tengamos 40 - se dividiran en 5 grupos de 8 personas cada uno. Es.,. tos grupos serán cuidadosamente seleccionddos para que cada grupo sea de lo más homogéneo ,y tengan discusiones constructivas para cada uno. Estas reu– niones de grupos serán muy importantes en ~I progra– ma. Antes de cada clase se discutirá en. grupos el caso que se ha de estudiar). De la 1:000 :tos 2:00,

lectura de un caso para ser estudiado en, clase. Y después se podrá ir a la cama a descansar".

"Como he dicho antes, este horario podrá estar sujeto a cambios, más será algo parecido. Habrán clases todos los días excepto el Domingo. El Sá-– bada tendremos libre medio día, de manera que' se pueda tener día y medio de descanso para viajes de recreo. Pero se trabajará seis días por semana, to– do el dí'a ll

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canos, que todav,í'a están allá -dos de -~lIos' Nicara– güenses- y quienes han estado en Harvqrd desde Septiembre ,aprendiendo a enseñar por el.' sistema de casos. Estos cinco profesores estarán 'én~: Antigua, ayudando a nuestra Facultad y creo que ellos apr~n

derán mucho acerca de enseñanza. Cado uno· de esos profesores Centroamericanos tendrá un'grupo asig– nado a él. Su labor con el grupo será el de reunirlo y guiarlo en; la discusión del caso. Nq e~tarán su– puestos a llegar a conclusiones sobre el cdso, sino a ayudar a conocerlo y a analizarlo ll

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'iPrimero que todo¡ en nuestra Divisi6n de Acti– vidades Internacionales tenemos la responsabi¡'idad de tres programas formales en el exterior. Este del INCAE es uno. Tenemos otro en la India, que está diseñado para el mismo propósito aunque en mayor escala, en· una escala que esperamos esta de Centro América llegue a alcanzar. Y el tercero en Turquía, donde estamos compromet,idos a la organización de un Instituto de Administración de Empresds".

"Además de estos tres progrnmas, tenemos una gran variedad de actividades informales por todo el mundo. Por, ejemplo, algunos de las más antiguos están en Italia, en Turín. Hemos Elnviado por un pe– ríodo de años un número de personas a la escuela de

Jo Compañí'a Nestlé, en Lausanne, Suiza. Hemos te– nido con licencia a varios profesores en el Instituto de Administración de Empresas, y en el Instituto Eu– ropeo de Administración de Empresas en Fontaine– bleu, Francia. Hemos enviado profesores a un Ins– tituto de Administración de Empresas en Barcelona, del que soy uno de los Consejeros. Hemos tenido una serie de programas en Asia del Sur y en el Lejano Oriente, en Japón, Taiwán, Hong Kong, Filipinas, Viet Nam, Pakistán y la India. Hemos tenido también pro– fesores de la Escuela participando en programas de este tipo en Egipto y en Chile".

"Ahora bien, en todos estos programas informales -estos son programas en los que nq tenemos relaciones contractuales con nadie--- es intéresante considerar las causas que han contribuido a 'su éxito. Algunos han sido muy exitosos, otros 10 han sido menos, pero de los primeros debo decir que lo han sido porque en los países del caso, ha habido -C0/110 aquí en Centro América- un fuerte grupo de hombr~s de negocios que están vivamente interesados en el entrenamiento de ge–

rencia, que organizan, apoyan y finoncian esas activi– dades. Cuando, por ejemplo, en algunos pocos casos, en aquellos días en que estábamos aprendiendo cómo hacer estas cosas, organizamos unos cuantos progra– mas que habían sido patrocinados por grupos fuera del gobierno que pensaron que era deseable tener una actividad entrenadora. En esos casos no tendían a tener éxito. Los hombres de negocio que iban a eíios, con frecuencia no ten.í'an que pagar ningún dinero, o quizás solo una suma muy pequéña. Puesto que era gratis o barato! se presumía que no era bueno. Esto es un error, mas somos seres humanos y cisí creemos: de– be ser caro para que tenga valor. Mas cuando la co– munidad de negocios privados locales ha, en cierto sen– tido, invertido su tiempo, su energía y sus fondos en un programa, encontramos que esos programas han sido siempre muy existosos".

"El programa Filipino, que ya va por los ocho o nueve años, fue originalmente patrocinado por algunos filipinos que habían llegado a Harvard a un programa de Gerencia Avanzada, ;quienes dijeron: "Es muy caro el boleto de ida y vuelta de Manila a Boston. ,El pro– grama es muy caro. El programa de Gerencia Avan– zada de Harvard, que: dura unos tres meses, costaría cerca de $3,500.00~'. Así, continuaban diciendo: "Porqué no traemos algunos profesores de Hdrvard a las Filipinas y si traemos, digamos, unas cinco perso–

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