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« Previous Page Table of Contents Next Page »Newport, tuvo ese cargo por un tiempo. Un oficial naval que nos visitaba con frecuencia era el teniente Roscoe Hillenkoetter después almirante, quien estuvo en La Habana c'on Summer Welles durante los últimos días de Machado, y quien llegó a ser el agregado novol del aimirante Leahy en Vichky. Vi a "Hilly" en Madrid cuando partió de Francia, justo a tiempo para conse– guir un barco y ser atrapado en Pearl Harbar. Más tarde comandó el "Missouri". Hilly poseía todos los atributos de un diplomático al igual que los de un ofi– cial naval.
Ingenieros militares del estudio del Canal
Además de los marinos, teníamos .en Nicaragua una compañía de ingenieros militares que se hallaban encargados de estudiar la ruta del canal propuesto a Nicaragua. Estaban apostados en Granada, junto al lago de Nicaragua, y los veíamos con menor frecuen– cia que a los marinos. Integraban un equipo técnico y se limitaban a su labor. Su comandante era el ma– yor Dan l. Sultan. Durante la guerra con el Japón habría de comandar nuestras fuerzas en Birmania con el grado de teniente general. Uno de sus oficiales era Le-die Graves, cuYO nombre se hallaría tan asociado con el desarrollo de la bomba atómica.
Milital' de carrera, de diplomático en Managua
Como para acentuar la atmósfera militar existen· te en Nicaragua, Charlie Eberhardt, quien era minis– tro a mi llegada, fue sucedido muy pronto por Mdt– thew E. Hanna, graduado de West Point que ya poseía una distinguida carrera militar antes de unirse al Ser.:. vicio Diplomático. "Matt" llegó ci Nicaragua como con– sejero de la legación, pero muy pronto fue nombrado ministro, y aún permanecía allr cuando abandoné el país en 1933. Siendo un oficial joven había sido auxi– liar del mayor general Leonard Wood, en Cuba; Había organizado el sistema de escuelas públicas en esa isla después de la guerra Hispano-Norteamericana. Años después, cuando serví en La Habana, descubrí que Matthew Hanna era aún recordado allí.'
Militar de porte y de modales, aun cuando tra– taba de no serlo, Matt era un diplomático de corazón. De él aprendí valiosas lecciones en diplomacia. Había servido en Europa, en Méjico, y en Perú, al igual que en el Departamento, como jefe de la División de Asun– tos Mejicanos, cuando se desempeñaba Hughes co– mo secretario auxiliar de Estado, y también había si– do inspector diplomático. Tenra un genio especial para reducir los problemas a lo esencial, y luego se atenía a ese mínimo. Pero lo mejor de él, al menos para mr, era su increíble habilidad para sacar ventajas de la adversidad. En la diplomacia, 01 igual que en otras carreras, tenemos nuestros altos y bajos, nuestros triun– fos y fracasos. Cuando Matt fracasaba en algo, jamás se sentía abatido ni pregonaba su desgracia o trataba de echarle la culpa a alguien. Se ponía' a trabajar pa– ra descubrir cómo podía capitalizar su fracaso cómo podía utilizarlo para conseguir algo más imp~rtante
de lo que había perdido. Durante los cuatro años que pasé con él, nunca lo vi fracasar al utilizar este pro– cedimiento.
Las lecciones de Hanna
Otra lección que me enseñó Matt era que no existía victoria diplomática a menos que ganaran am– bas partes. El sobPa que las naciones, como los indi– viduos, actúan movidos por lo que creen su mayor in– terés, y que si uno quiere inducir a un gobierno a ha– cer algo, entonces lo mejor es someterse y demostrar– le que lo que uno quiere que haga es en beneficio de los intereses de ese gobierno. Esto requiere paciencia, tacto, comprensión y conocimiento de la materia. Re– quiere amistad, mutuo respeto y confianza. Más que todo, requiere trabajo. Las notas por escrito no lo con– seguirán. El tener razón o la rectitud no lo consegui- , ,
rano
"Y luego -diría Matt-, cuando consigues que el gobierno acceda a hacer lo que tú quieres que haga, no te andes pavoneando ni te jactes de lo que has he– cho. En tu patria podría convertirse en buenos titu– lares, pero quizás sea la última oportunidad que ten– gas de alardear, al menos mientras te encuentres en ese determinado país. Lo que debes hacer es todo lo contrario. Debes dejar que el gobierno extranjero se guarde el mérito. En primer lugar tiene derecho a guardárselo. En segundo lugar, cualquier cosa que haga, lo hará mejor si lo puede presentar a su pueblo como una iniciativa propia".
Matt tenía otra caracterí'stica muy conocida por sus amigos, la de convertir cualquier clase de puesto en algo importante. Para él no había puestos de rutina. Cada puesto ofrecía oportunidades para el despliegue de iniciativas, para realizar cosas importantes para los intereses de los Estados Unidos y para estrechar rela– ciones amistosas y constructivas con otros países. El puesto de Matt era siempre importante. En Nicara– gua era el puesto más importante de Latinoamérica. Era ciertamente importante, y Matt lo hacía más im– portante. Ningún otro puesto entrañaba los problemas políticos especializados que nosotros teníamos en Ma– nagua. Con seguridad, ningún otro puesto en Latinoa– mériCa se hallaba ton expuesto a los ojos del público y ningún otro ospecto de nuestros relaciones exteriores estaba tan azotado por el ataque público como lo era nuestra ihtervencián en Nicaragua .. Quizá en ninguna otra parte había más acechanzas tendidas para el di– plomático imprudente.
y aunque estas cosas no hubieron sido ciertas, Matt aún hubiera hecho de Managua un puesto im– portante. De Nicaragua partió como ministro a Gua– temala. En esa época yo me encontraba en Washing– ton ocupándome de los asuntos centroamericanos. No me sorprendí cuando Matt me escribió que considera– ba a Guatemala como el puesto más importante de Latinoamérica. El deseaba que la misión en Guate– mala fuera ascendida 01 rango de embajada. Se pres– tó escasa atención a su sugerencia. Se hallaba dema– siado adelantado para su época. En la actualidad, to– das nuestras misiones en Latinoamérica son embajadas.
Diferentes tipos de. intervención en Nicar'agua y Haití.
Descubrí que el tipo de nuestra intervención en Nicaragua difería muchísimo de la intervención en Haití. En realidad, el único fenómeno común a ambos
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