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CARL SVARVERUD

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NUEVO ENFOQ:UE SOBRE ,EL CANAL

REVISTA CONSERVADORA presenta el estudio, "La Crisis Canalera", cuyo autor es el In– geniero Carl Svarverud. Este estudio ha sufrido una substancial alteración al abandonar la idea de la desecación del Lago y al substituir la ruta convencional apartándose del mismo y. siguiendo' casi paralelamente el ParalelO 11, que en part~ ocupa tanlbién territorio de Costa Rica y que el autor' del proyecto supone que ambas naciones podr'ían intercambiarse las fajas de territorio que quedan a uno y otro lado del Canal, de manera que la línea divisoria la constituya el estrecho mis– mo del Canal.

Para mejor orientar el cl'iterio de nuestros lectores, reproducimos un reciente artículo que se refiere a Svarverud y Sl),\ ~cto, traducido del "Sunday Oregonian", precedido este artículo de una entrevista que enviamos ~,.c1cer al señOl' Leo Sala~ar, dueño del Hotel de Montaña, Santa María Ostuma, que fue el cuartel general de Svarverud nlientras permaneció haciendo sus estudios en Ni– caragua en diario contacto con el señor Salazar.

La conversación que sostuvimos es la siguiente:

P. - Cuándo v dónde conoció usted al señor Svarverud? .

R. - Hace ya varios años, conocí' al señor Carlos Svarverud en el Gran Hotel, en Managua. El tenía va– rios días de estar aquí

l y yo comencé a platicar con él y él me contaba que era un ranchero de Texas intQresado en la ganadería. Hablábamos, por supuesto, sobre ese tema, sobre las posibilidades de formar grandes ha– ciendas de ganado en las ricas tierras de Nicaragua.

P. - Hizo él algo sobre ese particular?

R. - No. Después de varios días de conversacio– nes, llegó a tener confianza en mí y fue entonces que me confesó que él venía en una misión secreta.

P. - Qué clase de misión secreta?

R. - Venía a entrevistarse con el General Somoza García para el asunto del Canal. Traí'o una carta del Embajador de Nicaragua en Washington, el Dr. Gui– llermo Sevilla Sacasa, para el Ministro de Relaciones Exteriores, su hermano, el Dr. Osear Sevilla Sacasa. y

aunque habían pasado ya muchos días, no había sido recibido, y así' no había visto ni al Presidente ni a su Ministro.

P. - Qué hizo entonces?

R. - Como Tacho (el Gral. Somoza García) anda– ba en una gira por Chontales y la Isla de Ometepe, le envié un telegrama en el que le decía que el se- -50-