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Ton seguro estaba del éxito, que hablo traldo aun 01 editor de El Nicaragüense, John Tabor, varios fuentes de tipos, y el Gran Sello de Nicaragua, que se había llevado consigo. Los nueve días de viaje desde Mobile fueron empleados en organizar sus fuerzas y en ejer– citar o sus hombres Su estrategia había sido estu– diado debidamente. El primer poso esencial era lo capturo de los vapores del Tránsito en el río Son Juan y el pequeño fuerte del Castillo de Son Carlos, que do– minaba lo entrado 01 Lago de Nicaragua Tratar de avanzar sobre el San Juan desde Greytown ero impo– sible; los vapores del Tránsito podrían ser prevenidos de antemano y se escaparían al Lago Sorprenderlos ero esencial y Walker sabía cómo hacerlo Un brazo del San Juan, conocido como el Colorado, que llegaba al mor en un punto desolado de lo costo varios millos 01 Sur de Greytown, se sabía que no estaba resguar– dado En vez de intentar desembarcar en Greytown, el Fashion desembarcaría, en tres botes, uno compa– ñía de hombres escogidos, bajo el Coronel Anderson en la boca del Colorado, esto fuerza remaría río arri– bo, capturaría el primer vapor que encontrara, luego capturaría los otros vapores o medido que fueron lle– gando, enseguida, desembarcaría en el Castillo de Son Carlos bajo el amparo de lo bandera de Costo Ri– ca y desarmaría 10 descuidado guarníción. Los vapo– res luego serían enviados de regreso o traer el resto de los fuerzas de Walker, llevarlos río arribo y o tra– vés del Lago de Nicaragua Antes de que pudiera movilizarse un ejército contra ellos, se tomarían 10 Bohío de lo Virgen, Rivas y Son Juan del Sur Poro entonces, los refuerzos yo organizados por Henningsen en los Estados Unidos habrían llegado, y con ellos ba, rrerían hacia el Norte o Granado, Masaya, Managua y León, y Nicaragua estaría uno vez más en monos Americanos.

De acuerdo con este plan, el Fashion costeó el puerto de Greytown y en un torrencial aguacero llegó o lo boca del Colorado sin ser observado Después de ver o Anderson y sus hombres en comino, Walker or– denó salir a alta mar, y navegar despacio o lo largo de lo costo durante lo noche, calculando su llegado o Greytown o la luz del dio lo moñona siguiente, o una hora en que, obviamente, ningún barco filibustero se atrevería o provocar los cañones del Saratoga.

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A los siete de lo moñona del 24 de Noviembre de 1857, el Comandante Chatard del Saratoga vía 01 va– por Fashion entrar al puerto de Greytown Con unos quince pasajeros sobre cubíerta. Cuando se puso al hablo con el barco, un oficial de éste respondió algo que aquél no pudo alr claramente, excepto la poiabra "tránsito", Sabiendo que los intereses de Vanderbilt intentaban reclamar las propiedades de la Compañia del Tránsito, Chatard llegó a la conclusión que tal era el propósito del grupo a bordo del Fashion, y no hizo esfuerza alguna por interferirles el paso Unas pocos mínutos después, cuando el vapor estaba atado 01 mue– lle, se llevó lo sorpresa de su vida Todos o uno los puentes del Fashion estaban cubiertos de hombres riéndose, portando rifles y soltando a tierra.

Los órdenes de Chatard no le daban derecho O

usar lo fuerza contra los filibusteros, uno vez que hu– biesen desembarcado Solamente si ellos presentobo n violencia contra los miembros de su tripulación, podría justificar el uso de sus cañones para ejercer coerción

contra estos Americanos en suelo extranjero. Provo~

car tal acción hostil, era ahora el propósito del humi_ llado Comandante, y en esto mostró considerable in–

ventiva Envió o tierra o sus marineros pora impedir

que Walker ocupara con sus hombres los edificios de la Compañía del Tránsito, para así obligarlos a acam_ par a cielo descubierto, exponiéndolos a las torrencia_ les lluvias tropicales Los oficiales del Saratoga, ha– ciendo caso omiso de los centinelas de Walker, se me– tían 01 campamento, muchos de ellos aun sin unifor.

me¡ para provocarlos Con más malevolencia, los ar~

tilleros del Saratoga fueron ordenados usar uno órea a pocos yardas de distancio del campamento de Wal– ker poro práctica de coñoneo.

Comprendiendo lo estrategia de Chatard, Walker ordenó a sus inquietos hombres no hacer caso a los

provocaciones y tranquilamente movió su campamento o un lugar mós seguro, mientras esperaba noticios de

Anderson No se sometió, sin embargo, o lo presión de Chotard El oficial comandante del escuadrón al que pertenecía el Saratoga, el Comodoro Paulding, se sabía estaba en su estación en Panamá en su buque insignia, el Wabash, y Walker envió 01 Fashion o bus– carfe con uno corto detallando las provocaciones de Chatard Casi al mismo tiempo, un rápido vapor co– rreo británica lIegá o Greytown, y Chatard se aprovechó de su presencia para escribir a Paulding por su parte. Con su informe oficial iba una nota personal y alta– mente emotivo que más tarde figuró en lo investiga– ción Congresional No podio explicar cómo había pero mitido que Walker lo engañara "De cualquier ma– nera que fuera yo estaba idiotizado , Le ruego, se– ñor, del modo más formal, venga y me aconseje Es–

toy en un terrible estado de ánimo y veo el futuro te– nebroso". Tenía razón poro temer el futuro; el Se– cretario Toucey, al oír su lapso, le suspendió. En el campamento de Walker, días de incesante lluvia pasaban sin tener noticias de Anderson El Io– do, los insectos y el aburrimiento hacian sus estragos en los hombres de Walker. El mismo comenzó a sen· tarse todos los noches o lo orillo de una hoguera o es– perar señales en el río En lo tarde del duodécimo día, cuando lo confíanza iba desapareciendo, una canoa na– tiva apareció en el Son Juan con uno de los hombres de Anderson sentado confortablemente o popa con su

rifle, mientras dos costarricenses, sus prisioneros, ma~

nejaban los remos Las noticias que traía lanzaron al campamento en alegres demostraciones de conten– to. La expedición de Anderson habla sido un éxito completo Sin la pérdida de un solo hombre, habla capturado los vapores del río y el Fuerte Son Carlos, y aunque ciertos problemas de navegación habían re· tardado la solida de los vapores, éstos venían en cami– no hacia Greytown En un par de días Walker y sus hombres podrían desplazarse río arribo

Lo reanímación de los espiritus no duró mucho. Antes que algún vapor de ría llegara, el Wabash en· tró o la bohío y ancló lo más cerca posible del cam-

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