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« Previous Page Table of Contents Next Page »Hobl oba , dijo, en nombre de la comunidad británica de la extensa isla de Roatán, en la Bahía de Honduras, donde él era un promínente comerciante Roatán era na de aquellas islas que Inglaterra se había apropia–
do arbitrariamente unos años antes, y la que ahora se
roponía devolver a Honduras a cambio de concesio–
~es comerciales en tierra firme El transferimiento de– bía consumarse a finales de Julio de 1860 pero mu– chos ingleses en la isla estaban de acuerdo en que, ontes de someterse al dominio de Honduras, ellos to– morían las oficinas del gobierno tan pronto ia bandera
Inglesa fuera arriada, establecf'rían un C1ohierno ind~
pendiente, Y desafiarían a Honduras ¿Quisiera Wal– ker ayudarles?
El prospecto de acción tuvo efectos tonificantes en Walker Inmediatamente comenzó a concebir un 9ron plan en el que la liberación de Roatán era apenas
el primer pa~o Con la isla en guerra con Honduras,
estaría justificado en atacar tien a firme y aliarse con
los liberales del país, que estaban en robeldía bajo el mondo del antiguo Presidente Trinidad Cabañas Con
seguridad, Cabañas no tenía razón para mostrar sim–
p~tía por Walker, quien en sus días de Nicara1ua ha–
bía rehuc:ado ayudarle, p?ro habían pasado (llo-loro
años de,de entonces, y podía ser que las necesidades de la guerra aVlldaran a obviar las dificultades entre ellos No se hablaría rrás de esclavitud Junto' de– rrocarían la dictadura HondLII eña y establecerían a Ca–
bañas como Presidente WaJk~r reclutaría entonces
un ejército Americano, descend<:>ría sobre Nicaragua y
Costa Rico¡ apelaría a los elementos d-amocráticos, pe–
diria ayuda a los Estados Unidos, y haría un último intento para alcanzar la gran meta la Federación ,Cen–
troamericana.
A la semana, un grupo de hombres esco~idos iban
en camino a Roatón, viaiando como na-aiRros ordina–
rios en un vapor de COrelO, para estl Jdiar la s1tuac!ón
Walker mismo, baio el nombre de W¡lPams, fue a la
isla en Junio Despué<;; de confr.-r'?nciar con <;us alia–
dos de Roatón, estableció un depó~ito secn'!to d ~ D"'r–
trechos en una isla deshabitada no muy leios de aHí.
con ef nombre de leyenda de Cozumel, para evitar la
interferencia Británica en el desembarque de la car'1a en Roatán Se le envió un mensaje a Cabañas, gue por entonces se decía que estaba reclutando un ejér– cito rebelde de exilados Hondureños en El Salvador,
para alertado al nuevo prospecto, y urqirle a unir sus
fuerzas con las de Walker en Honduras oriental a fi– nales de Agosto
De regreso a New Orleans, Walker se hizo cargo del cuerpo principal de la expedición, cerca de cien hombres, que habrían de salir de Mobile en una goleta, la Taylar, can zarpe arreglado por Fayssoux Otra go– leta, cargada de pertrechos, salió de New Orleans con Un grupo bajo el mando del conocido soldada de Ala– bama, el Coronel A F Rudler Pero el plan tenía una falla fatal no pudo mantenerse secreto Los patroci– nadores b, itánicas del propuesta golpe, lo descubrieran
a sus amigos en el gobierno! en una fútil esperanza de obtener su cooperación, y desde ese momento las opor–
tunidades de Walker paro tomar Roatán eran muy pe– qlueñas, Inglaterra estaba empeñada en l1evOl a cabo e trato can Honduras, en el que la isla era un factor
mlnlmO, pero no tenía intención de permitir que Wal– ker regresara a Centro América, si ella podía evítarlo. Obstaculizarlo fue asunto fácil Toda la necesario ero posponer el transferimiento de Roatán a Honduras Era fácil asumir que mientras la bandera Inglesa on– deara sobre Raalán, Walker no intentaría desembarcar allí La estrategia de la tardanza le fue propuesta al Gobierno Hondureño, el que ansiosamente la aceptó coma el mejor medio de mantener a Walker fuera del país
Walker, sin haberse dado cuenta que había sido aventajado en la maniobra, ordenó a la Taylor se di– rigiera a su base en Cozumel La ¡si ita no era defi–
nitivamente un paraíso, pues la estación lluviosa había comenzado temprano, pero los hombres creyeron que
sólo tend, ían que esperar unos pocas días antes de que las banderas Británicds fueran arriadas en Roatán Luego ellos abordarían su goleta, efectuarían el desem–
bOl que, tomarían el gobierno, y se prepararían para la
invasión de Honduras En Cozumef se fes agreoó un
correspon<al del Herald de New York, que se hqbía
dado cuenta de la empresa Fue vivamente impresio– nado, la exoedición la describió como
lI un grupo agra–
dable de hambres" y a Walker como "un hombre ca–
llado y pensativol/, l/un líder sabio ll
, "caballeroso"¡ con
l/fría determinaciónl/
Pa<ó una semana húmeda y monótona, e Inglate–
110 todavía ocupaba Roatán, con un barco de guerrg en el puerto y un batallón de marinos en tierra Lq preocupación mayor de Walker en este momento era que la embarcación de Rudler, que traía la mavor parte de las municiones, tardaba en aparecer Tratando de encontrar a Rudler y mantener la moral, Walker orde– nó que la expedición abordara la Tay/or y navegara los
mares vecinos Los qolpes de! destino eran ahora más
fuertes Cuando finalmente Rudler y sus hombres
aoarecieron cerca de Roatán/ iban en una embarca–
ción distinta de la en que habían salido Su barco,
junto con el importante carrlOmento, había "ido cantu–
rada por los Ingleses cuando la necesidad les obligó a
detenerse en un puerto inglés en su camino a Roatán
Con toda la expedici6n a bordo de la Taylor, Wal– ker continuó navegando frente a las costas de Hondu– ras Después de unos pocos dios más, la triste verdad se hizo evidente las Ingleses estaban determinados a esperar Antes de que Honduras tomara posesión de
Roatán, sus provisiones se habrían terminado
Había caído en una trampa El proyecto de Roa-tán estaba terminado Volver sin gloria a las Estadas Unidos le atraería sólo burlas ¿Qué le quedaba? Cabañas En verdad que sin Roatán poco teníq Wal– ker que ofrecer a la revolución. Hondureña, pero eso podría remediarse Un plan atrevido se le cruzó por la mente, un medio de hacer un gran gesto de desafío a los poderes que lo frustraban, y al mismo tiempo, si tenía suerte, de ganarse el suficiente poder militar que hiciera que la alianza de Cabañas con él, valiera la pena Compartió sus ideas con sus hombres La opor– tunidad de éxito era pequeña, los riesgos eran morta– les, él no quería tener hombres que le siguieran si nq
era por su espontánea voluntad. Ninguno rehusó Hasta dónde la fe en su destino y el ansiq de vivir ha– bían disminuido, sólo él lo sabía.
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