This is a SEO version of RC_1965_01_N52. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »sencillo de la arquiiectura, el grUa de los ven– dedores ambulanies, el despliegue ecuesil'e y los rosiros de ojos negros, con "manlilla" que coniemplan indiferenies desde las resi– dencias frías como prisiones, lTIe hicieron re– cordar más a La Habana que ninguna aira ciudad que yo hubiese visio en Centro Amé– rica. La faHa del elerno esirépito de las cor– neias y los iambores y la ausencia de los vo– lanies de Cuba, sin embargo. pronio des±1u– yeran en mi imaginación el parecido.
Todas las calles de Tegucigalpa tienen nombre, y la ciudad ITIe impresionó a pri– mera visfa corno una excepción a las consa– bidas ciudades centroamericanas, arruinadas y de apariencia desieria. Esia es el cuariel general de la moda y de la elegancia de Honduras. Mis carias de preseniación más bien eran fuenie de periurbación, porque al primero a quien yo me pI esen±ara, en CUIn– plimienio de la cosiumbre esiablecida me consideraría como su huésped duranle mi
permanencia~
Del grupo de ellas, finalmenie, seleccio– né una del Presidenie Casiellón para el hos– pitalario señor José M.aría Lozano (1) uno de los más ricos vecinos de Tegucigalpa. T. ,que era sobrino del señal' aprobó mi elección y nos encaminamos hacia la Calle
de Morazán (2) coniesiando mi compañero los atenios saludos que le daban de iodos lados. En±ramos a la calle pavimeniada, y más adelante, por la veniana de la sala, can rejas, viraos por un momento, y desaparecer luego, las cabezas de dos señores ya de edad. Al raio el propietario de la l'nansión salió a la calle y estrechó afablemenle la mano de mi c01npañel'o. Tan pl'onto como fui pl'e– seniado, la casa con iodo su conienido fUe
puesfa " a mi disposicián".
¡Cuán graia para nuestras piernas ado– loridas y para nuesiras sienes ardienies fUe la quieta fl'6scura del corredor de la residen– cia de don José María! Habiéndonos quiia– do nuestra sucia y húmeda ropa y cambiado por aira preseniable, nos echamos placente– ramente en las cómodas hamaca.s a gozar de un lisie y de la agradable conversación de la Niña Teresa. Como T . me lo había ase– gurado, hallé que mi nombre me había pl'e– cedido y los visitanies que ocuparon mi liem– po hasia por la noche insistían en llamarme "Doctor" y ponían sus casas a mi orden. Desde hacía tiempo que había apl'endido el esiilo formal que Se USa en el país, y con un cambio de cigarros y dejando repetidamenie mi hamaca para corresponder los muchos sa– ludos. esiábamos sincel'amenie satisfechos cuando llegó la hora de dormir.
10
Entrevista con el Presidente Cabañc;¡s.-Aspedo personal.– Su opinión sobre Olancho.-Pasado y presente de Tegucigal– pCI.-lglesiCls.-"La Parroquia".-Serenata.-Escenas domin– gueras.-La plaza del mercado.-La mañana.-Menú.-Lico– res.-Chocolate.-Pan.-Papas.-Moclales en la mesa.-Sir– vientes.-EstiJo arquitectónico.-Cortesia de las visitas.-Flo– res y iardines.-Pájaros.-MezcJas.-Celos de los negros.– El Partido Liberal.-La salud de los nativos.-Correos.-
Diversiones.-Pereza citadina.
Dtuanie los pocos días que esiuve cam– biando visitas y eniregando carias de presen– iación, iuve la oporiunidad de estudiar el ca– rácier y los hábitos de este pueblo aislado, en el cual ya había hecho varias valiosas amistades. Decidí ahora exponerle al Presi– denie Cabañas el objetivo de mi visila a Hon– dUl'as. Yo ienía noticia de que él compren– dia mis punios de visia, y que había expl'e– sado su intención de favorecerlos.
Al saber que el Presidenie estaría des– ocupado a las diez de la mañana. fuí con T a la Casa de Gobierno, situada en la
(1) Don Jos6 María Lozano, casado con doña Tamusa Travieso y abue–
lo paterno de D Julio Lozano Dfaz
margen Norie del río, y viendo dil'eciamenie hacia el puenie. Un ceniinela eslaba a la pueria y presenfó armas cuando pasábamos hacia el corredor interior, pavitnentado con losas cuadradas y al cual daban varios apar– iamenios ocupados por oficiales miliiares y civiles. La casa era la más espaciosa y de mejor aspecio que hasta enionces había vis– io. En el patio de abajo crecían varios her– mosos árboles. Unas gradas de piedra con– ducían ele esie patio a varios cuarios de la
(2) "Calle ne Jazmín o de MOl".ll.zán" se le llama en la escritura ./luto– !izada VOl el Juez de H' Inst:mcia del Departamento de Teguciga1}m el 31 de EiIlEl!O ,le 1878, relativa al traspasa de la casa donde actualmente se halla la Biblioteca Nadonal Probablemente se llamó de l\Iorazán por estar en la misma calle la casa que, estando en construcción, compró D Eusebio Mora·
z:ÚI. a D Antoniu Pío Ortiz el 12 de Junio de 1'796, ID, misma donde el G18.1 FlalH:hco MUl.allún pasó su niñe:.:; y su juventud
-76-
This is a SEO version of RC_1965_01_N52. Click here to view full version
« Previous Page Table of Contents Next Page »