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« Previous Page Table of Contents Next Page »industrias, así llamadas, existen porque el Gobierno las ha convertido en monopolios, y no porque sean indus" trias verdaderas de ningún beneficio para el público
En resumen no estamos preparados comerera/mente, ni tenemos funcionarios que nos guíen en esa Integración–
queremos entrar Con pie de igualdad con los otros paí– ses del Istmo que tienen mayores capitales, mayor consumo y sobre todo leyes adaptadas que les dan se" guridad y respaldo Nuestro Gobierno na puede ayu– dar, pues él mismo tiene que recibir y pedir ayuda Cada ayuda que viene es en forma de préstamo o sea carga para las generaciones futuras. Estamos com" prometiendo y empobreciendo a nuestros hijos y a nuestros nietos
En relación muy estrecha con lo antes dicho, te– nemos dos cosas de mucha importancia que no debe olvidarse y que aún, son hemos decretado bajo inspi" ración extranjera, una Ley de Protección y Estímulo al Desarrollo Industrial, pero la hemos usado mal, y muy mal Hemos otorgado todos esos privilegios aun a simples Fábricas de hielo, de sorbetes y muchas otras cosas, que realmente no implican ninguna ventaja al porvenir nicaragüense pero que han servido para favo" recer a 10$ beneficiados, pues al amparO de esas fran– quicias se han hecho muchas importaciones, libres de derechos aduaneros
De igual modo, también se han excepcionado de derecho algunos productos bqjo la etiqueta de que así
se favorece a Nicaragua, pero inmediatamente después
se sustituye esa franquicia con un impuesta de consu" mo q~e es igual al élduanero y un poco más Resultél– do es que el público siempre éompra a precio igual que élntes O muého más célro y toda integración nO reduce los éostos de vida, sino que enCélrece Quien tiene el beneficiO de todéls eséls leyes? El público no la tiene, pues sigue comprando a igualo mayor precio que antes
y Como aquí no estomas en investigacióh detectivesca,
se queda sin éontestar léI pregunta de quien o quienes sOn los benefiéiados
Lo que el público siente, lo que ve, lo que palpa es que nada, absolutamente nada de las leyes que se dictan, resultan o se traducen en beneficio público La vida va aumentando día a día, los impuestos siguen cobrándose solo a una parte reducida de contribuyen" tes, siempre a tarifas más y más altas, lo cual llevará al pars directamente a que quienes trabajan, irán redu" ciendo sus actividades creciendo el número de los que no trabajan, y los que gozan de privilegios, irán aumen" tondo Así se está provocando un desequilibrio social, que será de conseéuencias ilimtadas e imprevisibles, parque vendrá a ser el grito del hélmbriento, en medio de las riquezéls de unos pocos Hastél donde lIegélrá ese grito del hambre? Podrá la fuerza detenerlo o éonjurorlo?
Yo se que Iéls conclusiones o que he llegado, no gustarán a muchos, pero tienen la virtud de ser una expresión clara de un sincera moda de apreciar y de ver las casas Naturalmente, cama dije antes, yo no estoy interesado en discutir hombres, sino sólo en po– ner en evidencia cual es el modo de ver de quien como
queda dicho al principio, no es ni financisto, ni econo~
mista, ni prestamista, sino sólo lisa y simplemente un
ciudadano que vive al lado del público, que oye la queja continua de todos y el grito de angustia que cada día Va siendo más y más grande Ese grito lo están oyen_ do algunos pocas y pretenden callarla entregando pOr– centajes de sus ganancias, pero podrá esa parte mini– ma, sin una acción de todos, silenciar el hombre y el
padecimiento de todo un año?
I
será necesario esperar
doce largos meses para recibir una ayuda que solucione unos pocos de los profundos problemas de coda día? Lo dudo muchísimo, porque el problema no es de un
poco de dinero sino es un problema hondo¡ que tendría
que solucionarse con más seriedad, yendo al fondo de las cosas y de las necesidades, cooperando con el mo–
vimiento internacional, pero sin olvidarse que comemos
arraz, maíz, frijoles y carne No menciono la leche parque esa hay muchos cienes miles de nicaragüenses que no la canaren Esa obra no es de particulares, sino del Gobierno y de sus hombres
Este es pues un grito angustioso de la verdad y del porvenir Quién quiere oírlo y discutirlo?
En resumen, puede decirse que en Nicaragua hay material humano para convertirla en un país éon esta– bilidad e independencia económica, pero todos esqs elementos se están derivando al enriquecimiento de po– cos yola miseria de los demás Quienes dirigen, es–
tán equivocándose, pero se equivocan mucho más, los
que tienen necesidades y no se organizan, no discuten
lo que necesitan y lo piden, sabiendo que al hacerlo e$
con derecho Tal vez nO lo hacen, porque ya esta_mes casi todos aprendiendO que carecemos de derechas y que cuando algo recibimos, es favor que nos liga al Juez, Magistrado, al Banquero o al funcionario que nOs haya atendido
En la forma que vamos puede llegar bien pronto el desastre para el país, un precio bajo internacional hará desistir a los algodoneros si el Convenio Interna– cional de café no se mantiene, nuestros plantadores
estarán arruinados, una Tercera Guerra, una conmo-–
ción, lino huelga aún inoperante, y la falta de lluvias, y muchos casos más, harán tambalear la economia del país que, a pesar de ir creciendo, lo hace sobre cimien– tos endebles Sin embargo cuando esa hora llegue, volveremos a tender la mano y viviremos de la limosna internacional, pues ya para ello esttlmas reéibiendO desde hay el preciso entrenamiento
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