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« Previous Page Table of Contents Next Page »INFLUENCIAS CLIMATOLOGICAS
EN LA ECONOMIA DE CENTRO AMERICA
Es znuy interesante constatar que los an– tiguos centros de civilización y culiura siem– pre se encontraban en regiones calurosas y no demasiado húmedas aún hasta en bastan–
±e secas, es decir en áreas "abiertas" con una
vegetación natural no znuy densa, fuera de bosques muy extensos. Las zonas climáiícas de tipo "Sabana" y "Estepa" siempre fueron preferidas por el hombre. En esas, los va– lles de los grandes ríos como el Nilo, Eufra– tes, Tigris, Indus, Yang-T?;,-Kiang y ot.r;,s, permitieron una acumulaclOn de poblaclon, pues los ríos suminisfraban el agua, proce– dente de las montañas o de otras zonas cli– máticas más húmedas, base de una intensiva agriculiura, por medio de sistemas de irriga– ción, y también servían como.n:edio de trans– porÍe y comercio. Eran reqUlslÍos para el de– sarrollo de una tribu o pueblo, fijo, no zni– gratorio, de un estado, de una culiura. En las zonas tropicales, donde muchas veces el exceso de calor y lluvia hacen la vida del hombre insop0rÍable, se reiíraban a las alias pl¡¡.nicies, znás frescas y más secas, por ejem– plo, en México y cierÍas parÍes de los Andes.
Los progresos de la técnica en los úlii_ mos míl años han caznbiado coznpletantente esta antigua si±uación, y han permi±ido un rápido desarrollo de los países, hoy día 11a– znados industrializados, que se encuentran en regiones c1irrtá±icas, templadas y frías, ori– ginalznente no tan favorables para el hoznbre, es decir no para sostener una densa pobla–
ción.
No se ha observado ese desarrollo en las regiones tropicales. Pues aquí existen toda– vía grandes áreas que por la siznulianeidad de alias teznperaturas y abundantes lluvias están cubiertas de una vegetación muy den– sa, con una alia potencialidad de reproduc– ción y adeznás con condiciones insalubres para el hombre. La técnica moderna tazn– bién pudiera conquistar y desarrollar esas re– giones, pero únicaznente por znedio de gran– des inversiones que tendrían que ser justifi– cadas por un gran rendirrtiento económico, por ejeznplo, de cierÍos produCÍos agrícolas, metalúrgicos y otros que gozan de alios pre– cios en el znercado znundial.
. Aplicando estos conocirrtientos expues– :tos en los párrafos anteriores, a Centro Amé– rica que en su :totalidad perÍenece a las Re– giones Tropicales de las Américas, llegamos a una fácil comprensión del desarrollo his-
HELMVT LESSMANN
(Servicio Meteorológico Nacional
de El Salvador)
tórico y el estado aCÍual de la distribución de la población, de la agriculiura y otros ra– mos de la econontía, inclusive el tráfico te. rrestre, ntarHirrto y aéreo. Además, nos ayu_ darán principalmente a reconocer en cuáles
regiones o áreas Se concentrará el progreso
económíco y social en el futuro, o hacia cuá. les regiones favorecidas por el clirrta se ten_ drá que dirigir la planificación económica· tomando znuy en consideración las exigen: cias climáticas especiales de cada cultivo agrícola o produCÍo industrial respeCÍo a su producción, almacenaje y transporÍe, y tamo bién las condiciones c1iznáticas más favora. bIes para los distintos znedios de transporle. Naturalmente, esta planificación básica ge– neral será znodificada a veces para un dis– finto produCÍo o proyeCÍo por otros factores naturales (orográficos, edáficos y otros), eco– nómicos o polHicos, pues la estruciura de la economía es muy compleja y los faCÍores que la dirigen no son independientes entre sí. El del Clima y Tiempo Atmosférico es uno de los principales faCÍores económicos, y nos pa– rece tan natural que znuchas veces no lo to· mantos en su debida consideración, es decir en una consideración objeiíva basándonos en datos estadísticos y nuevas o recientes inves, ±igaciones clirrtatológicas.
Las Regiones Más Favorables desde el punto de vista clirrtatológico para la vida y
economía en Centro América, son las que tie– nen una cantidad anual ntedia de lluvia no menor de 2.500 milíntetros por metro cua· drado (o sea menoS de 100 pulgadas) to– znando en consideración que la evapofrans– piración del suelo y vegetación por año es de entre unos 700 (a los 2.000 metros de aHí· tud) y 1.500 milirrtetros (a nivel del marl. Estas caniídades de lluvia suelen ser produ– cidas generalmente durante los meses de Ma– yo a Ociubre o Noviembre seguidos por cin– co o seis zneses (de Noviembre o Diciembre a Abril) de sequía o una aciívidad lluviosa muy reducida y aislada. Resulia una vege· tación natural de tipo Estepa, donde las pre. cipi±aciones ya no pueden equilibrar la eva·
po±ranspiración; con una vegetación de cacH
tus, opuntia y otros arbustos espinosos, y de Sabana, con una vegetación de sabanas se· cas o semíhúmedas, bosques c aducifolios, morales, chaparrales, bosques mesofí±icos en las znontañas y bosques perennifolios en los terrenos bajos alrededor de los ríos; bosques
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