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« Previous Page Table of Contents Next Page »ta ahora tales facilidades han sidó limi:l:adas a financiamientos de cario plazo relaCiona~
das con la exportación de artículos primarios del área. Si~ embargo, :mucho más p\;led.;! hacerse para arra.;!r financiamten±o de me, diana o largo plazo. Aunque los bancos co– merciales norteamericanos son renuentes a dar préstamos a plazos mayores de un año, esas mismas instituciones reconociendo la ne– cesidad y las ventajas de operar como ban– cos de inversiones, han establecido en los úl– ±in,os años empresas subsidiarias (Edge AC± Corporafions) que pueden prestar a plazos largos, adquirir títulos-valores e invertir di– rectamente en el extranjero.
Es±as nuevas instituciones casi siempre realizan sus contactos con la banca comer– ciai del país dopde pretenden invertir, por lo cual es lógico que a través de ésta pueda atraerse nuevos capitales.
Si los bancos comerciales centroamerica– nos c'on±rajeran directamente obligaciones a largo plazo en moneda 13x±ranjera, deberian poder iraspasar el riesgo cambiario al bene– ficiario del crédifo, quien a fin de cuentas es el que obtiene la' ganancia especulativa en caso de una devaluación. La implan±a~
ción de estas operaciones acarrearia una mo~
dificación en la política de los bancos cen~
±rales del área, los cuales en la actualidad no permilen a la banca privada :l:ener colo– caciones en lYtOnedas extranjeras. Al produ– cirse esle carnbio en la polHica, los bancos privados iambién podrían aceptar obligacio– nes en moneda extranjera y abrir sus puer– fas a depósifos en la misma moneda lográn~
dose en parie la repa:l:riación de ahorros del exterior y la utilización de divisas atesoradas iniernarnen±e.
FINANCIAMIENTO A LARGO PLAZO Y MERCADO DE CAPITAL
La banca comercial tradicionalmente ha sido iden±ificl;l.da, con el mercadomone±ario, ya que sus prinqipales recursos surgen de de– pósifos sujetos él refiros por cheques. Sin embargo, tal corno se indicó arriba, lljl ban– ca cen,iroameriOEma rápidamen:l:e está acu– mulando depósitos de ahorro y a plazo al grado que éptos en la actualidap. cons±ifuyen casi ~¡ 50% de los fondos con los cuales ellos
±rab~Jl;l.n. Es lógico pre±ender,' por lo ta11t9, que esto!? a,horros sean \;l:l:ili:z;ados en préstél~
mas e inversiones a largo plazq. pesafortu– nadamen±e, hasta ahora no todos estos recur– sos han sido u±ilizados para fínanclar inver~
siones de capifal fijo u otorgar 'préstamos de
fome~to a .la I?r~ducciól}~ ~a ~area p!:'lra di~
cho flnanclBmlep±o ha recmdo en s-q mayor parie a organismos de financiamiento in±er– nacional o a institutos o bancos de fomento de carác:l:er estatal. "
La rElnueJ:'lcia de la banca comercial en otorgar crédito a meqiano o a "largo plaio se debe a varios fadores: (1) Al aspeC±o ±ra– dicional de preferir utilizar dichos dineros para comercio o construcCiones urbanas, (2) Evitar el riesgo inherente a operaciones agrí– colas o industriales especialmente en sus pri– meros años de desarrollo y (3) La recompen– sa para el riesgo y trabajo es insuficiente. Has±a ahora la banca central aunque :l:ra±a de orientar el crédito hacia fines p'roduc:l:ivos, no ha creado una ±asa de interés a!rac:l:iva pé!r¡:¡. tales operaciones. '
En varios de los países centroamerica–
~1.0s la diferertcia en la iasa de interés para
(':~ c;rédito al comercio de corio plazo y el cré~
dlio a, la producción de mediano y largo pla– zo, es menor de la que existe en los merca– eJos moneiarios al±amen±e desarrollados. ' La política seguida por organismos in±ernacio– P.-é!les y loé!p.cos estatales de subsidiar al eré-
i
dilo a la producción contribuY13 a la dis±or–
slqn de tasas d:e ipt·erés. No hay c;iuda qu~
desde el punto de vista social es al±amenie deseable una tasa de interés baja, pero no así cuando esta viene a desalentar las dis– ponibilidades necesarias para dicho financia-miento. ,
Una solución parcial ha sido la emisión de ~í:l:u.los-valores, como c;édulas hipotecarias, por organi~:r;no.s esta,±ales que han sido adqui–
~idClS po.r la baIlca cornerc;ial. Sin embargo, esias transferencias de recursos tienden a de¡scargé'lr lé'l baIlca comere;iald,e una, respon– saQilic;iad qu(': ~e incl,lmb El qomo in±ermedia– ri,él fiIlaIlciera c;iEl ,tondos c:l€l largo plazo.
Si las a\;ltoriq,ades. rnone~arias logran re– esfnjcft:lfar su. pOlI fica Pél ra qrElªr 19 S s'll#ciE!Il~
fes incentivos para el financiamiento de me– diano y largo plazo, muchos más ahorros puecl.en' ser' d,esiiJ;i.ados a la producción y principahnen±e aq;uella que dá lugar a ma– yor exporiaciéin. y~ que la irtdus±ria y la agricu1±ura E\uelen proyedar inversiones que l€ls produzcan un rendimiento bruto de 3Q%
O más, una tasa de inierés mayor al actual
~de 7 al 9 %
) aumentaría considerablemen~ te
el flujo de fondos hacia tales sectores. Las mismas dificul±ades del precio del dinero cl.efienEln las emisioneE\ de ponos in– dustriales o bonos bancarios, ya que dichas emisiones necesifan de la, autorización de los bancos centrales, Es inlposible en la ac– ±ualidad para t:ln banco emitir lHulos-valo– res a tasas cornpe:l:iíivas con los bonos del g()– bierno, ya que los inte,t:lses de estos lÍl±irrios (dEll 5 <;11 6 %) l'll?±án cQ.si siempre exenios del pago del impuesto sobre la renta y a veces la iIlversión en iales bonos está comple:l:a– mente exonerado del pago de los impuestos de herencias o donaciones.
En algunos casos, los bonos guberna-
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