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« Previous Page Table of Contents Next Page »meniales llevan la gar¡;¡.niía de mercado del Banco Ceniral.
Enionces, los iítulos-valores que pudie– ran ser emitidos por las empresas industria– les o a través del sistema bancario para COln–
petir tendrían que llev!:ir tasas de intezés de varios puntos arriba de los bonos del gobier– no.
Esto significaría la colocación de bonos a tasas del 8 al ] 0%, por lo cual recursos provenienJ:es de este tipo de financiamiento ,solo podrían ser invertidos a tasas de intere– ses de 3 a 4 puntos mayores por lo menos (ya que este es el diferencial para el mane– jo de dinero a corio plazo).
Dichas lasas de interés, normal para mu– chos países de la América Latina, son consi– deradas casi usureras en el ámbito cenÍro– americano. Por lo tanto, la inversión de ahorros en el mercado de capi±al, excluyen– do los bonos privilegiados del estado, ha si– do en acciones. Esia inversión, sin embargo, ha sido pequeña y circunscrita a grupos fa– miliares o económicalnente privilegiados.
La experiencia nos enseña que es más fácil formar un mercado de valores a través de infermediarios financieros (en Esfados Unidos más del 90% de los Landas que en– tran en Jos mercados de capitales surgen de intermediarios finan cieros) .
En la actualidad el pequeño empresario y a veces aún el grande, encuentra mucho niás 1a-dl recurrir-al crédito bancario que buscar capital en el mercado de valores. En la mayoría de los casos, los prestatarios ob– tienen sus nuevos fondos contratando présta– mos bancarios de corfo plazo en la esperan– za o convicción de que dichos crédilos serán refinanciados. En.la mayoría de los casos lo san, produciéndose una distorsión de las carieras bancarias.
La emisión de ,títulos valores por los sis– temas bancarios pued~n ser una realidad si se remedian las principales lagunas de la acfualidad. A los bancos comerciales no se les debe identificar exclusivamente con el sedar monefario, ya que han llegado a cons– tifuirse en los principales intermediarios de
los ahorros institucionales. Sea direciamen–
te, dichos ahorros deben, en su mayor par– )-e, suplir las necesidades del financiamiento produciivo de mediano y largo plazo.
Hay otras medidas que pueden y deben tomarse para acrecentar el flujo de ahorros hacia eJ mercado de capifa1.
Las reformas agrarias darán lugar a eInÍ– sionees de valores que, según informa la prensa, probableznente llevarán la garaniía de entidades creadas por la Organización de Estados Americanos. Similarmente existe en la legislación de varias instituciones de fi– nanciamiento, internacionales y regionales, la posibllidad de avalar préstamos y fítulos– valores,! aunque hasta ahora no han sido alargados. Con iales garantías es probable que se podrán atraer recursos como los de fi– deicomiso o fondos de pensiones.
La misma banca comercial o especializa– da así yomo compañías de seguros podrían utilizar sus recursos para inversiones en ta– les títulos.
No todos los fítulos-valores forzosamente deben ser de mediano y largo plazo. Desde hace más de dos años los bancos centrales del área centroamericana han estado consi– derando la posibilidad de crear un luercado de aceptaciones para financiar el cornercio en el Isimo con un fondo de $C!).5 millones, el cual teáricamenJ:e podría financiar $CA20 rnillones de acepiaciones Con vencimiento de 90 días. La venfaja de dichas aceptacíones es que pueden ser adquiridas no solaznente por los bancos centrales sino por cualquier banco que dispusiera de la liquidez necesa– ria. Ya que fales aceptaciones estarían emi– ±idas en las varias znonedas del área ven– drían a constituir un aumento c;ln la reserva internacional de cada país cuando fueran un ins±rumento de pago de cualquier otro de los cuatro países. Si en úlfima instancia, las cornpras irnplicaríal1_ creaciones rnonetarias para la banca central que pudiera perjudicar la estabilidad monetaria tales aceptaciones pudieran ser negociadas en los mercados in– ternacionales.
nes de mejoramienio económico.
La integración fusionando los mercados, está esfrechando los vínculos de las fuerzas y está creando las posibilidades para un me– jor nivel de vida para fado centroamericano. ,La banca pública y privada ya en gran par– . te unida en sus obje±ivos y funciones estará lista en lo que le compete de esta gran mi– sión.
CONCLUSIONES
El papel que corresponde a la banca co– mercial centroamericana en los años venide– ros de intensa integración econóInÍca exige funciones y operaciones fuera de lo que tra– dicionalmenÍe ha focado a dichas institucio– nes como intermediarios en el mercado mo– 'netario. La banca comercial está y debe con– tinuar atrayendo una proporción significan– fe de los ahorros del país para que éstos ven– gan a finan9iar en forma creciente los pla-
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